PANAMÁ.- Mensajes de la diplomacia estadounidense filtrados por Wikileaks exponen dudas y el temor del gobierno panameño sobre posibles irregularidades en la adjudicación a un consorcio liderado por Sacyr (la misma empresa que en la Región de Murcia, España, construye el aeródromo de Corvera con un aval de 200 millones de euros de la Comunidad Autónoma) de los contratos de ampliación del Canal de Panamá.
Los trabajos de ampliación han estado en la picota luego de que WikiLeaks publicara que el Gobierno panameño tendría dudas sobre la capacidad del consorcio liderado por una empresa española para realizar las obras, por las cuales ofertó 1.000 millones de dólares menos que sus competidores.
De acuerdo con mensajes diplomáticos confidenciales enviados a Washington por la entonces embajadora Barbara Stephenson entre el 2008 y enero del 2010, filtrados por el cibersitio WikiLeaks, la diplomática hizo lo que ella misma describe como “lobby implacable” con el fin de que el consorcio estadounidense Bechtel ganase el contrato para la construcción de las nuevas esclusas del canal.
El grupo liderado por la española Sacyr terminó ganando el concurso al ofrecer 3.118 millones de dólares, un precio por debajo de la propuesta de otros dos competidores, entre ellos Bechtel, que ofertó la suma de 4.185 millones para ejecutar la obra.
En uno de los mensajes diplomáticos se señala que, en el marco de una visita de congresistas estadounidenses a comienzos de enero, se le preguntó al presidente panameño Ricardo Martinelli sobre el avance del proyecto de ampliación, ante lo cual el mandatario “hizo una mueca e indicó que estaba un poco preocupado” .
“El dijo que temía que el administrador del canal (Alberto Alemán) podría haber inclinado el concurso hacia el consorcio que incluye a CUSA (Constructora Urbana S.A), dirigida por su primo” , agrega el texto diplomático. El consorcio liderado por Sacyr también lo integran las empresas Impregilo, de Italia, Jan de Nul, de Bélgica. CUSA es una empresa que maneja la familia de Alemán, quien está desligado de esa compañía.
El presidente Martinelli asumió el 1 de julio del 2009 su actual cargo, días antes de que se otorgara la obra de diseño y construcción de las nuevas esclusas, que representa el 55% del costo total de la ampliación de 5.250 millones de dólares y que debe estar lista en el 2014.
Días antes a las impresiones de Martinelli, su vicepresidente y canciller Juan Carlos Varela señaló —de acuerdo al mismo cable enviado por la embajadora— la preocupación por la situación financiera de la compañía española y su capacidad para ejecutar la obra.
Varela, que aspira a la presidencia en el 2014, afirmó que “el proyecto de ampliación es un desastre” , y que “en dos o tres años será obvio que este será un fracaso” .
“Uno no hace relajo con algo tan importante como el canal. Cuando uno de los licitantes hace una propuesta que está mil millones por debajo del próximo competidor, entonces algo está seriamente mal”, plantea Varela según el mensaje diplomático. “Claro que tengo las mejores esperanzas, pero temo que Alberto (Alemán) ha cometido un gran error” .
El grupo liderado por la española Sacyr terminó ganando el concurso al ofrecer 3.118 millones de dólares, un precio por debajo de la propuesta de otros dos competidores, entre ellos Bechtel, que ofertó la suma de 4.185 millones para ejecutar la obra.
En uno de los mensajes diplomáticos se señala que, en el marco de una visita de congresistas estadounidenses a comienzos de enero, se le preguntó al presidente panameño Ricardo Martinelli sobre el avance del proyecto de ampliación, ante lo cual el mandatario “hizo una mueca e indicó que estaba un poco preocupado” .
“El dijo que temía que el administrador del canal (Alberto Alemán) podría haber inclinado el concurso hacia el consorcio que incluye a CUSA (Constructora Urbana S.A), dirigida por su primo” , agrega el texto diplomático. El consorcio liderado por Sacyr también lo integran las empresas Impregilo, de Italia, Jan de Nul, de Bélgica. CUSA es una empresa que maneja la familia de Alemán, quien está desligado de esa compañía.
El presidente Martinelli asumió el 1 de julio del 2009 su actual cargo, días antes de que se otorgara la obra de diseño y construcción de las nuevas esclusas, que representa el 55% del costo total de la ampliación de 5.250 millones de dólares y que debe estar lista en el 2014.
Días antes a las impresiones de Martinelli, su vicepresidente y canciller Juan Carlos Varela señaló —de acuerdo al mismo cable enviado por la embajadora— la preocupación por la situación financiera de la compañía española y su capacidad para ejecutar la obra.
Varela, que aspira a la presidencia en el 2014, afirmó que “el proyecto de ampliación es un desastre” , y que “en dos o tres años será obvio que este será un fracaso” .
“Uno no hace relajo con algo tan importante como el canal. Cuando uno de los licitantes hace una propuesta que está mil millones por debajo del próximo competidor, entonces algo está seriamente mal”, plantea Varela según el mensaje diplomático. “Claro que tengo las mejores esperanzas, pero temo que Alberto (Alemán) ha cometido un gran error” .
Martinelli no ha emitido comentarios sobre el tema, mientras que Varela sólo dice que los textos filtrados por WikiLeaks son un asunto interno de la diplomacia estadounidense.
Al menos ocho mensajes diplomáticos filtrados por WikiLeaks están relacionados a lo acontecido antes, durante y después del proceso de licitación del contrato de construcción de las esclusas.