Mientras los políticos, los financieros y los llamados expertos buscan fórmulas para paliar la crisis que se nos viene encima, a los sindicatos se les acumula el trabajo. El nuevo vicepresidente de Cajamurcia, el popular Sánchez Carrillo, un veterano empresario, explica su remedio: “Gastar menos y trabajar más”. Este ahorro empresarial pasa por los ajustes de plantillas.
En la construcción, con la gran bolsa de viviendas sin vender, es mejor esperar a que éstas se vayan ocupando. Mientras tanto, la plantilla se reduce a mínimos y se prescinde de subcontratas, con el alagarmiento de la fila de parados. Y ahí los sindicatos ven como sus finanzas engordan.
“En épocas de crisis, las centrales sindicales se convierten en las empresas más rentables del país”, comenta un veterano sindicalista de la vieja escuela, con cierto desencanto por lo que califica de “aburguesamiento de los sindicatos de clase”. Y expone sus datos. Asegura que Comisiones Obreras, por poner un ejemplo, tuvo el pasado año un superávit a nivel nacional cercano a los seis millones de euros, y que en la Región de Murcia fueron 400.000.
En el primer semestre, el trabajo de la asesoría jurídica se ha duplicado en el número de expedientes de regulación de empleo, según reconoce Joaquín Dolera. “Vamos, que las previsiones de ingresos sobre el superávit del pasado año se sitúan para este ejercicio por encima del 50%, y en otoño la incidencia de la crisis, sobre todo en la construcción, será mucho mayor”. Y dicen que estos datos se pueden extrapolar a UGT.
El incremento de las regulaciones o de las extinción de las relaciones laborales se produce en las empresas privadas y en sectores donde el nivel de afiliación no es elevado, “con lo que son más a pasar por caja”. Pero con la crisis, según el histórico, aumentan las ayudas públicas para cursos de formación o reciclaje de los trabajadores, en los que los sindicatos tienen una participación importante.
“Y hay que mantener la paz social en tiempos difíciles con acuerdos de los sindicatos con el Gobierno regional y nacional. Y eso, con subvenciones por medio, siempre allana el camino”. Curiosa conclusión del histórico: “Cuanto peor pinta para los trabajadores, mejor les va a los sindicatos”. Y dicen que esto va para largo.
Cambio de Sánchez Carrillo por Gómez Fayrén
La vicepresidencia ‘política’ del Consejo de Administración de Cajamucia parecía destinada hace un par de meses para Antonio Gómez Fayrén, ya que el ex presidente reunía el pérfil adecuado para la situación y él estaba muy receptivo a la propuesta. Sin embargo, hace un mes se produjo un giro, y el puesto recayó en el ex concejal del Ayuntamiento de Murcia y veterano empresario Antonio Sánchez Carrillo.
Por pura lógica, la última palabra para este cargo corresponde al presidente Valcárcel. Lo de que Gómez Fayrén es imprescindible en la Asamblea con una mayoría absoluta del PP, suena más a una disculpa que una justificación. Parece que el futuro político de Gómez Fayrén no ocupa mucho espacio en la agenda azul de Ramón Luis.
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2 comentarios:
No parece muy acertado el comentario sobre la vicepresidencia de Cajamurcia. Por segunda vez el intento ha resultado fallido. A buen entendedor... No se puede actuar sin contar con Egea Krauel.
Ruiz Abellán era otro aspirante, éste a la presidencia. G. Fayren aspiraba solamente a la vicepresidencia... una aspiración más modesta. Carlos Egea no dejó hueco.
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