WASHINGTON.- Estados Unidos está experimentando un aumento de nuevas muertes, hospitalizaciones y casos reportados, ya que un nuevo análisis de datos muestra que esta no es una pandemia de los no vacunados.
El número de víctimas de la pandemia no recae en los que decidieron no vacunarse o no pudieron hacerlo, según un análisis del Washington Post publicado a finales del mes pasado.
Durante la oleada de la variante omicron, los vacunados representaron el 42% de las muertes en enero y febrero, en comparación con el 23% de los muertos en septiembre, el pico de la oleada delta, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Los datos siguen mostrando que los vacunados constituyeron una parte importante de las muertes recientes por COVID.
"Una pandemia de -y por- los no vacunados no es correcta. La gente debe seguir teniendo cuidado en cuanto a la prevención y la actuación en caso de que se vuelvan sintomáticos", declaró al Post Andrew Noymer, profesor de salud pública de la Universidad de California en Irvine que estudia la mortalidad por COVID-19.
Los datos nacionales muestran que la mayoría de las muertes por COVID se producen entre ciudadanos de edad avanzada. Casi dos tercios de las personas que murieron durante la oleada omicron tenían 75 años o más, según un análisis del Post, en comparación con un tercio durante la oleada delta.
Según la Universidad Johns Hopkins, Estados Unidos superará el millón de muertes por COVID-19 en los próximos días.
Las hospitalizaciones también siguieron aumentando a lo largo de la semana.
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