MADRID.- El caso es que el teléfono móvil de Facundo Armero podría representar una radiografía de su poder. Sus tentáculos alcanzan al poder político, a la Delegación de Hacienda, a los juzgados, quién sabe a qué otros organismos de la Administración, incluida la propia Comunidad Autónoma de Murcia, donde cunde la preocupación porque las conversaciones de Facundo hayan sido intervenidas, según revela hoy "El País" .
Y es que su teléfono es una herramienta que no descansa a lo largo del día. Durante las semanas previas a las elecciones municipales de 2007, las llamadas se suceden una tras otra. No es Facundo un político. No es un candidato. Ni es un hombre de partido. Él es un constructor, un hombre de origen modesto que empezó como albañil. Para no tener un interés personal en la cita electoral, hay demasiados alcaldes y concejales que le consultan sus inquietudes, algunas tan particulares como si le parece bien que tal o cual persona vaya en unas listas. Facundo Armero parece residir en el centro de gravedad de muchas cosas en Murcia.
El 27 de mayo de 2007 es jornada electoral. Las municipales. A las diez y media de la mañana Facundo llama a su hermano, que le hace una pregunta que podría parecer sorprendente: "¿A quién debo votar?". Facundo le responde que "al Partido Popular". Su hermano le sugiere que llame a su ahijado porque "se ha encaprichado de una candidata del PSOE". Ambos comentan algo de unos votos que ya están preparados. Parece muy interesado en lo que pueda pasar ese día. Y cierto es que la jornada fue intensa: utilizó el teléfono 101 veces. Lo que no sabía Facundo era que, desde el 10 de abril de ese año, la Guardia Civil escuchaba sus conversaciones.
Comenzaba el enésimo proceso judicial en un municipio murciano. Y esta vez le tocaba a él.
Porque Murcia tiene un problema. Diecinueve de sus 45 municipios están incursos en procedimientos judiciales, la mayoría de ellos relacionados con el urbanismo y la corrupción. Es un porcentaje demasiado alto, máxime si los municipios afectados son los más importantes de la comunidad. Hay 19 alcaldes en apuros, todos del PP, excepto el independiente de Ojós (imputado por corrupción de menores) y el ex alcalde socialista de Los Alcázares. Junto a ellos están imputados una buena cantidad de concejales, funcionarios y empresarios.
Armero, sin embargo, es el protagonista del último caso. Y el suyo no es menor porque Facundo es uno de los principales constructores de Murcia. Propietario de 44 sociedades, había vendido hace unos meses su participación en Polaris World, la constructora estrella de Murcia. La venta le proporcionó 300 millones de euros: un fondo de inversiones suizo y un grupo de empresarios locales se quedaron con su parte. Los motivos de aquella venta no han sido suficientemente aclarados. Todo indica que Facundo prefiere ir por libre. Por su forma de funcionar, parece que sabe cómo atar todos los cabos.
Facundo es persona de costumbres sencillas cuando no está trabajando pegado al teléfono. Le gusta, como a tanta gente, los toros, el fútbol y acudir de vez en cuando a alguna fiesta nocturna. La vida le sonríe y le permite disfrutar de sus aficiones de una forma privilegiada: si es necesario fleta un avión privado para presenciar una corrida de la Feria de Abril en Sevilla. O acude al Camp Nou para ver a su equipo favorito, el Barcelona. Así pudo disfrutar de aquel gol de Messi ante el Getafe en la Copa del Rey. Un golazo. "Dicen que mejor que el gol de Maradona", comentaba entusiasmado por teléfono.
No tuvo estudios. Comenzó de albañil, llegó a oficial, montó su primera empresa en Torrepacheco, de donde es natural, y fracasó. Dejó deudas, y todavía hay gente que lo recuerda porque no las satisfizo nunca. Sin embargo, en la biografía de Facundo Armero, como en la de tantos hombres que han terminado llegando al éxito, hay golpes de fortuna. Uno le llegó de forma imprevista, cuando, casi arruinado, tuvo la oportunidad de hacerse socio de un vecino del pueblo al que le acababa de tocar la lotería. Entonces, pudo restablecer su negocio y dar sus primeros pasos como constructor.
