El falso modelo de desarrollo económico de Valcárcel y su banda, engordado a base de falacias, trampas y propaganda barata, se cae tal castillo de naipes. Arruinado el ladrillo, la falta de harina se convierte en mohína que todo lo invade. Es la consecuencia lógica de que el rápido beneficio del dinero fácil haya primado sobre el talento y el sentido común. Hasta los sindicatos necesitan ahora señalar culpables y se han fijado primero en usureros, especuladores y explotadores. El pueblo necesita cabezas para vengar el fatal destino a que se ha visto abocado y los jueces ya no podrán permanecer impasibles por más tiempo.
Mientras Corvera se desinfla por días porque a 120 $ el barril de petróleo se acabó el “low cost” hasta de cruceros, y El Gorguel no despega porque entre Valencia y Algeciras no hay lugar para otro superpuerto de contenedores, la crisis fiscal que asoma en la lontananza (las haciendas locales de Cartagena y Lorca ya la acusan bastante) pronto nos hará recordar con nostalgia unos fondos europeos, estructurales y de cohesión, nunca bien aprovechados y que también comienzan a escasear, como se aprecia en la bajada en un 90% de la inversión pública de la Comunidad Autónoma en lo que llevamos de 2008. ¿No había un Plan de Dinamización? Para fantasma, el de San Esteban después del cuento irrealizable de “Contepolis” por absoluta falta de capital humano, capacitado e idóneo.
Ya hay 3.000 inmigrantes parados en Lorca, para empezar, y un total de 100.000 murcianos afectados por bastante tiempo. La emigración de murcianos (30.000 en 2007) revela que volvemos a ser una región sin futuro o de muy baja calidad en el empleo. Nuestros salarios, ya de por sí los más bajos, serán los que en España menos crezcan en 2008. La mitad de lo edificado en los últimos años, 30.000 casas en la Región, está sin vender y seguirán sin comprador ni refinanciación durante mucho tiempo. Es el dato irrefutable y dramático del día.
La morosidad hipotecaria, de consumo y comercial, amenaza pues con confirmar los insistentes rumores de quiebra técnica de entidades de crédito, que están en la mente de todos, por su excesiva concentración de riesgo en esa apuesta. Los sindicatos ya detectan problemas en las subcontratas de empresas emblemáticas por sobredimensionadas y temen que se extienda el desempleo ante la total ausencia de ventas de segundas residencias y hasta de primera en los suburbios de Murcia y Cartagena.
Las medidas anticíclicas de este atajo de osados ignorantes e inmorales políticos que nos quieren gobernar y no saben, son de risa, mientras su presidente produce ya entre pena e hilaridad porque de los hipotéticos inversores norteamericanos para desarrollar el inviable proyecto turístico de Cabo Cope, también nunca más se supo. Otro Monegros pero sin casino.
Todo son mentiras de mago al que se le ven los trucos a la primera y no causa ya emoción ni gracia en los espectadores una ilusión, más para ilusos que ilusionante.¿Qué ha sido de esa más que multimillonaria inversión industrial en Cartagena preanunciada desde su Cámara de Comercio? El único dato objetivo es que General Electric ha salido huyendo de esta conjura de necios codiciosos y que “Sabic” se ha quedado para escenificar a plazo convenido el cierre de unas instalaciones más que subvencionadas.
A la Región de Murcia empiezan a tratarla como apestada por culpa de sus políticos. ¿Quién se cree que el AVE llegará a una región sin masa crítica de potenciales viajeros por su bajo nivel de renta? ¿Quién está seguro de que el agua del Tajo-Segura no terminará siendo para el abastecimiento de un Madrid con escasez e inmigración constante pero a 350 kilómetros del Mediterráneo? ¿No es de locos pensar que el Estado cerrará San Javier, y la Academia General del Aire pues, para que el proyecto de Corvera le resulte rentable a “Sacyr”, hoy con una deuda, casi impagable, de 20.000 millones de euros?
El “lobby” cartagenero ya hizo inviable el nuevo aeródromo asegurando inversiones
multimillonarias en San Javier de acuerdo con la cúpula militar y AENA, aprovechando que las obras en el aeropuerto de Alicante servirían de coartada al ser el alternativo para un tráfico creciente que justifica de sobra el fuerte desembolso público en ambas infraestructuras
Y tal como están las cosas, ¿dónde están los inversores para enterrar 1.400 millones de euros en una dársena comercial de un puerto eminentemente energético como Cartagena? Ya no es tiempo de pelotazos por los amigos del hermano Carlos. Como se ha visto con Del Rivero en Francia, la “forma murciana de hacer las cosas” no cuaja en estos tiempos en que, por muchas y variadas razones, también perderemos la oportunidad en octubre de que el nuevo presidente de la CECA sea un paisano.
