jueves, 19 de marzo de 2009

Así nos va y la que nos espera / APUNTES MURCIANOS



Francisco Poveda


Lo más grave de todo es que la globalización está orillando inexorablemente a Murcia en su conjunto. Con una sociedad citrícola, envejecida y mentalmente desfasada, ya no se va a ninguna parte en la Sociedad del Conocimiento. Pero insistimos en seguir dejando que impongan su criterio, su estrategia y sus intereses los sectores sociales menos competitivos, definitivamente despreciables, y más ignorantes de nuestra sociedad. Craso error por abdicación. Así nos va y la que nos espera.

Dentro de un lustro, la Región habrá retrocedido, de hecho, 40 años atrás mientras la emigración autóctona habrá vuelto a aparecer con toda su fuerza aunque ahora a nivel de murcianos mucho más formados y cualificados. Nuestros jóvenes más exigentes ya no tienen nada que hacer aquí. Vistas todas las estadísticas comparativas y su inexorable tendencia en la Región de Murcia, mejor plantearse hacia donde se marchan y como, antes de que sea tarde. Ya no se puede ni poner un bar.

La crisis mundial, sólo en ciernes, nos dejará a su salida con encefalograma plano como territorio y sociedad diferenciados. Sigamos por el camino de derrochar esfuerzo y nuestro escaso recurso en actividades lúdicas, onerosas, fuera de estrategia y no rentables. Ya lo lamentaremos dentro de muy poco cuando nos falte hasta para cuestiones esenciales, como la educación obligatoria o la sanidad pública. Ya hoy no podemos hacer frente a numerosos pagos a proveedores de las administraciones públicas locales y regional.

¿Hasta cuando nos vamos a seguir engañando a nosotros mismos? Olvidamos el triste ejemplo de una Cartagena, ensimismada, que hace 25 años que no levanta cabeza. O una Calasparra, de Berlanga, que te transporta al franquismo pre-desarrollista. Toda la Región acabará siendo como Mula: recreándose llena de moscas en el ciervismo decimonónico. En el mejor de los casos, como Cartagena, parada en su viejo esplendor minero y preindustrial. Hoy, ambas, puras estatuas de sal, cada una a su nivel. Si clausuran la base naval, Cartagena bajaría al nivel de Gaza.

El ritmo y suerte del desempleo por un modelo económico incapaz de evolucionar por gripado, no deja lugar a muchas dudas. Esa falsa calidad de vida, de la que tanto alardeamos como idiotas por no conocer otras cosas mejores, que existen sin duda y muy cerca, no se corresponde con otra calidad formativa, laboral o profesional. Y eso complica bastante un horizonte no migratorio para los murcianos minimamente exigentes y con ciertas aspiraciones de verdadero progreso material, cultural y espiritual.

De cualificación moral y ética, mejor no hablar esta vez. Todo lo que hoy huele a murciano apesta para los de fuera por la sensación de estar ante unos tramposos compulsivos. Esa es, al menos, la imagen percibida en la mayor parte de España (por no hablar ya del complejo burocrático de Bruselas) y parece bastante arduo despejarla. Una verdadera ruina de reputación con tanta 'Tótem.

Son ya mayoría en nuestro país quienes nos han dejado por imposibles cuando hemos sido un pueblo que, históricamente, había venido siendo de los más ejemplares de toda España desde el XVIII. Todo eso ha desaparecido, no queda nada. En un cuarto de siglo hemos mudado a un estereotipo de sociedad envilecida, pagando eso sí, justos por pecadores. Porque todos los murcianos no somos así aunque los perfiles de la masa induzcan a pensar todo lo contrario.


Nuestra estética vigente es indefendible y así lo debe haber entendido San Esteban para haber arrojado la toalla ante esa batalla perdida de antemano. El invento hace aguas por todas partes: modelo educativo, universitario, industrial, político, financiero, judicial, hídrico, empresarial, sindical, turístico, religioso... Casi nada se salva o es salvable. Urge reinventarlo absolutamente todo.

Lo vamos a pasar mal si creemos que las soluciones a los problemas que nosotros mismos hemos creado nos van a venir de fuera en base a echar la culpa de todo al manchego 'insolidario' y al Zapatero de turno; por cierto, otro que ya no nos hace ni caso con toda la razón. No somos ni representamos casi nada en el conjunto nacional. Hemos conseguido que nos obvien porque aburrimos con nuestra pedigüeña y cansina cantinela trasvasista monotemática.


