También defendió que el gran eje que incluye el Corredor del Mediterráneo ha de ser un "proyecto prioritario" para cuya financiación es imprescindible el "compromiso de los gobiernos".
Según las estimaciones del estudio, para el desarrollo de este proyecto será necesaria una inversión de más de 170.000 millones de euros hasta 2025, incluidos 16.600 millones sólo para construir nuevas líneas en España y 630 millones para cambiar el ancho de las vías españolas.
"Nunca podremos competir con Estados Unidos, Rusia o China con esta falta de coordinación que hay en la Unión Europea. Sin un enfoque europeo, es imposible", explicó a los medios durante la presentación en el Comité Económico y Social Europea del estudio realizado por Ferrmed (grupo de presión creado en 2004 para defender este proyecto) para analizar las carencias y necesidades de la red ferroviaria europea.
La Comisión Europea debe revisar su programa de proyectos prioritarios en 2010, cuando Amorós espera que se incluya este proyecto, pero Bruselas sólo puede "recomendar" y corresponde a los Estados miembros decidir las inversiones y priorizar unas acciones sobre otras, recordó.
A este respecto, el representante de Ferrmed apuntó que "aún no hay respuesta" de Bruselas respecto de las recomendaciones de este grupo de presión, pero aseguró que se ha mostrado "interesada". También indicó que está en "contacto continuo" con los distintos gobiernos implicados, entre ellos Francia, Alemania y España, para proseguir las discusiones.
El 'Estudio sobre la oferta y la demanda, los aspectos técnicos, socioeconómicos y medioambientales de la red ferroviaria Gran Eje Ferrmed y su área de influencia' presentado este martes defiende que este proyecto descongestionará las carreteras europeas, reducirá la siniestralidad y las emisiones de CO2.
Dicho informe fija en más de 177.000 millones la inversión necesaria entre 2010 y 2025, pero considera que la tasa de rentabilidad podría superar el 11% del capital invertido, en el mejor de los escenarios contemplados en el estudio.
Así, habría un ahorro de 284.000 millones por la reducción del tiempo de transporte, de 194.000 millones por ahorro en energía, costes laborales y mantenimiento, y de 15.000 millones por la reducción de la siniestralidad y de emisiones de CO2.
Sin embargo, Amorós admitió que este es "sólo el primer paso" y que queda mucho por hacer. "Necesitamos el doble compromiso de la Comisión Europea y de los Estados", reiteró.
El proyecto concreto defiende Ferrmed es unir Escandinavia y Europa Central con la cuenca mediterránea occidental, a través de los valles del Rin y del Ródano. Este espacio abarca el 54% de la población de la UE y el 66% del PIB, además de incluir los principales puertos marítimos y fluviales que reciben el 80% del tráfico de contenedores de la UE, según Ferrmed.
En la conferencia de presentación del informe participó el consejero valenciano de Infraestructuras y Transporte, Mario Flores, para quien es imprescindible en la elección de cada itinerario se apliquen "criterios que primen las inversiones en función de su rentabilidad real y su impacto positivo sobre las políticas ambientales y energéticas".
En su opinión, esta premisa haría del Gran Eje en general y del corredor mediterráneo en particular "uno de los primeros proyectos" en realizarse.
El corredor permitiría "conectar los grandes puertos del mediterráneo como Algeciras, Valencia y Barcelona" y distribuir las mercancías a cualquier ciudad de Europa, de modo que se pudiera "compensar así el desequilibrio actual en la entrada de mercancías por la prevalencia de los puertos del mar del Norte".
Por ello reclamó a la Unión Europea y al Gobierno español una "atención particularizada" para el proyecto, "en especial" en lo referente a su financiación.
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