“Sacyr tiene un evidente problemas de recursos propios”, sostiene el responsable del departamento de créditos de un banco internacional que ha participado en varias financiaciones para activos de la compañía. “Los bancos le han pedido desde hace meses que amplíe capital en al menos 400 millones, pero con la cotización por los suelos es muy difícil”, añade.
En este entorno se comprenden las declaraciones de Del Rivero en la rueda de prensa previa a la reciente junta general de accionistas. El empresario murciano anunció que iba a pedir a la banca que ampliara en un año el vencimiento de los 5.000 millones que les adeuda por la compra del 20% de Repsol, que debería de pagar en diciembre de 2011. Pero sobre todo hizo hincapié en que el objetivo principal es “reducir a cero” su deuda corporativa, la que afecta directamente a la matriz y que actualmente es de 510 millones.
Porque de los 12.000 millones de apalancamiento que soporta el grupo, gran parte es sin recurso contra el accionista, al estilo de lo que hizo ACS cuando compró el 12% de Iberdrola. El problema para Sacyr es que apenas capitaliza ya 1.200 millones de euros, por lo que esos 500 millones suponen el 40% del valor del grupo. Rivero aseguró que ese reto podría conseguirse durante este año o el siguiente. Uno de los "caminos" para lograrlo puede ser la venta de la participación de 16% que Sacyr aún tiene en Itínere y seguir abriendo a fondos de inversión sus concesiones.
Por esa operación, la compañía ingresaría unos 250 millones de euros, una cantidad que le permitiría hacer frente al vencimiento de este año, que asciende a 166 millones. En 2011, Sacyr tiene que abonar 192 millones y otros 149 un año después. “Esa operación no va a ser fácil porque son activos de poco valor y los compradores saben que nadie va a pagar la valoración de Citi”, argumenta un banquero en referencia a los 7.500 millones que desembolsó el fondo de infraestructuras del banco americano a finales de 2009 por el 90% del grupo de concesiones.
Sacyr, que ha declinado hacer comentarios sobre esta información, decidió no pagar dividendos para recapitalizarse pese a ganar más de 500 millones en 2009. La compañía tiene que hacer frente a un total de 875 millones de deuda que expira este año. Pero el obstáculo grande lo tiene en 2011, cuando debe pagar algo más de 6.000 millones. El mercado no confía mucho en las posibilidades de la sociedad, que, como el resto, se va a ver afectada por la paralización del plan de infraestructuras del Gobierno. La cotización de Sacy, que acumula minusvalías latentes de más de 2.000 millones en Repsol, se ha hundido en el primer semestre un 50%, hasta tocar mínimos en más de 14 años.
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