La obra estará totalmente acabada en 2009 para poder más que duplicar los actuales vuelos y pasajeros, hasta los 25 millones al año en 2020, a pesar de la hoy observada tendencia a la baja de los vuelos “charter” (durante 2006, el 80% del tráfico total en este aeropuerto) por el progresivo derrumbe del mercado inglés en favor de nuevos destinos en el norte de África, área del Caribe y China.
La afectación a las instalaciones del aeropuerto internacional de San Javier-Murcia (a tan sólo unos 65 kilómetros más al sur) no será relevante, según las mismas fuentes, al operar en la práctica en tándem como una modernizada pista auxiliar de El Altet en sus épocas de mayor congestión. Pero a lo que sí deja sin virtualidad esta ampliación, casi seguro, es al todavía no nato proyecto autonómico murciano de un aeródromo civil en Corvera (a 100 kilómetros), dentro del término municipal de Murcia capital.
El de Almería-El Alquián está a 290, el de Valencia-Manises a 210 y el de Albacete-Los Llanos a 180, y todos ellos por autovía y/o autopista con enlaces directos. El proyecto en construcción contempla, igualmente, un nuevo acceso viario a El Altet para hacerlo más accesible desde la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, cuya capital está a 65 kilómetros, y con la que ya existe una línea directa y permanente de autobuses. Un segundo proyecto contempla una terminal ínter modal, con enlace ferroviario rápido desde Elche-Murcia.
La nueva área terminal (NAT) ha sido diseñada pensando en el máximo desarrollo del Aeropuerto Transcontinental de Alicante (ATA) hasta el año 2030, tanto de la edificación como del campo de vuelos. Se ha optado por un diseño modular y muy homogéneo (tal como se aprecia en ambas instantáneas adjuntas facilitadas por AENA), que permite anexionar nuevas ampliaciones sin perjudicar a la imagen y funcionalidad finales del edificio.
Los módulos de la cubierta, de grandes luces, configuran amplios espacios diáfanos en las zonas destinadas a pasajeros, y se convierten en el elemento distintivo de la terminal, incluso desde el aire. El volumen total de obra alcanzará los 350.000 m2, según esas mismas fuentes de AENA, con una nueva terminal de seis plantas de 333.500 m2 desde los 45.800 actuales.
El aeropuerto transcontinental alicantino dispondrá también de 50.000 metros cuadrados nuevos de superficie operativa destinada a puestos de estacionamiento de aeronaves, lo que permitirá incorporar 15 estacionamientos más al número actual de puntos de parada. El Consejo de Administración de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) aprobó durante 2006 la construcción de 100.000 metros cuadrados, distribuidos entre calle de rodaje, plataforma “handling” y caminos para perímetros de áreas funcionales.
Para acometer ambas iniciativas, AENA ya licitó la obra de ampliación de plataforma y calle de rodaje del Aeropuerto Transcontinental de Alicante (ATA), cuyo presupuesto asciende a 29,7 millones de euros y con un plazo teórico de ejecución de 19 meses. El expediente de esta obra contempla, entre otras actuaciones, la citada ampliación de la plataforma hacia las áreas sur y este del nuevo edificio terminal, actualmente en ejecución, según añadieron las citadas fuentes. Asimismo, recoge una nueva calle de rodaje en el lado este, y continuación de la calle de rodaje situada al sur y que transcurre actualmente por la plataforma actual.
Además, el expediente refleja la construcción de una conexión entre la calle de rodaje paralela a la pista y la nueva zona de plataforma, así como de un nuevo sistema de suministro de combustible para los puestos asistidos del nuevo edificio terminal, que están situados en la nueva plataforma.
Otra de las actuaciones es la creación de una planta separadora de hidrocarburos, de un túnel bajo la plataforma para la conexión del nuevo edificio terminal con un futuro satélite, y la realización de todo el drenaje de la plataforma y de la Nueva Área Terminal (NAT). Esta obra es complementaria a la construcción de esa NAT, que actualmente se encuentra en una fase inicial de ejecución, y cuyas principales actuaciones son la creación de un nuevo edificio terminal, un nuevo edificio de aparcamiento, nuevos accesos, y urbanización y adaptación del actual terminal a la nueva configuración.
Esta importante actuación pública tiene como objetivo estratégico asegurar la competitividad del Aeropuerto Transcontinental de Alicante (ATA) para antes del año 2010 ante los planteamientos aldeanos de algunos políticos de regiones limítrofes, dentro de su actual “hinterland”, y poder servir así de segunda base operativa autónoma a flotas aéreas europeas en el sur de la Península Ibérica.
