Cuantas coincidencias en el mismo día. Los populares regionales encantados de conocer la decisión de sus dos ex compañeros de viaje, porque en la última semana no sabían que hacer con esa patata caliente que les había caído encima.
¿Han pedido la baja voluntaria, o les han recomendado en el interno que era lo mejor que se podía hacer en esta situación?, dicen que esa es la pregunta. Porque en el caso contrario tras el escándalo de la trama urbanística de Totana, con unas generales a la vuelta de la esquina, no les quedaba más remedio que expulsarles del partido. Con toda la presunción de inocencia incluida, las decisiones de la juez instructora estarán más que motivadas, con sus resoluciones con libertad bajo fianza en la mayoría de los imputados y la incondicional para el alcalde.
La decisión popular de aceptar la renuncia voluntaria de sus dos hasta ayer destacados militantes, no supone una condena interna, ni pública en el partido. Si ellos quieren defenderse por su cuenta que lo hagan, ellos se personarán como acusación pública para garantizar la limpieza del proceso.
No se les ha exigido a los dos totaneros la renuncia a sus cargos públicos. A nivel orgánico se crea temporalmente una gestora para sustituir a Morales como presidente. Se arropa al grupo municipal con con el alcalde en funciones al frente de la corporación, donde gozan de una mayoría holgada. No se exige al concejal independiente, con residencia temporal fuera de su domicilio, que renuncie a su acta municipal.
En la Asamblea Regional sucede algo parecido, con su solicitud de baja en el PP, el diputado Morales podrá defenderse tranquilamente si en los remates de la “Operación Tótem” se ve implicado, sin perjudicar a la imagen del partido. No renuncia a su acta de diputado y queda como independiente. Pertenece al grupo parlamentario popular, ya que formó parte de sus candidaturas. ¿Ahora se irá al grupo mixto a hacer compañía a Pujante el representante de IU-Los Verdes o seguirá bajo el cobijo del grupo popular como independiente hasta que se aclare el culebrón?.
Parece que con las resoluciones obligadas de ayer los populares murcianos han tirado por la calle del medio y dejan las decisiones políticas a los pronunciamientos en los procesos judiciales. En esta ocasión no han aplicado las palabras de César sobre su mujer repudiada, “no basta con que sea honrada sino también aparentarlo”. Y aquí la honradez está cuestionada por un poder independiente que se llama el Judicial. Un partido que ha afirmado que en temas de corrupción sería contundente y no miraría para otro lado.
Quizás un sector de la sociedad precisamente esperaba mayor contundencia por parte de la dirección regional ante un alcalde ingresado en prisión incondicional sin fianza, el primer caso que se da en la Región. Sería un error que la imagen de corrupción generalizada se trasladara aquí, como se empieza apuntar por la trama urbanística de Totana, aunque los cargos públicos y los partidos están para cumplir las leyes. Apunta un observador que los populares no deben olvidar como empezó y terminó la última etapa del feudo socialista en la Región.
¿Ahora le toca al TSJ tomar el asunto?
Parece que la juez instructora ha terminado básicamente ya su trabajo, ahora quedan las conclusiones y las calificaciones. Pero no se esperan nuevas detenciones por la trama urbanística totanera. Todo apunta que el siguiente destino está en el Tribunal Superior de Justicia, aunque sólo sea por el detalle de Juan Morales de renunciar a su militancia del PP, aunque manteniendo su condición de aforado como parlamentario regional.
El ex alcalde ha estado en el ojo del huracán desde el inicio de las investigaciones y tras las primeras actuaciones judiciales. Se ha sentido acosado, atrincherado y desaparecido en su trabajo como parlamentario regional. Ha dado un paso que según muchos compañeros de su ahora ex partido, debería haber dado hace una semana.
La proximidad de las generales y la lucha por el décimo diputado en Murcia dicen los populares que tiene algo o bastante que ver con esta historia, a pesar de la contundencia con la que ha actuado la juez. Según estas teorías no sería descartable que Totana fuera sólo la punta de un iceberg que se podría extender a otros municipios de la Región, y en las quinielas ya suenan varios nombres.
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