MURCIA.- El Gobierno regional, a través del Instituto Murciano de Investigación y
Desarrollo Agrario y Medioambiental (IMIDA), incrementó en 2023 un 25
por ciento los controles sanitarios de la vid, lo que ha contribuido a
garantizar la producción y asegurar la calidad del vino en España.
De hecho, el Servicio de certificación sanitaria de vid es el único autorizado por el Ministerio de Agricultura para realizar esta labor, un trabajo que se realiza en la Región de Murcia desde 1980.
Esta trayectoria le ha permitido éxitos como el de ser el primer laboratorio de Europa en detectar ciertos virus, como variantes del enrollado, que afectan a la maduración de la uva y que puede poner en peligro la producción y, por consiguiente, causar importantes pérdidas económicas para los viticultores, pues en algunos casos la única solución es arrancar las plantas.
El director del IMIDA, Andrés Martínez, afirmó que "este servicio contribuye a garantizar la producción de los viticultores, pues al adquirir las plantas certificadas en viveros libres de virus se aseguran de que la importante inversión de dinero y tiempo que realizan para la producción de uva, tanto de mesa como para vino, tendrá éxito, pues la vid suele tardar hasta cuatro años desde que se planta hasta que da una producción aceptable".
Como ejemplo, Martínez destacó que "el virus del entrenudo corto puede reducir hasta el 70-80 por ciento de la cosecha y acorta la vida de las cepas; y, por su parte, el virus del enrollado puede llegar a producir importantes pérdidas económicas, ya que reduce la producción y no permite madurar la uva".
El servicio ha evaluado hasta la fecha unas 5.400 plantas de toda España, con lo que el IMIDA ha contribuido desde la Región de Murcia a que el material vegetal de vid y los viveros autorizados tengan un estado sanitario óptimo para su comercialización, tanto nacional como internacionalmente.
Carlos Ventura Padilla, responsable del Servicio de certificación sanitaria de vid del IMIDA, explicó que el diagnóstico y detección de virosis de vid se realiza mediante indexaje biológico, test serológico (ELISA) y análisis molecular mediante PCR.
Además, Martínez puso de manifiesto que "el IMIDA es el único organismo en España que desarrolla la técnica de indexaje biológico para detección de virus de vid, una técnica que consiste en injertar una planta de la que no se conoce su estado sanitario sobre una planta indicadora sana, para identificar el tipo de virus".
Este servicio, destinado inicialmente a la certificación clonal sanitaria de vid, ha ampliado recientemente sus servicios para dar respuesta a la lucha contra virus que puedan poner en peligro la cosecha de cultivos, como el caso del virus rugoso, que puede afectar a la producción del tomate y causar pérdidas millonarias en el sector.
De hecho, el Servicio de certificación sanitaria de vid es el único autorizado por el Ministerio de Agricultura para realizar esta labor, un trabajo que se realiza en la Región de Murcia desde 1980.
Esta trayectoria le ha permitido éxitos como el de ser el primer laboratorio de Europa en detectar ciertos virus, como variantes del enrollado, que afectan a la maduración de la uva y que puede poner en peligro la producción y, por consiguiente, causar importantes pérdidas económicas para los viticultores, pues en algunos casos la única solución es arrancar las plantas.
El director del IMIDA, Andrés Martínez, afirmó que "este servicio contribuye a garantizar la producción de los viticultores, pues al adquirir las plantas certificadas en viveros libres de virus se aseguran de que la importante inversión de dinero y tiempo que realizan para la producción de uva, tanto de mesa como para vino, tendrá éxito, pues la vid suele tardar hasta cuatro años desde que se planta hasta que da una producción aceptable".
Como ejemplo, Martínez destacó que "el virus del entrenudo corto puede reducir hasta el 70-80 por ciento de la cosecha y acorta la vida de las cepas; y, por su parte, el virus del enrollado puede llegar a producir importantes pérdidas económicas, ya que reduce la producción y no permite madurar la uva".
El servicio ha evaluado hasta la fecha unas 5.400 plantas de toda España, con lo que el IMIDA ha contribuido desde la Región de Murcia a que el material vegetal de vid y los viveros autorizados tengan un estado sanitario óptimo para su comercialización, tanto nacional como internacionalmente.
Carlos Ventura Padilla, responsable del Servicio de certificación sanitaria de vid del IMIDA, explicó que el diagnóstico y detección de virosis de vid se realiza mediante indexaje biológico, test serológico (ELISA) y análisis molecular mediante PCR.
Además, Martínez puso de manifiesto que "el IMIDA es el único organismo en España que desarrolla la técnica de indexaje biológico para detección de virus de vid, una técnica que consiste en injertar una planta de la que no se conoce su estado sanitario sobre una planta indicadora sana, para identificar el tipo de virus".
Este servicio, destinado inicialmente a la certificación clonal sanitaria de vid, ha ampliado recientemente sus servicios para dar respuesta a la lucha contra virus que puedan poner en peligro la cosecha de cultivos, como el caso del virus rugoso, que puede afectar a la producción del tomate y causar pérdidas millonarias en el sector.
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