Esta tierra se apaga sola por méritos propios. Nos hemos estancado en el 2,5% en todo, dentro del conjunto de España. Pero es que a nivel cualitativo, nuestras clases dirigentes, obsoletas, nos han colocado bajo cero en influencia neta tras inyectarnos un voluntarismo hilarante. Nos han dejado sin interlocutores válidos allí donde podíamos hacer valer nuestros derechos. Por no tener, no tenemos ni proyecto estratégico como territorio autónomo y por eso surgen iniciativas trasnochadas, como la de una nueva provincia, para que aquellos aparenten lo que no son.

Ahora vamos a recoger bien el fruto de haber dejado tanto tiempo la cosa pública en manos de mentes tan 'despejadas' como la de los Hernández Ros, Collados, María Antonias y Valcárceles. Sigamos por esa senda que nos ha ido 'tan bien'. Cambiemos luego a Saura y que siga la racha. Estamos ante un galería de pobres hombres y de una pobre mujer, incapaces de hacer pié más allá de la Venta del Olivo. Murcia no cuenta ni en Albacete, no digamos en Barcelona o Bilbao.


Con toda la serie de indocumentados y pícaros que se han alzado aquí con el santo y la limosna, todo el enorme esfuerzo colectivo hecho en la segunda mitad del siglo XX no nos servirá de nada. La Región de Murcia, forzada a afrontar un reto para la que no está preparada, lleva camino del tercer mundo, aunque permanezca en territorio de la Unión Europea, como unas Hurdes pero del siglo XXI. Cada vez que sale una estadística comparativa de progreso, quedamos muy mal parados. Siempre hacia abajo, dios mío. Y sin solución de continuidad.

Mientras, se sigue entreteniendo a las buenas gentes, y otras no tanto, con autobombos y bombos mutuos entre mediocres, proyectos faraónicos ficticios, inversiones foráneas inexistentes, un agua ajena que realmente no necesitamos al tener almacenada mucha más en el subsuelo, romerías jolgóricas, delirios de grandeza, eventos estériles para encandilar... Nadie quiere entrar ya ni de obispo de Cartagena (la Iglesia nunca abandona a sus príncipes) visto el trato denigrante dispensado al purpurado saliente. Tendrán ahora que obligar a venir a alguien a cambio de la promesa de un ascenso a medio plazo tras sufrir al fundamentalista local.

Hemos destruido del todo el modelo económico, pervertido casi toda la Universidad, corrompido a parte de nuestra juventud (tan 'católicos' y tan líderes en abortos), hemos echado a perder a nuestra propia burocracia municipal y autonómica, hemos explotado a seres humanos, como los inmigrantes, neutralizado a los sindicatos financiando sus vicios para convertirlos en sutiles esquiroles institucionales, hemos convertido a la pobre y aburrida prensa local en una caricatura preñada de tongos y con noticias que denotan la depreciación de toda una sociedad, proliferan y prosperan personajes públicos sin principios, que luego se exhiben en procesiones... todo una catástrofe porque no somos conscientes de albergar con eso una mentalidad suicida como colectivo.

El sistema, además, está cautivo de una gerontocracia, codiciosa y egoista, con demencia senil, que ya no funciona. Somos incapaces de mirar hacia delante porque hemos dilapidado nuestro reciente pasado. Hemos convertido la vida diaria en un guiñol manejado a su antojo por un personaje siniestro (el calvo de la baraja) rodeado de un sanedrín masónico no menos precisado de asistencia médica, especializada en salud mental.

Estamos en manos de unos locos en la sombra que, para mayor tragedia, se creen unos genios de la política de altura. Y así hemos bajado de nivel y de aprecio. En cuanto a verdadera autoestima, supongo que más bien depresivos casi todos los demás al salir cada mañana de nuestra diaria resaca de tanta sinrazón y falta de la más mínima expectativa en un mundo mutante, para cuya resultante no nos hemos procurado ni la más mínima carta de navegación.

Por eso murciano puede convertirse muy pronto en sinónimo de náufrago de todo y de nada. Un desastre total.

21 comentarios:

Anónimo dijo...

-¿Cómo se lo pinto? ¿de primavera-pasional o de murciano-apocalíptico?
-Una cosa bien. Cuarta y mitad de cada.

supersalvajuan dijo...

¿Mirar hacia adelante? ¿Y de qué iban a vivir entonces?

Anónimo dijo...

