En los últimos años, y desde aquella del "No a la guerra" convocada por el Foro Social, no se había visto en la ciudad de Murcia una manifestación tan numerosa, y mucho menos en defensa de la naturaleza, que es garantía de futuro, ya que en junio del año pasado los asistentes no pasaron de quince mil. En esta ocasión el discurrir de la manifestación tardó más de dos horas en llegar a la sede del gobierno autónomo y en su transcurso se unieron muchos ciudadanos que paseaban o estaban de compras por la ciudad, aprovechando la excelente tarde primaveral. Una imagen de búho real, especie protegida, era exhibida como mascota festiva por miembros de la Asociación de Vecinos para el Desarrollo sostenible del Garruchal (ADESGA).
La convocatoria preocupaba, especialmente en fecha tan próxima a la cita electoral del próximo día 27, al gobierno extremista de Valcárcel ante la tendencia apuntada en las últimas encuestas en su poder por señalar cierto desplome de la opción del PP frente a la alternativa que representan los partidos de la concertación democrática regional: PSRM, IURM y UDeRM. De hecho, Ruiz Vivo, ahora en funciones de censor desde la sede regional del PP en la ciudad de Murcia, lanzó la consigna a los medios de comunicación subvencionados por Presidencia desde San Esteban de que minimizasen, e incluso silenciasen, la verdadera magnitud de esta protesta por adelantar el estado de ánimo del electorado murciano y al objeto de evitar el efecto contagio y/o la empatía con los convocantes.
Cuando los manifestantes llegaron a la altura de la oficina que ‘Polaris Golf’ tiene en la Gran Vía Salzillo, un grupo de jóvenes aprovechó para llenar de pegatinas la fachada, al tiempo que la comitiva hacía un breve alto junto al nuevo domicilio del presidente Valcárcel, un piso de 300 m2 obtenido a precio de ganga gracias a sus privilegiados contactos con diversos promotores sospechosos de ser más especuladores y que viene siendo objeto de polémica desde hace ya varios meses. La participación de numerosos ciudadanos, pertenecientes a algunas de las asociaciones de vecinos federadas en la Región de Murcia, hizo posible el éxito de una participación muy activa y prometedora por lo que significa de concienciación medioambiental.
En declaraciones previas al inicio de la marcha, el portavoz de la plataforma convocante, Héctor Quijada, dijo a los medios de comunicación que "Murcia es la comunidad autónoma desarrollada que "peor gestiona su territorio". Añadió que "actualmente no hay ningún rincón de la Región que se salve de la especulación urbanística porque desde el Gobierno regional se dan facilidades para que seamos el solar de Europa y la construcción campe a sus anchas".
Uno de los objetivos de la manifestación era exigir "que desaparezcan los convenios urbanísticos, que se paralicen los planes más impactantes y que se tenga en cuenta la voz de la calle, que grita 'Murcia no se vende'", aseguró el portavoz de la plataforma.
Respecto al alto precio de la vivienda, Quijada denunció que el de Valcárcel "es un modelo antisocial que provoca que la vivienda sea cada vez más cara; por eso, este año, sumamos a la convocatoria la reivindicación del derecho a una vivienda digna".
El portavoz de 'Murcia no se vende' denunció que "o es mentira que falta agua o no se entiende que se vayan a crear 800.000 nuevas viviendas y más de 50 campos de golf". En este sentido, agregó que "no estamos dispuestos a que se paguen desaladoras con dinero público para abastecer a estas urbanizaciones".
Sobre el agua desalada, Héctor Quijada se mostró a favor de la "destinada al déficit de la agricultura y para cubrir las necesidades de la población ya existente", pero no como gasto público para legitimar que se especule con el territorio.
"Este modelo de crecimiento es muy peligroso porque se basa en la construcción y en cualquier momento puede pincharse la burbuja inmobiliaria, lo que provocará un parón en la economía". Por todo ello, añadió, "no pueden vendernos que es el modelo económico del futuro porque sólo crea trabajo precario y temporal, y no produce ningún beneficio una vez que esta hecho, sólo gastos".
Respecto al territorio reclasificado en la Región de Murcia, Quijada recordó que entre los años 1987 y 2000, Murcia redujo su superficie de bosques en más de 6.000 hectáreas, que equivaldrían a más de 6.000 campos de fútbol, según datos del Observatorio de la Sostenibilidad recogidos por este portavoz.
Luego, durante la manifestación, se repartieron unas pegatinas en inglés en las que se da la bienvenida a los que vienen a respetar el entorno y disfrutarlo, y se cierran las puertas de la Región a quienes vienen a destruirlo.
En diversas pancartas se pusieron de relieve algunas de las zonas "afectadas" por el modelo de desarrollo del Gobierno de la Región, como La Zerrichera, el Mar Menor, Sierra Espuña, Calblanque, Cabo Cope, y Puerto Mayor, enclaves de parques naturales protegidos.
Durante el transcurso de la manifestación, las miles de personas que asistieron corearon consignas como "La Región de Murcia no se vende, gobierne quien gobierne", "los huertanos y huertanas, no juegan al golf", «salvemos nuestra tierra de golfos y especuladores», «las tortugas moras, los búhos reales, las espigas o los robles, no juegan al golf», «queremos una tregua permanente, que paren los resort indefinidamente», "No queremos un mundo Polaris" y "Valcárcel al banquillo con la mafia del ladrillo", a la vez que se ondeaban diversas banderas pero especialmente una de la Región de Murcia.
Durante el transcurso de la manifestación, las miles de personas que asistieron aunaron sus voces para denunciar la situación con frases como "Murcia corrupción, destruye la Región", "Tanta corrupción te sube la tensión", al tiempo que cantaron al unísono advirtiendo que "No, no nos moverán porque esta tierra es nuestra"
La multitud coreó eslóganes como “Donde estalla un ladrillo, está Sánchez Carrillo”, “Basta de ladrillo, Valcárcel al banquillo”, “Valcárcel, a la cárcel” o “Alibote, alibote, Valcárcel el que no vote”.
Destacaba la presencia de notables de la sociedad civil regional como Paco Jarauta, Antonio Campillo, Caridad de Santiago Restoy, Ángeles Trujillo, Gabriel Navarro, Felipe Iracheta, Alicia Poza y Patricio Hernández, del Foro Ciudadano y que portaban su propia pancarta; por el Foro Social estaban Joaquín Sánchez y Paco Morote; Miguel Ángel Esteve, Julia Martínez y Pedro Belmonte, por Ecologistas en Acción; Pedro García y otros, por ANSE; de la Plataforma por el carril–bici de Cartagena, ‘Vía Libre’, destacaba José Ángel Vivancos, y por Azogue-Arcoiris, Marcela Crespo y Vicente Cervantes.
Junto a una gran pancarta que decía "Sierra Espuña no se vende", los candidatos de IU+Los Verdes en el Bajo Guadalentín, entre ellos, Miguel Carrasco, de Águilas, y David Fernández, de Mazarrón.