MURCIA.- Vecinos del
entorno de la residencia de mayores Caser, en la pedanía murciana de
Santo Ángel, la que acumula mayor número de contagiados y fallecidos por
coronavirus en la región, denuncian lo que consideran mala gestión de
residuos, que se están depositando en el contenedor público y no en
recipientes específicos y aislados.
«Se
está haciendo bien, según el plan establecido por el Ministerio de
Sanidad, aunque desde fuera pueda dar la impresión de que no es así»,
señaló este sábado al respecto el consejero de Salud, Manuel Villegas,
desde cuyo departamento informan de que hay dos zonas aisladas en la
residencia, una de ellas libre de virus.
La
denuncia la hace Francisco Moreno, cuya vivienda está ubicada enfrente
de la residencia y desde su propia terraza ha podido ver desde el pasado
29 de marzo (una semana después de que se registrase el primer contagio
en el centro, el 23 de ese mes) cómo trabajadores con trajes de
protección depositan grandes bolsas en los contenedores de la calle, de
uso público de los vecinos, tras el fallecimiento de alguno de los
usuarios.
Preguntado por esta situación, Villegas, aseguró que existe
un plan de contingencia y actuación sobre el coronavirus que se está
aplicando en esta y en el resto de las residencias con contagiados y
«hay que confiar en que se está cumpliendo bien» y con todos los
protocolos.
El centro está
«medicalizado», es decir, personal del Servicio Murciano de Salud (SMS)
ha asumido la dirección y atención médica de los usuarios. La residencia
se encuentra dividida en zonas, con los usuarios aislados y recibiendo
atención sanitaria con todas las medidas de protección para evitar más
contagios, y se ha creado también un «área limpia» donde están los
residentes que no presentan síntomas y que no han dado positivo en las
pruebas de coronavirus.
Sin
embargo, Moreno insiste con impotencia en que las cosas, al menos en lo
que respecta a la gestión de los residuos, no se están haciendo de
manera adecuada para evitar la propagación del virus.
«Desde la semana
pasada, cada vez que llega un furgón funerario a la residencia, se
produce la misma situación: trabajadores del centro con trajes de
protección, cubiertos de la cabeza a los pies, sacan grandes bolsas de
basura que arrojan al contenedor público», explica.
El
vecino ha puesto esos hechos en conocimiento de la Policía Nacional, el
Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil y los
agentes forestales, encargados de la desinfección de las zonas
exteriores de la residencia, así como del servicio de recogida de
basuras.
Hasta el momento,
asegura, la única medida que se ha llevado a cabo ha sido la de mover el
contenedor de sitio para ubicarlo en la puerta de la residencia.
Moreno
asegura que se está planteando llevar el asunto ante la fiscalía,
puesto que considera que con esas prácticas se está atentando contra la
salud pública de los vecinos que utilizan el mismo contenedor y de los
trabajadores de las plantas de tratamiento de residuos.
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