Desde el colectivo, en un comunicado, han criticado que el documento "pretendía suprimir, sin ofrecer alternativas eficaces y únicamente a los agricultores europeos, hasta el 65 por ciento de las soluciones fitosanitarias empleadas para hacer frente a las plagas y enfermedades de los cultivos".
Con este votación, ha valorado Ava-Asaja, el PE "atendió el clamor de todo el sector agrario", que llevaba "varios meses alertando de las graves consecuencias que hubiera tenido la adopción de este reglamento para la competitividad y la autosuficiencia alimentaria europea".
Así, la asociación ha celebrado este posicionamiento de los europarlamentarios, a quienes se había dirigido en "multitud de ocasiones", tanto de manera directa como mediante su organización nacional ASAJA y el COPA-COGECA, para solicitarles un voto en contra de dicha iniciativa.
AVA-ASAJA ha apuntado al respecto que el informe de impacto realizado por la Universidad de Wageningen, que es "referente mundial en el ámbito agrario", concluyó que la aprobación del SUR provocaría "una pérdida del 20% de la producción vegetal europea y, por tanto, un aumento de los precios de los alimentos para los consumidores".
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, ha considerado que la clase política "por fin da una buena noticia al sector agrario, se pone al lado de sus agricultores y no agacha la cabeza ante el falso pretexto del ecologismo radical que tanto daño está haciendo a los productores y consumidores europeos".
Agua ha advertido de que, "si nos quedamos sin fitosanitarios eficaces para cuidar las plantas ante plagas y enfermedades, produciremos menos alimentos y serán todavía más caros", y ha apostado por "actuar desde la ciencia y el consenso con el campo para que los agricultores y ganaderos sigamos siendo los primeros ecologistas de Europa".
En este contexto, ha reiterado la necesidad de establecer reciprocidad en los acuerdos comerciales con países terceros, de tal manera que todas las exigencias que la UE decida aprobar a los productores europeos, como la prohibición de determinadas materias activas fitosanitarias, "también sean de obligada aplicación para las producciones foráneas con destino al mercado comunitario".
También La Unió llauradora i ramadera ha considerado una "gran noticia" para el
sector agrario valenciano el rechazo del Parlamento Europeo (PE) a la
propuesta de la Comisión del reglamento de imponer la reducción a la
mitad el uso de productos fitosanitarios para la protección de los
cultivos contra enfermedades y plagas. La organización había pedido a
los eurodiputados españoles que votarán en contra.
La
propuesta de reglamento de la Comisión habría puesto, de salir adelante,
en "serias dificultades" al sector agrícola para mantener en "buenas
condiciones sanitarias" sus producciones, según ha advertido el
colectivo en un comunicado. De hecho, ha apuntado que algunos cultivos
"sería imposible mantenerlos" en sus zonas tradicionales al encontrarse
implantados en "áreas sensibles" en las que las prohibiciones serían
"aún más estrictas".
Para La Unió, las reducciones del uso de
fitosanitarios que pretendía imponer la propuesta eran "inasumibles"
para el sector "si no se destinan recursos científicos, técnicos y
financieros suficientes para buscar alternativas eficaces y viables en
cada zona agroclimática y, sobre todo, si estas alternativas no se
buscan con el consenso de los agricultores".
"Sin medir los
impactos, sin hablar con los productores, sin poner a su disposición las
herramientas necesarias, aprobar este reglamento habría sido
irresponsable", han señalado desde la organización. Así lo expresó
recientemente tanto a la Comisión como a eurodiputados españoles en el
viaje realizado a Bruselas con este objetivo y en el escrito dirigido el
pasado viernes.
La Unió ha remarcado que este reglamento era
"uno de los pilares" de la Estrategia de la Granja a la Mesa, derivada a
su vez del Pacto Verde Europeo.
En este contexto, la
organización ha reclamado en diversos documentos a la UE y al Gobierno
de España que se revise la hoja de ruta de la implementación de estos
planes, que fueron gestados antes de la pandemia de la covid-19, de sus
efectos y de la crisis bélica en Ucrania.
Así, ha confiado en
que esta decisión sea "una señal de que el sentido común empieza a pesar
por encima de la doctrina ideológica, a la que en este último período
nos han tenido lamentablemente acostumbrados las instituciones
europeas".
Desde La Unió han destacado "los esfuerzos de todo
tipo, no solo en cuestiones fitosanitarias", que realizan los
agricultores valencianos para proporcionar a los ciudadanos "una
alimentación sana, de calidad, a precios accesibles y producidos de
forma sostenible".
"Que el Parlamento Europeo haya dicho no
este reglamento no es una hecatombe ecológica como algunos dicen. A los
productores de la Unión Europea ya se nos exige más y estamos dando más
de lo que se le exige y lo que da ningún otro productor del mundo", han
expresado.
Finalmente, han instado a las autoridades europeas a
"empezar a pedir lo mismo a todos los que colocan sus producciones en
nuestros mercados y canales de consumo y proteger así nuestro modelo
productivo". "La reciprocidad debe ser una realidad pronto", han
reclamado.
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