El análisis de la situación actual me parece perfecto, ajustado a la realidad. Esa es la Región que tenemos (y la que nos merecemos).
Pero echo de menos la segunda parte: hay que ponerse a trabajar para salir de este letargo económico y ético.
¿Tenemos solución?
En caso afirmativo, ¿Cual es el método?
Con esa posibilidad,
¿Quienes serán los protagonistas?

Anónimo dijo...

Algunos de los oligarcas piensan que de esta saldrán indemnes. Si han tomado el camino de vivir fuera, quizás. Pero aunque esto sea una oligocracia, difíclmente podrán escapar del desprecio de sus vecinos si las cosas se ponen peor y no hay para subsidios. Pero por 300 y pico euros al mes más de uno se seguirá vendiendo. O por 600 al año de aquí y de allá. Muchos dirán que Poveda exagera. Quizás. Pero la suma de corruptelas particulares que no se cuentan es como una hilera de hormigas que acaban por devorar un cadáver moribundo en la selva... Que al final lo devoran.

Anónimo dijo...

Francisco: Vas a ser apaleado ante el Sanedrín!,..., ¿Es que no te das cuenta que no está de moda la autocrítica?

Tus reflexiones nos enfrentan a la realidad, barren de un plumazo las ínfulas de los cuarenta ladrones y su aparato mediático y lebvantan ampollas entre las conciencias de la pléyade de bellos durmientes que durante años han sostenido una mentira tan burda y de tanto recorrido... ¡Que lástima que se acabó! (como los dibujos animados de nuestra infancia)

Y ahora, tras el festín de algunos y el festival de la mayoría, ¿que?

¿Qué va a quedar aparte de las "montoneras de pasta gansa" almacenada en las cuentas corrientes de unos pocos?

Ahora que hasta Pedro Saura aparece sosteniendo la pancarta de la infame "agua pa toicos"... ¿Que va a ser, señor, de los murcianicos?

Al menos nos queda la lucidez de unos pocos que nos recuerdan en donde estamos.

Anónimo dijo...

Vaya espejito que nos ha puesto delante ahora que llega el bando de la huerta y todavia no se han apagado los ecos de la manifestación del agua.No sea cruel don Francisco que usted lleva mucho tiempo fuera aunque venga bastante por su tierra.Un saludo

Anónimo dijo...

Quisiera pensar que todo es una elucubracion calenturienta de un periodista apresurado pero su capacidad de analisis y su facilidad expositiva me inquietan porque viene acertando demasiado en los ultimos diez años, pero que se supone que deberiamos hacer los murcianos de a pie para conjurar ese mas que negro panorama.Escriba una segunda parte por favor porque se me ha quedado seca la boca

Anónimo dijo...

Esta es un manera de verlo pero yo lo veo todo lo contrario: no hay tierra en el mundo mejor que la nuestra, no salgo de aqui desde que hice la mili en Melilla, aquello si que no tiene futuro. La tranquilidad de Murcia y su clima no lo tiene nadie en España por no hablar ya de su gastronomia. Cosas habrá que cambiar pero este articulo me parece muy exagerado Solo estoy acuerdo en que Cartagena necesita promocion y que Mula y Calasparra, donde se vive como dios, se han quedado un poco atras

Anónimo dijo...

LO MAS GRAVE ES EL ATRASO DE MENTALIDAD Y SIN ESO NO PUEDE VENIR TODO LO DEMAS. EL FUTURO DE MURCIA ES MUCHO PEOR DE LO QUE ESTE HOMBRE DICE AL MENOS QUE NOS QUITEMOS DE ENNCIMA A LOS CACIQUES Y RESTIFIQUEMOS A TIEMPO

Anónimo dijo...

No te esfuerces que somos tan tontos y provincianos que nos dejamos llevar por la inercia. Pero cuando la mula se pare ya habrán saltado del carro nuestros cuatreros.

Murcia no tiene solucion hasta que la pobreza castigue bien a dos o tres generaciones. La incultura es lo que nos hace ser un pueblo de esclavos, mansos y cobardes.

Solo hay que salir por las calles para ver el nivel de nuestra sociedad. Se nos conforma con un cacahuete y una palmadita en la espalda diciendonos lo listos que somos, una pena

Anónimo dijo...

Magistral, Paco. Escribe asi con mas frecuencia.

Anónimo dijo...

Tus detractores envidiosos ya tienen tema de conversación para la semana santa y fiestas de primavera.

