MADRID.- The New Economic Foundation, junto con
otros socios, ha creado un mapa interactivo online que refleja las
iniciativas que están surgiendo en todo el mundo para salir de la
crisis. Su objetivo es divulgar estos proyectos para que puedan servir
de inspiración al resto de habitantes del planeta.
En situaciones límite, como la actual la
crisis económica, se aguza el ingenio y han surgido pequeñas iniciativas
en todo el mundo para paliar los problemas más apremiantes. Y algunas
de ellas, además del fin para el que fueron creadas, pretenden servir de
ejemplo para ser desarrolladas en otras zonas geográficas: todo el
mundo puede consultarlas en un mapa interactivo, creado por The New Economic Foundation (NEF) dentro del programa Transición Global 2012.
E mapa promueve una rápida transición a economías que “maximizan el
bienestar, operan dentro de los límites ambientales, y son capaces de
adaptarse al cambio ambiental global”, señala la fundación. El fin
último, desarrollar una Nueva Economía en el planeta.
El mapa proporciona un espacio para que grupos, organizaciones y activistas compartan consejos y recursos con otros que participan en proyectos similares o para aquellos que estén pensando en emprenderlos en sus comunidades.
“A través de este intercambio, estamos reuniendo una amplia información sobre los proyectos de la nueva economía, sus objetivos, localización, tamaño y actividades. Planeamos usar y compartir esta información para destacar casos de éxito y los enfoques de mejores prácticas para la nueva economía, en sectores y contextos diferentes”.
En Irlanda, por ejemplo, se ha puesto en marcha una cooperativa de tierras para que cualquiera pueda tener su propio terreno y cultivarlo o levantar una granja; y un pueblo ecológico, Cloughjordan Eco Village, con una granja comunitaria y viviendas de bajo consumo. En Suiza han ideado una moneda, denominada BNB, que puede intercambiarse con las de otras localidades (Alsacia en Francia y Baden en Alemania). El sistema de trueque basado en la “moneda social” denominada Kaereti, en una pequeña localidad de Creta, Ierapetra, creada en agosto de 2011, se centraliza en un ordenador en el que quedan registrados los intercambios, realizados únicamente en Kaeretis. A través de la red digital se obtienen rápidamente productos y servicios.
En España, concretamente en el municipio de Aiguafreda (Barcelona), también han creado una moneda en un sistema de trueque de “productos artesanales y de segunda mano, préstamo de herramientas, servicios y conocimientos, descuentos en comercios, compartir coche, tierras de cultivo y espacios o alojamiento”. En la red ECO Alt Congost, la moneda, electrónica, se llama ECO. Las transacciones se efectúan en una plataforma en Internet, aunque para las personas sin conexión la opción son los cheques en papel. Un ECO equivale a 1 euro. Sólo pueden suscribirse a esta red los habitantes de la zona del Alto Congost. Esta iniciativa es una de las que pueblan el mapa de la NEF. De los diez proyectos desarrollados en nuestro país señalados en él, dos más (en Málaga y Sevilla) se basan en el uso de “monedas sociales”.
El mapa interactivo online se enmarca dentro del proyecto 'The Global Transition to a New Economy'. Su objetivo: sembrar el planeta con una Economía Verde, con un nuevo modelo económico basado en la explotación de los recursos naturales de forma sostenible. Esa Nueva Economía anhelada por la NEF y otras organizaciones internacionales adopta un sistema de medición más allá del PIB, con indicadores de la sostenibilidad ambiental o el bienestar humano. “Medir lo que importa para hacer más efectiva la formulación de políticas”.
En esta Nueva Economía, grosso modo, no existe la sobrepesca ni se abusa de los recursos marinos. La energía es de acceso universal, las emisiones de carbono son bajas y la energía renovable es asequible y el motor de cambio en el crecimiento económico, la generación de empleo y la inversión. Y las personas no pasan hambre.
El mapa proporciona un espacio para que grupos, organizaciones y activistas compartan consejos y recursos con otros que participan en proyectos similares o para aquellos que estén pensando en emprenderlos en sus comunidades.
“A través de este intercambio, estamos reuniendo una amplia información sobre los proyectos de la nueva economía, sus objetivos, localización, tamaño y actividades. Planeamos usar y compartir esta información para destacar casos de éxito y los enfoques de mejores prácticas para la nueva economía, en sectores y contextos diferentes”.
En Irlanda, por ejemplo, se ha puesto en marcha una cooperativa de tierras para que cualquiera pueda tener su propio terreno y cultivarlo o levantar una granja; y un pueblo ecológico, Cloughjordan Eco Village, con una granja comunitaria y viviendas de bajo consumo. En Suiza han ideado una moneda, denominada BNB, que puede intercambiarse con las de otras localidades (Alsacia en Francia y Baden en Alemania). El sistema de trueque basado en la “moneda social” denominada Kaereti, en una pequeña localidad de Creta, Ierapetra, creada en agosto de 2011, se centraliza en un ordenador en el que quedan registrados los intercambios, realizados únicamente en Kaeretis. A través de la red digital se obtienen rápidamente productos y servicios.
En España, concretamente en el municipio de Aiguafreda (Barcelona), también han creado una moneda en un sistema de trueque de “productos artesanales y de segunda mano, préstamo de herramientas, servicios y conocimientos, descuentos en comercios, compartir coche, tierras de cultivo y espacios o alojamiento”. En la red ECO Alt Congost, la moneda, electrónica, se llama ECO. Las transacciones se efectúan en una plataforma en Internet, aunque para las personas sin conexión la opción son los cheques en papel. Un ECO equivale a 1 euro. Sólo pueden suscribirse a esta red los habitantes de la zona del Alto Congost. Esta iniciativa es una de las que pueblan el mapa de la NEF. De los diez proyectos desarrollados en nuestro país señalados en él, dos más (en Málaga y Sevilla) se basan en el uso de “monedas sociales”.
El mapa interactivo online se enmarca dentro del proyecto 'The Global Transition to a New Economy'. Su objetivo: sembrar el planeta con una Economía Verde, con un nuevo modelo económico basado en la explotación de los recursos naturales de forma sostenible. Esa Nueva Economía anhelada por la NEF y otras organizaciones internacionales adopta un sistema de medición más allá del PIB, con indicadores de la sostenibilidad ambiental o el bienestar humano. “Medir lo que importa para hacer más efectiva la formulación de políticas”.
En esta Nueva Economía, grosso modo, no existe la sobrepesca ni se abusa de los recursos marinos. La energía es de acceso universal, las emisiones de carbono son bajas y la energía renovable es asequible y el motor de cambio en el crecimiento económico, la generación de empleo y la inversión. Y las personas no pasan hambre.
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