miércoles, 1 de enero de 2020

Felipe VI frente a Sánchez en la Pascua militar más tensa desde 1981: su temor a un Gobierno republicano


MADRID.- El próximo 6 de enero, mientras los ojos de todos los españoles estén puestos en los árboles de Navidad para abrir los regalos de los Reyes Magos, otro Rey, Felipe VI, acaparará todas las miradas de la cúpula castrense y los altos cargos políticos en la tradicional Pascua militar. Pero serán unas miradas compartidas, ya que el otro gran protagonista de una cita que se prevé cargada de máxima tensión será Pedro Sánchez, quien se convertirá 24 horas después -el 7 de enero- en presidente del Gobierno gracias al apoyo de Unidas Podemos y a la abstención de los separatistas de ERC y los filoetarras de Bildu.

Una aritmética que preocupa mucho en Zarzuela, según fuentes próximas a Felipe VI: la mayoría lograda tendrá los votos favorables o las abstenciones de partidos -y por supuesto diputados- que enarbolan la bandera republicana y son contrarios a la Monarquía. Algo que quita el sueño a Felipe VI, quien -según ha podido saber El Español - ha expresado a sus amigos más cercanos que teme que esté en marcha una operación para cambiar de régimen, que pasaría por suprimir la monarquía y proclamar la república. Y en esa operación, el primer paso lo constituiría el Gobierno republicano formado por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. 
En este contexto, Pedro Sánchez se verá -por fin- con el rey Felipe VI, casi un mes después de las consultas celebradas en Zarzuela para designar al candidato a la Presidencia del Gobierno. "Estábamos esperando el anuncio. Ya lo sabíamos, aquí nadie se ha ido de vacaciones", revela a El Español una fuente de la Casa Real. En este tiempo Sánchez ha conformado su acuerdo de Gobierno con Unidas Podemos y ha logrado la abstención de separatistas catalanes y Bildu.
Es una evidencia que ERC no ve con buenos ojos la festividad de la Pascua Militar por el papel que la Constitución marca para el Ejército -artículo 8, "las Fuerzas Armadas tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional”-. Por ello, la inminente Pascua Militar bien podría tener el mismo alto voltaje que la de 1981, celebrada un mes antes del intento fallido de golpe de Estado del 23-F. 
Las crónicas de la época recogen las palabras medidas al milímetro por el hoy ya emérito Juan Carlos: "Si permanecéis unidos, entregados a vuestra profesión, respetuosos con las normas constitucionales, con fe y confianza en vuestro jefe supremo, conseguiremos juntos superar las dificultades inherentes a todo período de transición y alcanzar esa España mejor en la que ciframos nuestra felicidad". 
Antes, el ministro de Defensa, Agustín Rodríguez Sahagún, hizo uso de la palabra para hacer constar el rechazo de las Fuerzas Armadas contra determinadas acciones, "ya sean por maniobras de grupo o falta de sensibilidad, desde el sensacionalismo o el anonimato, desde el rumor inconsciente o la tergiversación manipulada".

"Un problema de seguridad nacional"

La Pascua militar ha quedado arrinconada por la investidura de Pedro Sánchez. Fechas tradicionalmente tranquilas -en términos políticos-, este año se viven en una fuerte tensión política. ¿Cómo se respira en el seno de las Fuerzas Armadas la entrada de Unidas Podemos en el Gobierno y la negociación con ERC? El general Fulgencio Coll, ex jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra y ahora en filas de Vox, calificó estos movimientos como “un problema para la seguridad nacional”.
La titular de Defensa, Margarita Robles, salió al paso de cualquier elucubración. A su juicio, “nadie” en las Fuerzas Armadas le ha comunicado preocupación alguna por las negociaciones políticas. Según la ministra, las declaraciones de Fulgencio Coll son “a título personal” y en ningún modo representan el sentir del ámbito castrense.
Pero lo cierto es que el calendario político condiciona una de las fechas más destacadas para las Fuerzas Armadas. Obligadas a mantener su neutralidad, las instituciones militares vivirán una Pascua militar más que agitada. Y el tradicional mensaje que se brinda el 6 de enero a los miembros de los diferentes cuerpos estará marcado, este año, por el panorama político.
Uno de los alicientes de la Pascua militar pasa por los corrillos que, tras los correspondientes discursos, se celebran en el Palacio Real. Representantes políticos y periodistas charlan de forma distendida sobre la actualidad y el futuro político. Acostumbrados a los comentarios anecdóticos, este año habrá un tema candente en el centro de todas las conversaciones: la investidura de Pedro Sánchez y sus esfuerzos -también con partidos abiertamente antimilitares- para conformar un nuevo Gobierno.
Escenario complicado para unos militares que se deben a su neutralidad política... y que este año ven cómo una de sus fechas más destacadas del año queda arrinconada por el atípico calendario electoral marcado por Pedro Sánchez.