Adelante campeón.

Anónimo dijo...

O sea,ese de arriba no ha salido de Murcia en su vida más que para hacer la Mili en Melilla... en el año del catapún y todavía tiene redaños para decirnos que Murcia es la mejor. Comparada con ¿que?. ¿Con un cuartel?

Anónimo dijo...

Hace tiempo que esta region está muerta. No intentemos provocar un debate porque los panzones y pancistas no reaccionan. Los murcianos tenemos fama de vendernos barato (no todos, por supuesto)

Esto se ha quedado para pringaos como los Garre, Arsenio Sánchez, Juan Carlos Ruiz, Martinez Andreo, Paco Oñate, Juan Escudero, Manuel Hurtado, Juan Ramirez, Miguel Navarro, Aranda el de Caravaca, el senador de Jumilla, Lázaro Mellado...y toda esa caterva que han ocupado los dos grandes partidos y no se van ni con aguarrás.

A la cabeza un primum inter pares: ese talento de Ramón Luis Valcarcel, ex falangista y ex bailarín de los Coros y Danzas de la Sección Femenina del Movimiento, como todo curriculum, promocionado a San Esteban por ese otro falangista que tenemos en la Croem, y que nunca se va, Clemente García, al que no le gusta la carne de pollo, como gran dato de su biografía.

¡Cuánto piojoso sobra!

Anónimo dijo...

Magistral Poveda. ¿Qué se puede hacer?, también creo que no nos espera nada bueno, hace mucho que lo presiento, lo siento más por mis hijos que por mí. Desilusionada.

Anónimo dijo...

La murcianía del garrulismo ilustrado: ¡Viva Murcia y mi trastero...! ¡Arriba España y a robar...!

Sólo en una sociedad como la murciana, la reivindicación "histórica" del Trasvase Tajo-Segura puede concebirse que esté encabezada por "presuntos corruptos", forrados y aforados, gozando de una total impunidad gracias al ladrillo de la injusticia.

¡Sólo otro sin-vergüenza podría permitir este engañabobos, el presidente de los regantes, quien abrazó con tanto "amor" los trajes de Camps en la manifestación del 18-M por la Gran Vía!

Y es que en la murcianía de Valcárcel todo está permitido: el expolio, la evasión de la riqueza a paraísos fiscales, la contaminación del Mar Menor, etc. Un Mar, más muerto que vivo, en el que una empresa francesa proyecta la construcción de un gaseoducto...

Sólo una oposición política inexistente asistiría a una manifestación de estas características en la que "el agua que reclaman los regantes es para los mangantes", entre consignas del "Agua para todos", del PP, que no es otra que la del "Agua para votos. No apareció, por supuesto, ni Rajoy, pero mayoritariamente se les vota.

Sólo una sociedad como la murciana va de fundamentalismo en fundamentalismo y tiro porque me toca: en lo económico, político, religioso y cultural. ¿Por qué? Porque sólo en una sociedad como la murciana es posible generar una polémica en la que parece que los ciudadanos tengamos que elegir entre el obispo de las "misiones" de Gescartera, con sus inversiones en bolsa, o el ladrillo de la catedral de Mendoza, la UCAM.

Sólo una sociedad como la murciana ha perdido "el deseo de mejorar", una cuestión de psicología de masas. Pedro Almodóvar lo describe muy bien en "La concejala antropófaga"...Debe ser por eso que los artistas más internacionalmente reconocidos dibujan a España en el extranjero con suelo de hormigón o resulte significativo que en Puerto Lumbreras se decomisara el mayor alijo ilegal de pastillas de viagra, unas 90.000. Por eso me pregunto si aquí todo funciona a base de ladrillo, impunidad y viagra.

Murcianidad, no es murcianía, sino derecho de ciudadanía

¿Saben qué es eso los murcianos? Aunque no sepamos todavía exactamente en qué consiste la murcianidad, ya que dicen algunos que lo impide nuestra propia diversidad (paisajística, lingüística, gastronómica, etc.); intuimos que ésta no puede ser la censura a la que nos tienen acostumbrados, tampoco es corrupción e impunidad, ni la destrucción del patrimonio natural y cultural o los puestos de trabajo, el no derecho a una vivienda, ni lo es los bajos salarios que padecemos y la privatización de lo público.
No nos habla de estas cuestiones el no-typical del "sobrinísimo".