Ese tarado político de Ruiz Abellán nos quiere convencer también del camino fácil del turismo como salida para un modelo económico regional que lo tiene muy difícil en la actual deriva de la globalización y en la mutación estructural del sistema neoliberal. Ahí están los hoteles de la ciudad de Murcia a un paso de la bancarrota por una disminución alarmante de clientes mientras él y su director general de Turismo, Ángel Campos, disparan con la pólvora de todos los murcianos sin conseguir ni los más mínimos resultados porque los dos ignoran por dónde va ahora esta industria.
¿Sigue sin leer periódicos el señor consejero? Se le nota un huevo que toca de oído y que es un ocurrente. Y también es, más que evidente, que el señor Campos utiliza el dinero público para hacer su propio turismo de lujo sin rendir cuentas a nadie de los balances de su fracasada gestión. ¿Son corruptelas estas prácticas de caradura sin credenciales? Buena escuela tienen los dos para intentar vivir del sudor ajeno toda su vida.
El demagogo de tercera, devenido en descerebrado político, en que se va quedando un Valcárcel sin saber ahora dónde ir (Hacienda le impedirá emitir deuda pública regional si es que lo intenta), tiene sumida a la Región en una incertidumbre de tal naturaleza, que las quiebras empresariales amenazan con desbordar los juzgados competentes. Los funcionarios de Justicia no dan abasto con providencias de embargo por doquier, desde los polígonos industriales a los “resort”. Aquí no paga nadie…porque ya no se puede. Afloran así las miserias del modelo equivocado.
Un tercio de la riqueza acumulada ya la hemos consumido en 2007-2008 por falta de crecimiento económico mientras los nuevos centros comerciales parecen tener un incierto futuro inmediato por falta de compradores. Tanto en “Nueva Condomina” como en “Thader” se han cerrado ya algunos locales (por no hablar del “Mandarache” cartagenero) mientras en la capital regional la oferta se ensancha cada día en medio de una depreciación relativa del metro cuadrado construido o por construir, ya ni se sabe.
La morosidad por desempleo amenaza con eclosionarlo todo porque hasta las calles están llenas de coches con el cartel de “Se vende”. Murcia, Cartagena y Lorca (donde no quiere ir ahora “El Corte Inglés” ante su fracaso cartagenero y porque no le ve futuro a esta amplia comarca agrícola, donde la venta de coches se ha desplomado desde enero) conocen una disminución del 50% en las compras habituales ante la inseguridad laboral y la falta casi absoluta de financiación a las empresas por ausencia de garantías de devolución.
Decía Pío Baroja que el público cree con la mayor facilidad las más grandes necedades. Pero ahora el caos alumbra al PP, aquí y allá, mientras la sombra de Calero el Viejo comienza a ser alargada.
Atención a “Moody´s, “Standard & Poor´s” y “Fitch”
Antes de hacer caso a los rumores, probablemente verosímiles, sobre la mala situación de liquidez de determinadas entidades financieras entrañables y de ir a molestar a los asesores empresariales y fiscales para hacerles decir, “si te quedas más tranquilo, sácalo”, ahora sí conviene estar pendiente de la periódica calificación técnica de solvencia que emiten estas tres agencias privadas especializadas (“Moody´s, “Standard & Poor´s” y “Fitch”) por estar hoy bajo la lupa inexorable del Banco Central Europeo.
Su pronunciamiento y dictamen es la única opinión objetiva que debe guiar nuestro criterio a la hora de trabajar con una u otra entidad de crédito y ahorro, y más concretamente con sus diversos productos de inversión, sometidos también a la consideración de estas agencias calificadoras de riesgo. La alternativa no es el calcetín.
Aparte de la garantía legal que asegura el Banco de España con la obligación de provisionar cualquier crédito, el suministro de liquidez que subasta semanalmente el Banco Central Europeo, aleja por el momento el peor de los escenarios imaginables sin descartar por completo ningún supuesto desagradable a medio plazo.