Los defensores del Tajo y los embalses de Entrepeñas y Buendía asisten impotentes a una situación en la que la Justicia no cesa de darles la razón, pero los tiempos políticos frenan actuaciones que son de urgente necesidad.
"La salud del Tajo no entiende de política y la investidura fallida de antemano ha dilatado aún más la situación, que ya era agónica".
La Asociación de Municipios Ribereños considera que cuenta con el apoyo de la Unión Europea a través de su Directiva Marco del Agua y de la Justicia, que ha ratificado una y otra vez las decisiones tomadas por el Ministerio de Transición Ecológica, al que agradecen todo lo avanzado en esta legislatura.
"Los recortes de trasvases han amortiguado el golpe en un año muy difícil, pero el Gobierno de España, ahora en funciones, debe materializar cuanto antes ese nuevo hachazo al Memorándum de Cospedal para elevar la lámina de agua en Entrepeñas y Buendía", reclama Borja Castro, presidente de los Ribereños.
"La gestión del agua en España ha cambiado en los últimos años y deberá hacerlo más para adaptarnos a periodos de lluvias intensas y prolongadas sequías, un escenario en el que embalses como los nuestros, de gestión plurianual, deben adquirir un papel protagónico y satisfacer las necesidades de todos los españoles, no ser relegados a simples aljibes para los caciques de la agroindustria", explica el presidente de la Asociación.
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