Dos grandes personajes, sin embargo ha parido esta tierra, Charris y Pérez-Reverte. El primero ha ilustrado uno de los 100 mejores libros que se han escrito a lo largo de la historia: "El corazón de las tinieblas", de Joseph Conrad. Un alegato contra el colonialismo y la esclavitud (sus desplegables fueron admirados en una gran exposición en Barcelona, no aquí, Sr. sobrinísimo, el censor mayor del reino). El segundo es más archiconocido, quizá no tanto su último libro. Si Arturo Pérez-Reverte, especialmente en "Alatriste", recrea a los grandes autores de La Edad de Oro y cuestiona el nacimiento de esa España tan poco "ilustrada" (el papel que han jugado siempre las monarquías y la Iglesia católica con su Santa Inquisición, etc.,); ahora genialmente da un paso más. En su último libro, ilustrado por el diseñador conceptual de El laberinto del Fauno y de Hellboy, describe un cuadro de Diego de Rivera, en el que aparece una mujer indígena con una niña de ojos azules a cuestas. Su argumento es plenamente antropológico, cuenta una historia de ambiciones, violencia y mestizaje contextualizado en el Nuevo Mundo. Las huestes de Hernán Cortés tuvieron que salir huyendo de Méjico acosadas por los aztecas (tampoco se estudia esto en la mayoría de los libros de historia de nuestros escolares). "Ojos azueles" ya lo podéis comprar en cualquier librería.

Elena

Anónimo dijo...

A ver si te prodigas más con tus escritos, amigo Poveda. Con qué crudeza pintas la realidad murciana: las estadísticas aquí no fallan cuando todas coinciden. Otros tiempos los hubo mejores en peores condiciones. Pero el peso de esta estupidez es ya difícil levantarlo. No hay sociedad más hartera y hortera que la que nos describió magistralmente Espinosa. ¡Pobres murcianos con esa pléyade de periodistas y medios de comunicación locales!

Anónimo dijo...

Sr. Poveda,al menos hay algunos que si que seguimos trabajando, pero lo más triste es que tengamos que pedir sencillamente que por lo menos nos dejen seguir haciéndolo, y desde las instituciones se bloquean nuestras iniciativas. Esto no pasa en todos los lugares, ciertamente,s aunque aquí con tan mediocres capitanes pilotando la sociedad civil, y las corruptelas económicas del poder político sobre ella, poco se puede hacer. Como muestra los vales de comida, las "ayudas" para fiestas y festejos a asociaciones; los mil proyectos cuyo resultado es más que cuestionable; las ayudas a miles de empresas que merecerían un buen entierro y la falta de ayudas a otras que por su trayectoria lo merecen pero ´"no tienen amigos"; la nula justificación de los fondos de "desarrollo rural, turismo rural" (que de rural, poco); y otras memeces, pura subvención para empresas de amigos y arreglar cortijos de pudientes o influyentes de todos los partidos, etc, etc. En fin, que tras el derroche de ayudas europeas y el desplome de la burbuja, no queda nada que sisar ni obrero soñador al que engañar. Ahora queda el ajuste de cuentas entre los que parecen ver amenazado el disfrute de lo que mal consiguieron o directamente ROBARON. Vienen las rebajas de la corrupción y el desfile del emperador con su traje. Pero vendrá un niño que dirá aquello de que "El emperador va desnudo", y entonces será el momento en que El Gran Muñidor y sus secuaces chacineros, parafernales y banqueros nos abandonen. Ya se ve en algunos allegados que han bajado mucho bandera y no hablan de política. ¿Por qué será?

Antonio dijo...

Animo, éste es el camino. Reflexión y diagnóstico. Después propuestas y personas dispuestas a remangarse. Ah, y sentido del humor, no nos deprimamos, las cosas son como son.
Por cierto, me he reído mucho con la respuesta al comentario del que hizo la mili en Melilla.
Saludos.

Anónimo dijo...

Antonio, lo malo es que los soldados del de la quinta de Melilla son mayoría en Murcia.

Anónimo dijo...

Falta cultura, sobre todo democrática. Suelo hablar a menudo con la gente, y siempre se repite la misma constante "echar la culpa a Zapatero(principalmente) y a Rajoy" de todos los males de nuestra sociedad. El día en que comencemos (si es que llega) a contemplar nuestra tierra y a quererla un poco más, entonces pensaré que las cosas están cambiando, ese será el día en que también comencemos a mirar a los ojos a los gestores de lo público de esta tierra, entonces cambiaran las cosas de verdad.