Saura y Jara, mucho me temo, acaban de quemar todas las naves y hasta de volver a engañar a Zapatero, quizás sin pretenderlo en algún caso. El resultado de marzo será así un desastre aún mayor que el de las municipales y autonómicas de mayo. La lista socialista de Murcia parece hecha por el peor enemigo murciano del Presidente del Gobierno, y hasta inspirada desde algunos despachos de la caverna regional, cuyo objetivo estratégico es dinamitar desde aquí al nieto del capitán Lozano y sepultarlo políticamente para siempre en León. Colaboradores espontáneos creo que no le faltan en el interior del PSRM después de conducirlo, por exclusión, a una situación en parte nihilista. Saura no ha controlado del todo la situación y se ha fugado hacia delante.
La moral en la sede de los socialistas murcianos es de abierta derrota al proyectar las cifras del 27-M. Cuentan, quienes asisten a las reuniones de los órganos del partido, que Saura y Jara se han vuelto en privado un par de pesimistas en cuanto a posibilidades del resultado electoral. No aspiran a sacar más de tres escaños y un senador (que es seguro porque el PP, según la ley, sólo puede presentar tres candidatos) pese al cabeza de cartel de lujo y la que está cayendo encima del PP de Valcárcel con una presunta corrupción generalizada. Y eso, cuando sólo cuatro o cinco escaños en todo el país van a decidir si Zapatero puede seguir con soltura la labor de una mayor cohesión social en España o tiene que ir a maniatarse de nuevo en una peor alianza con los insolidarios nacionalistas. Nada más y nada menos que todo eso está en juego.
Pero la realidad es que nadie en el PSRM se pone a trabajar a fondo a la sociedad murciana para conectar con sus verdaderos problemas y ofrecer soluciones progresistas alternativas. Así, sí se le podría dar la vuelta a una derrota anunciada, y resignada, que sólo conviene a las fuerzas lúgubres de la reacción y corrupción estructural que hoy atenazan a la Región de Murcia y que, hace tan solo unos días, han logrado en Alhama hacer que el PSRM se queme en la pira del descrédito democrático por la debilidad de Jara a la hora de negociar alianzas "contra natura". A la política urbanística de Zapatero el ex concejal de Ceutí le ha arrancado allí un brazo, él solito.
Pero, claro, la mayoría de esos candidatos desvelados tiene pendiente la "mili" de la calle y ahora apenas les queda tiempo para proyectarse y poder ayudar a Zapatero a no perder La Moncloa el 9 de marzo, cuando una seria crisis económica ya sea innegable y esta lista de listos no tenga argumentos, ni respuestas ni propuestas creíbles y realistas para, al menos aguantar el tirón. ¿Es que no se podía haber trufado la candidatura provisional con figuras progresistas, de prestigio y autoridad, provenientes de la mejor sociedad civil regional, para apuntalar mejor a Bermejo? Todo un desequilibrio en favor del pasado es lo que se aprecia a simple vista.
¿Qué pintan dos sujetos tan vulnerables, como Hurtado y Abellán, en el nuevo Grupo parlamentario socialista del Senado? Por aquí, la supuesta vieja corrupción socialista regional, desahuciada por el electorado en sus feudos de Ceutí y Jumilla recientemente, se ha colado en esa lista, "rejuvenecida" que dice Saura. Hay que sentirlo, en primer lugar, por Bermejo y, en segundo, por la España de vanguardia y más europea. La dirección del PSRM ha sucumbido a las presiones de la Murcia más profunda, pensando que el ministro se vuelve luego a Madrid y ellos se ganan ahora las prebendas y lentejas en Cartagena, donde manda el PP.
Ni Manuel Hurtado, que sin remisión ha venido esquilmando a un municipio humilde durante más de un cuarto de siglo con gastos, sueldos y dietas desproporcionados a su presupuesto ordinario, puede hipotecar ahora políticamente a un Zapatero que va apretado, ni un alcalde en minoría por rechazo de IU, como Francisco Abellán (entregado al ladrillo más descarado y fundamentalista), puede sortear la reválida de los electores a través de la designación por la Asamblea Regional, cuando ha venido utilizando su anterior escaño en el Senado (no lo conocen ni los ujieres, dice Juan Redondo) para viajar a Madrid también a otros menesteres, emulando al viejo capo político de Hurtado, igualmente repudiado por IU en su pueblo. Ambos juegan a seguro y no le van a deber nada a Zapatero cuando lleguen al Senado.
