Un seis por ciento de la reducción de emisiones será fruto de la disminución de vuelos en 2009 y el 1,8 por ciento restante refleja las medidas desarrolladas para mejorar la eficiencia energética, según informó la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés).
El director general de la entidad, Giovanni Bisignani, también afirmó que aerolíneas líderes han probado con éxito biocombustibles, con lo que hay más posibilidades de que algas y otros cultivos sean aprobados para los motores aeronáuticos incluso el próximo año.
Continental Airlines, Japan Airlines, Air New Zealand y Virgin lograron resultados satisfactorios con biocombustibles obtenidos de algas, jatropha y un tipo de lino.
"La certificación para 2010 ó 2011 es una posibilidad real y los beneficios potenciales son enormes", dijo Bisignani en una conferencia de aviación en Génova, donde tiene sede el grupo.
"Una industria de biocombustibles podría ser un gran generador de empleos y riqueza en el mundo desarrollado", añadió.
La recesión mundial que empezó en Estados Unidos y se extendió por todo el mundo ha supuesto un duro golpe para las aerolíneas, que tienen altos costes fijos y necesitan a los pasajeros de primera clase y las mercancías para mantenerse a flote.
Algunas firmas de Estados Unidos han reducido sus vuelos ante la menor demanda de transporte de cargas y pasajeros. Y las de Europa y Asia probablemente llevarán a cabo estrategias similares para reducir sus costes operacionales, según IATA, que estima que este año el sector perderá 4.700 millones de dólares (3.570 millones de euros).
Los aeropuertos también quieren mejorar su eficiencia reorganizando pistas de aterrizaje y tránsito, mejorando los calendarios y reduciendo la congestión del espacio aéreo, dijo Angela Gittens, directora general de Airports Council International.
En la conferencia, Gittens mencionó los cambios hechos en Atenas, Kuala Lumpur, Montreal, San Francisco y Zúrich.
Además, señaló que hasta 100 aeropuertos europeos planean modificar las normas de aterrizaje, hacia un "enfoque de descenso continuo," reduciendo las emisiones de carbón por vuelo entre 160 y 470 kilogramo y que "tienen un beneficio tanto ecológico como financiero para las aerolíneas", según dijo Alexander Kuile, de la Organización de Servicios de Aeronáutica Civil.
3 comentarios:
Menudo pufo, el de el aeropuerto de Corvera. Y ojo,que tras la crisis finaciera viene otra más gorda: La energética.
Ramón Luis, cateto
Corveraaaaaaaaaaaaaa!
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