MADRID.- El contagio de coronavirus está asociado a un mayor riesgo de provocar manifestaciones cardiovasculares agudas tardías, como la miocarditis, en un promedio de 30 días tras la infección. Mientras, que en el caso de experimentar Covid-19 permanente se puede llegar a generar una enfermedad debilitante con un cuadro clínico heterogéneo, avanza la revista española Redacción Médica (https://www.redaccionmedica.com).
Son las conclusiones que muestra este estudio de doble cohorte publicado en Medrxiv busca determinar en qué medida hay riesgo de presentar enfermedades cardiovasculares tras haber superado el Covid-19, independientemente de si se han presentado síntomas o se ha pasado la enfermedad de forma asintomática. A su vez, también han buscado analizar en qué medida aumenta la posibilidad de morir tras el contagio.
El motivo del desarrollo de este metanálisis es comprender cómo cuidar los síntomas agudos y complicaciones peristentes o no tras la infección, también reconocer el riesgo cardiovascular futuro y mitigar dicho riesgo con las medidas preventivas y de detección adecuadas. De hecho, un reciente estudio señala que el 30 por ciento de los médicos que padecieron covid sufren miocarditis y pericarditis.
"Este
hallazgo resalta la importancia de la prevención ante el Covid-19 y
sugiere que podría ser necesario un seguimiento cuidadoso para cualquier
paciente que haya experimentado una infección por SARS-CoV-2, ya sea
sintomática o asintomática, para llevar a cabo una monitorización de
eventos cardiovasculares tardíos", apuntan en el documento de la
investigación.
"En este estudio retrospectivo de doble cohorte, después de un ajuste riguroso de las características demográficas y socioeconómicas, los motivos de las pruebas de COVID-19, los síntomas agudos de COVID-19, los antecedentes médicos, los factores de riesgo de COVID-19 y las enfermedades cardiovasculares, y el uso de medicamentos, encontramos que la infección por SARS-CoV-2 sintomática o asintomática se asoció con un mayor riesgo de resultados cardiovasculares tardíos, que ocurrieron al menos 30 días (en promedio 10 meses) después de la infección por SARS-CoV-2", argumentan en el texto.
Así,
la infección por SARS-CoV-2 se asoció con un aumento sustancial en el
riesgo de hospitalización o muerte por miocarditis, pericarditis y arritmia cardíaca.
"El mecanismo distintivo de la infección por SARS-CoV-2 incluye la
regulación a la baja de la ECA2, lo que disminuye la función protectora y
antiinflamatoria de la ECA2 y, por lo tanto, facilita la lesión
miocárdica y la fibrosis como secuelas a largo plazo del virus",
detallan.
Los datos disponibles en el estudio indican una afectación
histopatológica modesta del corazón y, en su mayoría, hallazgos
inespecíficos de aterosclerosis coronaria e hipertrofia ventricular izquierda. También se ha observado el desarrollo de la trombosis vascular pulmonar, una complicación frecuente de la neumonía por Covid-19.
"Es importante destacar que demostramos el efecto de la infección por
Covid-19 sobre los eventos cardiovasculares, independientemente de los
síntomas iniciales de la enfermedad que se presenten", añaden. A su vez,
muestran el efecto causal de la infección por SARS-CoV-2 sintomática o asintomática sobre la muerte por todas las causas que se produjo durante el período posagudo o tardío de coronavirus.
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