La izquierda volátil murciana, que no es sólo tal sino coherente y honesta básicamente, no dará así cheque en blanco a un partido que enciende una vela al Bien y otra al Mal. Por lo menos, IURM ha demostrado capacidad de maniobra ante el disparate y la puñalada de los "enanos" y compañeros de viaje en la espalda de Zapatero, y buena parte de ese voto asqueado, más desmovilizado todavía ahora desde Princesa, acabará finalmente apoyando a un Dólera que tiene más que acreditada su honradez y una trayectoria política intachable y esforzada en la Asamblea Regional. El cuarto escaño será suyo y puede que hasta el quinto, que procura el empate y aleja de la zona de peligro al presidente del Gobierno por mérito ajeno que no de los suyos.
Pero es que, además, se observa en la lista propuesta a Ferraz, gente sin ningún perfil profesional o político, excepto Javier Mármol (el "delfín" de Saura), y sin ningún poder social, preceptivo para poder aspirar con cierto éxito a detentar poder político. Eso, sin hablar ya de algún currículo, más virtual que real. Al señor Jara le encanta jugar con gente amateur pero al electorado no se le pueden meter "morcillas", so pena de perjudicar al resto de la candidatura y minar, aún más, su posibilidades de salida. El futuro no está escrito, seguro, pero parece como si algún socialista quisiese "a priori" no conjurar una derrota, que agarrota y humilla por injusta.
La acción política del PSRM se basa, sospechosamente, demasiado en la denuncia del déficit del adversario en el tema de la corrupción; fórmula que no resultó exitosa en la anterior cita electoral. Y, excepto en algún caso aislado, no en el trabajo de campo y el día a día entre colectivos sociales susceptibles de identificarse con el programa de los socialistas. Que dos estimables amas de casa y un recurrente portavoz del partido no dejen de piar a través de ruedas de prensa desde la Asamblea Regional, está muy bien, es cómodo, pero resulta insuficiente. Como campaña política no resulta suficiente por el método de saturar los juzgados murcianos de lo penal por mucha razón que se tenga.
No se qué pensará de todo esto mi reconocido ministro de Justicia. Pero parece urgente su intervención personal con Zapatero antes de que el proceso puesto en marcha, y posiblemente controlado a distancia por la corrupción institucional murciana, se consolide y haga metástasis en el interior del PSOE de Zapatero. Aún se está a tiempo de rectificar en Ferraz a la hora de aprobar definitivamente las candidaturas por el Comité Federal porque desde Lorca, el brazo alargado de Miguel Navarro también le manda a Zapatero otro "caballo de Troya" en esa propuesta bastante envenenada. ¡Menuda celada, maestro!
Quizás es que la vieja guardia no le perdona al presidente del Gobierno, ni desde el Valle del Guadalentín, la Vega Media o el Campo de Cartagena, haberla dejado sin el recurso caciquil, como argumento político, de la escasez de agua por haberla solucionado con desalinizadoras para los mínimos.
Visto lo visto, aquí cabe ya pensar de todo. Saura, posiblemente, haya evacuado la menos mala de las propuestas vista la guerra civil larvada en el seno del PSRM. La presencia de Navarro y Hurtado en el mitin de apertura de Lorca ya presagiaba un pacto entre el pasado y el presente para condicionar el futuro. Ahora está más claro todo. Pero, ¿merecía la pena quemar a Bermejo montándolo en el mismo barco con los imberbes desconocidos y las viejas glorias del partido, tocadas del ala?
Resta saber cuál ha sido el verdadero papel de Jara en todo este despropósito. Y, sobre todo, por qué ha sido más fiel a su ancestral jefe político, Hurtado, que al PSRM y Zapatero. Los viejos demonios del socialismo murciano siguen campando a sus anchas.
Bermejo no ha influido para nada en la composición de su propia candidatura. Hurtado lo ha condenado, a través de su "adelantado" en Princesa, al papel de reina madre aunque sea más un puro mascarón de proa para que consiga los votos que los murcianos avisados le niegan a la vieja corrupción socialista de los años 80-90. Le ha dado la vuelta a la maniobra de Saura de conseguir al mejor de los candidatos posibles. Total, para quedarse igual o peor que estaban.