MADRID.- El próximo 6 de enero, mientras los
ojos de todos los españoles estén puestos en los árboles de Navidad
para abrir los regalos de los Reyes Magos, otro Rey, Felipe VI, acaparará todas las miradas de la cúpula castrense y los altos cargos políticos en la tradicional Pascua militar. Pero serán unas miradas compartidas, ya que el otro gran protagonista de una cita que se prevé cargada de máxima tensión será Pedro Sánchez, quien se convertirá 24 horas después -el 7 de enero- en presidente del Gobierno gracias al apoyo de Unidas Podemos y a la abstención de los separatistas de ERC y los filoetarras de Bildu.
Una aritmética que preocupa mucho en Zarzuela, según
fuentes próximas a Felipe VI: la mayoría lograda tendrá los votos
favorables o las abstenciones de partidos -y por supuesto diputados- que
enarbolan la bandera republicana y son contrarios a la Monarquía.
Algo que quita el sueño a Felipe VI, quien -según ha podido saber El Español - ha expresado a sus amigos más cercanos que teme que esté en marcha una operación para cambiar de régimen, que pasaría por suprimir la monarquía y proclamar la república. Y en esa operación, el primer paso lo constituiría el Gobierno republicano formado por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
En este contexto, Pedro Sánchez se verá -por fin- con el rey Felipe VI,
casi un mes después de las consultas celebradas en Zarzuela para
designar al candidato a la Presidencia del Gobierno. "Estábamos
esperando el anuncio. Ya lo sabíamos, aquí nadie se ha ido de vacaciones",
revela a El Español una fuente de la Casa Real. En este tiempo Sánchez
ha conformado su acuerdo de Gobierno con Unidas Podemos y ha logrado la
abstención de separatistas catalanes y Bildu.
Es una evidencia que ERC no ve con buenos ojos la festividad de la Pascua Militar
por el papel que la Constitución marca para el Ejército -artículo 8,
"las Fuerzas Armadas tienen como misión garantizar la soberanía e
independencia de España, defender su integridad territorial y el
ordenamiento constitucional”-. Por ello, la inminente Pascua Militar
bien podría tener el mismo alto voltaje que la de 1981, celebrada un mes
antes del intento fallido de golpe de Estado del 23-F.
Las crónicas de la época recogen las palabras medidas al milímetro por el hoy ya emérito Juan Carlos: "Si permanecéis unidos,
entregados a vuestra profesión, respetuosos con las normas
constitucionales, con fe y confianza en vuestro jefe supremo,
conseguiremos juntos superar las dificultades inherentes a todo período
de transición y alcanzar esa España mejor en la que ciframos nuestra
felicidad".
Antes, el ministro de Defensa, Agustín Rodríguez Sahagún,
hizo uso de la palabra para hacer constar el rechazo de las Fuerzas
Armadas contra determinadas acciones, "ya sean por maniobras de grupo o
falta de sensibilidad, desde el sensacionalismo o el anonimato, desde el rumor inconsciente o la tergiversación manipulada".
"Un problema de seguridad nacional"
La Pascua militar ha quedado arrinconada por la
investidura de Pedro Sánchez. Fechas tradicionalmente tranquilas -en
términos políticos-, este año se viven en una fuerte tensión política.
¿Cómo se respira en el seno de las Fuerzas Armadas la entrada de Unidas
Podemos en el Gobierno y la negociación con ERC? El general Fulgencio Coll,
ex jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra y ahora en filas de
Vox, calificó estos movimientos como “un problema para la seguridad
nacional”.
La titular de Defensa, Margarita Robles, salió al
paso de cualquier elucubración. A su juicio, “nadie” en las Fuerzas
Armadas le ha comunicado preocupación alguna por las negociaciones
políticas. Según la ministra, las declaraciones de Fulgencio Coll son “a título personal” y en ningún modo representan el sentir del ámbito castrense.
Pero lo cierto es que el calendario político
condiciona una de las fechas más destacadas para las Fuerzas Armadas.
Obligadas a mantener su neutralidad, las instituciones militares vivirán
una Pascua militar más que agitada. Y el tradicional
mensaje que se brinda el 6 de enero a los miembros de los diferentes
cuerpos estará marcado, este año, por el panorama político.