Le empezó a ir tan bien que en 2000 vio otra oportunidad al lado de otro industrial de la localidad, Pedro García Meroño, con quien fundó la empresa Polaris World, un nuevo concepto de hacer urbanismo aprovechando el boom de la construcción. En cuatro años, la empresa factura 600 millones de euros y pasa por ser la niña bonita de la región de Murcia. Polaris World posee 40 millones de metros cuadrados de suelo urbanizable y sus proyectos prevén la construcción de 45.000 viviendas.
A pesar del éxito, Facundo Armero ha sabido mantenerse en un segundo plano. Dicen quienes le conocen que, aunque carece de estudios, tiene un talento natural para mover sus hilos, para colocar peones en puestos estratégicos. A diferencia de otros constructores de origen humilde, Armero no es un hombre de excesos ni de ostentaciones, no busca la portada de los periódicos. Es amable en el trato, pero no perdona si algo se interpone en su camino. Y como él mismo dice, considera que "todo tiene un precio". Ésa es su máxima y puede que el tiempo le haya dado la razón.
El centro neurálgico de Polaris World está en Torrepacheco, donde culminó su primera urbanización. Y tanto el pueblo como sus alrededores pueden considerarse el área de influencia de Facundo Armero. Ningún terreno ha cambiado de calificación en esa zona de España sin su conocimiento y, desveladas sus conversaciones telefónicas, cabe la presunción de que sin su consentimiento.
Daniel García Madrid, actual alcalde de esa localidad, fue con anterioridad abogado de Facundo Armero. De hecho, siendo ya alcalde todavía defendió algunos casos pendientes, según documentación que consta en el sumario del caso. Una concejala de esa misma localidad ha sido empleada suya. Otros alcaldes y concejales, en Fuente Álamo por ejemplo, localidad próxima a Torrepacheco, o Alhama, donde Polaris lleva a cabo una fuerte inversión, le llaman, le consultan, tienen un trato familiar con Facundo. Su teléfono irradia poder: empresarios e intermediarios le informan de asuntos en marcha, de buenas oportunidades en otros municipios para hacer dinero. Facundo parece el factótum.
Sus conversaciones con el alcalde de Torrepacheco, Daniel García Madrid, son diarias. Lo mismo sucede con ediles de Fuente Álamo. Tratan de asuntos urbanísticos, de lo que se deduce que Facundo tiene un conocimiento anticipado de cuanto papel se va a mover en cada municipio. Y cuando se acercan las fechas electorales, el diálogo también trasciende a la política municipal. El trato es muy familiar. Demasiado familiar. Por el contenido de las conversaciones, puede interpretarse que Facundo es algo más que un consejero.
Por ejemplo, cuando una concejala de Fuente Álamo le llama para decirle lo siguiente:
- Oye, la jefa [por la alcaldesa María Antonia Conesa] me ha dicho que tienes que venir para acá... pues la campaña ha comenzado y las perras hacen falta.
Fechas después es la propia alcaldesa quien llama:
-Me tienes que traer lo de los toros... la pagamenta... siempre te enganchamos para lo mismo.
Pero es con Daniel García Madrid con quien parece tener mayor afinidad. No es extraño, habiendo sido su abogado. Daniel le consulta todo e incluso le pide dinero para un amigo sin dar demasiadas explicaciones. "Una persona amiga mía necesita 16.000 euros urgentemente. Los necesita mañana. Son para pagar una póliza", dice el alcalde. Y Facundo se muestra dispuesto a satisfacerle.
