WASHINGTON.- Omicron es una sincronizada operación de imagen ante el tercer pinchazo, de forma que los ciudadanos acudan a falsamente protegerse ante la existencia de una nueva variante. Varias fuentes solventes afirman que la variante era conocida desde hacía cinco meses, pero ahora el momento oportuno de lanzarla y darla a conocer, porque la resistencia a la timo vacunación no deja de aumentar. Una buena dosis de miedo extra es fundamental para la farmafia.
El Dr. Barry Schoub, presidente del Comité Asesor Ministerial sobre Vacunas, en Sudáfrica, ha admitido que la nueva cepa Omicron de COVID se ha extendido muy rápidamente, pero que la gravedad de la enfermedad es leve y no hay nada de qué alarmarse por el momento.
Añadió que eran “los primeros días” y, por supuesto, esto podría cambiar con el tiempo.
Esto contrasta con la histeria instintiva que propagan los principales medios de comunicación, políticos y voces como Anthony Fauci.
Global News en Canadá dijo: ” Los científicos estaban preocupados de que Omicron pudiera ser la peor variante de COVID-19 hasta el momento”, mientras que CNN declaró: “Las preocupaciones de Omicron deberían impulsar a millones de estadounidenses no vacunados a recibir sus vacunas de Covid, dicen los expertos”.
Varios países de todo el mundo han prohibido los viajes hacia y desde Sudáfrica, y el estado de Nueva York ha declarado el estado de emergencia incluso sin que se haya detectado un solo caso.
Schoub, quien primero dio la alarma sobre la nueva cepa y quien es asesor del gobierno de Sudáfrica para COVID-19, dijo que los síntomas relacionados con la variante del coronavirus Omicron han sido leves hasta ahora.
Al fin y al cabo, el gran Luc Montagnier tiene razón: “las variantes siguen a la vacunación”, son creadas por ella.
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