El proyecto 'Línea Abierta' se encuentra en su novena fase y su objetivo es identificar los problemas que se encuentran las empresas españolas a la hora de actuar en el Mercado Único Europeo. En esta "novena oleada" del estudio, en el que se refleja que las empresas españolas aprecian ahora menos trabas que un año antes, se han entrevistado a 900 empresas españolas, de las que 114 han reconocido tener algún tipo de problema con el funcionamiento del Mercado Único.
En total, los problemas manifestados por las empresas españolas en relación al Mercado Único ascienden a 408, de los que 224 son considerados 'obstáculos comerciales' y 184 como 'dificultades'. Los segundos se consideran de menor entidad pero complicados de resolver mientras que los primeros se corresponden con situaciones muy recurrentes o que no responden estrictamente a incumplimientos de la normativa que generan indefensión o desventajas para las empresas españolas.
Según los resultados del estudio, los obstáculos comerciales que más trabas suponen para las empresas españolas en el Mercado Único son los relativos a operaciones comerciales y normas técnicas, con un 78,13%, y dentro de los obstáculos englobados en las operaciones comerciales, el 50% tiene que ver con retrasos en los pagos e impagos, porcentaje que ha crecido casi 12 puntos respecto al anterior estudio, realizado en 2008.
Por su parte, las normas técnicas constituyen el 28,13% de todos los obstáculos y entre ellos los más numerosos están relacionados con la falta de reconocimiento en los certificados u homologaciones obtenidas en España y las exigencias de clientes la hora de cumplir protocolos de calidad supuestamente voluntarios.
El secretario general de Comercio Exterior, Alfredo Bonet, explicó que éstas últimas son cada vez más frecuentes y, aunque el producto español que se quiere colocar con el Mercado Único cumple todos los estándares fijados en la normativa, las empresas que lo comercializan "pasan a veces por el aro" si el cliente es muy importante para su cartera.
Lacasa, por su lado, subrayó que los sectores que más obstáculos encuentran en el Mercado Único son los de transformados y bebidas (18,3%), la agricultura (16,07%), sectores diversos (8,48%), bienes de equipo y calzado (con un 8,04% en ambos casos).
Bonet indicó que, como es lógico, los obstáculos que hallan las empresas españolas en el Mercado Único están concentrados principalmente en los países destino de la mayor parte de las exportaciones españolas, como son Alemania, que encabeza el ranking de 'países problemáticos' con un 18,75% de las denuncias, Francia (17,41%), Reino Unido (15,63%), Italia (11,61%) y Portugal (11,16%).
Las comunidades españolas que más obstáculos se han encontrado en el Mercado Único son Comunidad Valenciana, Cataluña, Murcia, Galicia y Madrid. La más satisfecha con el funcionamiento de éste es Navarra (con una puntuación de 4,3 sobre 5) mientras que Canarias es la que muestra el grado de satisfacción más bajo (3 sobre 5).
En cuanto a las 'dificultades' denunciadas por las empresas españolas en este estudio, las más habituales se refieren a la búsqueda de representantes comerciales en otros Estados miembros, el alto coste del reciclaje, o las distintas exigencias de los clientes a la hora de la información que debe figurar en el etiquetado.
Pese a las problemas que encuentran las empresas españolas en el Mercado Único, el 63,16% de las empresas consultadas considera que ha incrementado sus oportunidades de negocio dentro de la Unión Europea. Para Lacasa, esto demuestra que el Mercado Único Europeo es un "objetivo central" para las empresas exportadoras españolas.
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