La terrible Pascua de 2014

También vuelve el fantasma de la terrible Pascua Militar de 2014. En aquella ocasión todos los focos estaban puestos sobre un monarca -Juan Carlos I- que ya apuntaba a emérito: arrastraba la caída en Botswana, los españoles se familiarizaban con el nombre de su íntima Corinna zu Sayn-Wittgenstein y había estallado el caso Nóos, con su hija Cristina y su yerno Iñaki como protagonistas. Toda la cúpula castrense y los altos cargos políticos estaban reunidos en torno a Juan Carlos cuando pronunció su tradicional discurso con voz temblorosa y con frases trabadas. Fue el inicio de su abdicación, fue el día en el que al Rey de España se le cayó la corona.
Seis años más tarde, la tensión se volverá a palpar en el Salón del Reino el próximo lunes. Felipe VI y Sánchez no se han visto desde la ronda de consultas. "Tampoco han hablado. Por aquí no ha pasado ni ha llamado. Ha estado muy centrado en sus cosas, bueno, como siempre, a lo suyo", añade a este periódico una fuente de Casa Real.
"A ver qué dice Sánchez. Seguramente aprovechará el momento y lugar para darle las explicaciones al Rey que le debe. Las que tenía que haberle dado durante toda la negociación con Podemos y ERC. Una vez más será el protagonista, quitándole el foco de atención al acto, a lo que se celebra y, por supuesto, al propio Jefe del Estado", asegura a El Español esta persona que trabaja en Zarzuela.
"Llevamos unas Navidades estupendas. Entre los de Vitoria -por Iñaki y Cristina- paseando tan tranquilos y estos de Esquerra y Podemos que van a desfilar por aquí como ministros, vamos encantados"; comenta con altas dosis de ironía otra persona cercana al equipo del Rey.

"Intentarán utilizarnos"

El caso es que la mañana del próximo 6 de enero no será una Pascua cualquiera. Habrá que esperar a las palabras del Rey, aunque tras el discurso de Navidad un tanto decepcionante, poco más podrá decir y serán unas horas para que la prensa analice cada gesto entre la pareja real, Felipe y Letizia, y la del gobierno, Pedro y Begoña. Cuando el Rey hablaba de "retos" y "desafíos" ya sabía que el pacto estaba casi hecho. "Tenemos el reto de superar, supervisar y controlar esto que va a salir el próximo día siete del Congreso. Ése será nuestro trabajo estos meses que nos esperan", analiza la misma fuente consultada por El Español.
El Rey tendrá que cumplir su papel de forma escrupulosa como lleva haciendo en estos dos últimos años, con la repetición en tres ocasiones de las elecciones generales. "Pues claro, como ha hecho y hará siempre. Que este pacto no nos gusta, pues claro. Pero es lo que se ha decidido. El Jefe del Estado apoyará las decisiones tomadas con respeto, pero salvaguardando la Constitución siempre", apunta.
Sobre la expectación que va a generar el encuentro entre el Presidente del Gobierno -que seguirá en funciones todavía- y el Jefe del Estado dentro de una semana no hay dudas. "Las peticiones de acreditación esta mañana de martes ya estaban siendo algo sorprendente. Pero todavía no hemos sacado la agenda para ese día, así que tendrán que esperar. Me alegro por el acto de la Pascua Militar en sí, porque es muy bonito y nadie le hacía mucho caso hasta hoy", confiesan fuentes cercanas a la Corona.
"Lo que tenemos claro es que intentará utilizarnos, como ya hicieron con el mensaje de Navidad, para justificar sus acciones y ahí es donde vamos a tener que estar más atentos. Por lo demás, tranquilidad, ellos en su sitio y nosotros en el nuestro", finaliza la misma fuente.

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