Uno de los alicientes de la Pascua militar pasa por
los corrillos que, tras los correspondientes discursos, se celebran en
el Palacio Real. Representantes políticos y periodistas charlan de forma
distendida sobre la actualidad y el futuro político. Acostumbrados a
los comentarios anecdóticos, este año habrá un tema candente en el
centro de todas las conversaciones: la investidura de Pedro Sánchez y
sus esfuerzos -también con partidos abiertamente antimilitares- para
conformar un nuevo Gobierno.
Escenario complicado para unos militares que se deben a su neutralidad política...
y que este año ven cómo una de sus fechas más destacadas del año queda
arrinconada por el atípico calendario electoral marcado por Pedro
Sánchez.
La terrible Pascua de 2014
También vuelve el fantasma de la terrible Pascua
Militar de 2014. En aquella ocasión todos los focos estaban puestos
sobre un monarca -Juan Carlos I- que ya apuntaba a emérito: arrastraba la caída en Botswana, los españoles se familiarizaban con el nombre de su íntima Corinna zu Sayn-Wittgenstein y había estallado el caso Nóos,
con su hija Cristina y su yerno Iñaki como protagonistas. Toda la
cúpula castrense y los altos cargos políticos estaban reunidos en torno a
Juan Carlos cuando pronunció su tradicional discurso con voz temblorosa
y con frases trabadas. Fue el inicio de su abdicación, fue el día en el
que al Rey de España se le cayó la corona.
Seis años más tarde, la tensión se volverá a palpar
en el Salón del Reino el próximo lunes. Felipe VI y Sánchez no se han
visto desde la ronda de consultas. "Tampoco han hablado. Por aquí no ha
pasado ni ha llamado. Ha estado muy centrado en sus cosas, bueno, como
siempre, a lo suyo", añade a este periódico una fuente de Casa Real.
"A ver qué dice Sánchez. Seguramente aprovechará el
momento y lugar para darle las explicaciones al Rey que le debe. Las
que tenía que haberle dado durante toda la negociación con Podemos y
ERC. Una vez más será el protagonista, quitándole el
foco de atención al acto, a lo que se celebra y, por supuesto, al propio
Jefe del Estado", asegura a El Español esta persona que trabaja en
Zarzuela.
"Llevamos unas Navidades estupendas. Entre los de
Vitoria -por Iñaki y Cristina- paseando tan tranquilos y estos de
Esquerra y Podemos que van a desfilar por aquí como ministros, vamos encantados"; comenta con altas dosis de ironía otra persona cercana al equipo del Rey.
"Intentarán utilizarnos"
El caso es que la mañana del próximo 6 de enero no
será una Pascua cualquiera. Habrá que esperar a las palabras del Rey,
aunque tras el discurso de Navidad un tanto decepcionante, poco más podrá decir y serán unas horas para que la prensa analice cada gesto entre la pareja real, Felipe y Letizia, y la del gobierno, Pedro y Begoña.
Cuando el Rey hablaba de "retos" y "desafíos" ya sabía que el pacto
estaba casi hecho. "Tenemos el reto de superar, supervisar y controlar
esto que va a salir el próximo día siete del Congreso. Ése será nuestro
trabajo estos meses que nos esperan", analiza la misma fuente consultada
por El Español.
El Rey tendrá que cumplir su papel de forma
escrupulosa como lleva haciendo en estos dos últimos años, con la
repetición en tres ocasiones de las elecciones generales. "Pues claro,
como ha hecho y hará siempre. Que este pacto no nos gusta, pues claro.
Pero es lo que se ha decidido. El Jefe del Estado apoyará las
decisiones tomadas con respeto, pero salvaguardando la Constitución
siempre", apunta.
Sobre la expectación que va a generar el encuentro
entre el Presidente del Gobierno -que seguirá en funciones todavía- y el
Jefe del Estado dentro de una semana no hay dudas. "Las peticiones de
acreditación esta mañana de martes ya estaban siendo algo sorprendente.
Pero todavía no hemos sacado la agenda para ese día, así que tendrán que
esperar. Me alegro por el acto de la Pascua Militar en sí, porque es
muy bonito y nadie le hacía mucho caso hasta hoy", confiesan fuentes
cercanas a la Corona.
"Lo que tenemos claro es que intentará utilizarnos, como ya hicieron
con el mensaje de Navidad, para justificar sus acciones y ahí es donde
vamos a tener que estar más atentos. Por lo demás, tranquilidad, ellos
en su sitio y nosotros en el nuestro", finaliza la misma fuente.
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