La inglesa “Easy Jet” (líder actual de este aeropuerto con un millón de pasajeros al año) y la española “Iberia” ya negocian ese extremo para establecer en Alicante esa segunda base operativa en nuestro país tras descartar los aeropuertos de Málaga y el de El Prat por mantener actualmente El Altet mayor número de enlaces con aeropuertos del Magreb, incluso por encima de los aeropuertos sevillano y malagueño, y ser puerta aérea de la Unión Europea desde África.
Esa cualidad, ya real, de aeropuerto transcontinental europeo por, además, los nuevos enlaces directos establecidos semanalmente durante 2006 con aeropuertos sudamericanos y su cualidad de plataforma europea hacia África conectada mediante un sólido enlace con el aeropuerto de El Prat-Barcelona, hoy el comunitario más importante en el sur de Europa, augura que la inversión estatal de 210 millones de euros del presupuesto del Ministerio de Fomento en esta ampliación resulte claramente rentable.
Este es un aeropuerto que hoy arroja unos beneficios para AENA de 40 millones de euros anuales en concepto de tasas aeroportuarias, más luego los ingresos por las actividades comerciales y concesión del “parking”. Además, en este momento, El Altet ha ganado ya con las obras en marcha un 25% más de capacidad en su T-2 provisional, por sus 22 vuelos/hora y 16 puertas de embarque tras una inversión-puente de 8 millones de euros.
Convertido hoy El Altet en el aeropuerto español más rentable para AENA, solamente por detrás de Barajas, El Prat y Málaga y, por tanto, por delante de Palma, Tenerife-Sur y Las Palmas, al rebasar todas las previsiones, al término de las obras El Altet contará con 115 mostradores de facturación, 40 puertas de embarque, 16 pasarelas y 14 cintas de recogida de equipaje.
El nuevo aparcamiento de seis niveles podrá albergar 4.150 vehículos y 100 autobuses, mientras la nueva terminal admitirá un tráfico de 10.000 pasajeros a la hora y sus renovadas infraestructuras un 125% más de operaciones, hasta las casi 1.000 al día, para consolidar su actual característica de aeropuerto turístico y verdadera cabeza de todo un “puente aéreo” con Gran Bretaña. El Altet se ha consolidado a día de hoy como el aeropuerto número uno y de referencia peninsular en vuelos “low cost”, seguido del de Málaga, y con nuevas solicitudes de “slot” en lista de espera.
La Diputación Provincial de Alicante y su Cámara de Comercio Industria y Navegación, junto a la CAM y AENA, financian ahora un estudio de potencialidad y han establecido un comité de rutas para establecer estrategias de captación de nuevas compañías aéreas portuguesas, italianas, chinas, sudamericanas, árabes y europeas del Este para El Altet, al objeto de desarrollar nuevas rutas peninsulares en el sur y el oeste, norte de África y Canarias, antes del año 2008, para así alimentar la nueva terminal, parcialmente operativa a partir de final de esa fecha.
No se quiere perder mercado, en fase de recesión de la modalidad “charter” y regulares, mirando a Manises y San Javier como la competencia cercana más directa. De ahí que se le haya ofrecido en las negociaciones con “Easy Jet” una terminal exclusiva, la provisional T-2 (antiguo bloque técnico), sólo para esta compañía líder en El Altet, con el plácet de AENA.
El ahora más que incierto proyecto del aeródromo autonómico de Corvera, cerca de la ciudad de Murcia, ya no se ve, en absoluto, rentable pese al discreto intento de casi monopolio de “Air Berlín”, de llevarse a efecto. Pierde sentido este proyecto porque su potencialidad se ha ido un tanto abajo por el turismo residencial no nato que va a limitar la nueva Ley del Suelo y que lo podría haber justificado en un principio.
Con la demanda generada de vuelos (según la estructura de precios “Ramsey” para los derechos de aterrizaje) basta y sobra por mucho tiempo con las actuales instalaciones, ampliadas y modernizadas, de San Javier (20.000 aviones y 2.000.000 de pasajeros actualmente, aunque el 50% con destino u origen en Alicante) hasta 2015, y de El Altet hasta 2025.
Esto lo deduce AENA tras conocer las características de la demanda, establecer un sistema de tarifas, una estructura productiva, medir la eficiencia, calcular costes y delimitar externalidades. La idea más racional es que el gobierno autónomo murciano se incline mejor por participar en la gestión del aeropuerto civil de San Javier y se olvide de un proyecto que nunca se consideró rentable si tiene que competir con el mega aeropuerto en que se va a convertir El Altet. (NEM)