La conversación más sorprendente es la que mantienen Armero y el alcalde de Torrepacheco con motivo de la confección de las listas electorales del municipio. La llamada se produce a las 22.52 del 12 de abril de 2007. El alcalde le pregunta a Facundo.
- ¿Si pongo a Celi [en la lista de las municipales] me vas a decir que sí o que no?
- Hombre, yo te voy a decir que si quiere estar ella pues, ¿por qué no? ¿Has hablado con ella?
- No he hablado con ella, por eso te pregunto a ti. ¿Si la pongo me vas a decir que sí o que no?
Entre risas, Facundo da por buena la decisión del alcalde, aun cuando Fina, otra concejala, le llama posteriormente para comentarle que la han puesto en el lugar número 8 de las listas y que merecía ser la número 2. En esas mismas fechas, otra concejala le dice a Facundo:
- Ya tenemos el programa electoral. A ver si le puedes echar un vistazo.
Conversaciones de similar contenido se suceden durante las semanas previas a la convocatoria electoral. También le llama el alcalde de Alhama para comentarle los sinsabores que ha tenido para elaborar la lista y su decepción ante algunos nombres que le han obligado a meter.
El día 25 de mayo tiene una importancia esencial. Cerca de la una de la madrugada, el alcalde de Torrepacheco recibe la llamada de Fernando de la Cierva, consejero de la Presidencia de la Comunidad Autónoma de Murcia. Fernando le explica que un informante le ha dicho que puede haber un asunto judicial relacionado con el alcalde en el juzgado número 4 de San Javier. El consejero le pregunta al alcalde si sabe algo y éste lo niega. Se interesa también por saber si el asunto tiene algo que ver con Facundo. Y, finalmente, le pide que trate de averiguarlo.
-Movilízate mañana mismo.
- Venga, de acuerdo.
- Vale, y yo también tengo gente movilizada, y si cualquiera nos enteramos de algo nos llamamos, ¿vale?
Una hora después, el consejero y el alcalde vuelven a hablar. El consejero llega a decir que la jueza del caso "es pepera" y "se está resistiendo" y le da nuevas instrucciones:
- Pues vete al procurador, que se vaya al libro de diligencias del juzgado, que él tiene acceso porque puede consultar sus asuntos, y que vea si hay algo que haya entrado en los últimos días; y sobre todo, si está, me dicen que estaría secreto.
- ¿Secreto?
- Sí, me dicen eso.
A primera hora de la mañana, quien llama al alcalde es Alberto Garre, diputado nacional del PP. Se interesa por el asunto, le solicita que averigüe lo que pueda y, sobre todo, que no lo comente con nadie. El alcalde ha sido avisado por un consejero de la presidencia y por un diputado del Congreso, dos pesos pesados del PP murciano.
Las pesquisas rinden éxito bien pronto: a mediodía, es el consejero de la Presidencia quien informa al alcalde de que hay un procedimiento contra él y que en el mismo está implicado Facundo. El consejero le dice al alcalde que el presidente de la Comunidad, Ramón Valcárcel, ha sido informado de ello.
En fechas posteriores, Fernando de la Cierva le confirma al alcalde que su teléfono ha sido pinchado: deben preparar una estrategia. Desde entonces, el alcalde evita hablar por teléfono. Y cuando lo hace, aprovecha para enviar saludos a quienes le puedan estar escuchando e incluso insulta al fiscal encargado del caso.
¿Qué pasaba entonces con Facundo? Sus conversaciones posteriores pertenecen al secreto del sumario, pero parece evidente que fue informado.
Facundo Armero ha tenido que declarar ante la juez y está imputado, así como el alcalde de Torrepacheco, la alcaldesa de Fuente Álamo, cuatro concejales, el arquitecto técnico y otros funcionarios.
Desde entonces, Facundo no ha hecho ninguna declaración. Se ha mantenido al margen, como siempre. Pero su poder no se ha esfumado. Eso lo saben muy bien en Murcia.