ALMERÍA.- La Organización de Naciones Unidas para
la Alimentación y la Agricultura (FAO) considera que, para hacer frente
al gran ritmo de cambio y a la creciente incertidumbre, hay que concebir
la sostenibilidad como un proceso y no como un fin a alcanzar.
La necesidad de producir más alimentos y mejor para una población
creciente obliga al sector agroalimentario a ser más eficiente al tiempo
que sostenible. Por ello, la agricultura del futuro deberá garantizar
mayor productividad y rentabilidad con un menor uso de los recursos,
especialmente de aquellos más escasos, como es el agua en el caso de
España.
Las nuevas tecnologías, la obtención de nuevas variedades y la
agricultura de precisión, van a ser esenciales para asegurar una
minoración en la utilización de los recursos y del impacto medio
ambiental.
Cajamar ha reunido en el Foro Cajamar
Agro de Agricultura sostenible a una veintena de investigadores,
empresarios y proveedores de servicios provenientes de Andalucía,
Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia y Madrid que
han compartido las últimas tendencias de innovación para hacer frente a
los desafíos globales a través de casos reales y proyectos de
investigación, y han puesto en común ideas de vanguardia en torno a la
sostenibilidad de la producción agrícola.
Todos ellos han coincidido al señalar que una agricultura sostenible
es aquella que garantice que los recursos que utiliza podrán seguir
siendo utilizados de la misma manera por las generaciones futuras, y que
a la vez sea saludable, competitiva y rentable.
Entre las cuestiones que se han abordado
han estado cómo la biotecnología y la mejora genética van a diseñar las
plantas del futuro; cómo el uso eficiente y responsable del agua y
fertilizantes, y los nuevos bioproductos son imprescindibles para elevar
la producción de manera más saludable y utilizando menos recursos y
preservando el medio ambiente; y cómo las nuevas herramientas
tecnológicas y la agricultura de precisión son cada vez más útiles en la
agricultura y ayudan a optimizar los recursos.
España ocupa un puesto relevante en la
producción de alimentos, tanto a nivel europeo como mundial, siendo el
sector agroalimentario clave para nuestra economía. Y los retos futuros
se muestran como una oportunidad para el sector agroalimentario español
que deberá atender las demandas de consumidores y administraciones,
tratando a su vez de ser competitivos, rentables y sostenibles.
El presidente de Cajamar, Eduardo
Baamonde, ha sido el encargado de la inauguración del foro y ha animado
al centenar de responsables agroalimentarios asistentes a seguir
creciendo y mejorando la rentabilidad a través de la diferenciación de
sus productos y del incremento del valor añadido, y para ello ha
asegurado que es necesario que agricultores, industria y distribución
inviertan en nuevas tecnologías y big data e incrementen la inversión en
I+D+i para lograr un modelo sostenible que sepa adelantarse a las
necesidades de los consumidores.
Por su parte el director de Innovación
Agroalimentaria de Cajamar, Roberto García Torrente, ha explicado el
interés de Cajamar, desde sus orígenes, en fomentar la transferencia del
conocimiento en el sector agroalimentario y ha señalado que, a través
de este tipo de interacciones, se pretende extender la innovación en la
agricultura española, para hacer más rentable, competitiva y sostenible.
La conferencia marco ha corrido a cargo
de Rosa Gallardo, directora de la Escuela Superior Técnica de Ingenieros
Agrónomos y de Montes de la Universidad de Córdoba, que ha señalado la
importancia de la agricultura española y como la tecnología contribuye a
su mejora, así como el impacto y las oportunidades de las tecnologías
de la información y la digitalización para avanzar en la sostenibilidad
de la producción agraria.
Tendencias en investigación e innovación empresarial
En el primer bloque de intervenciones sobre Tendencias en investigación, un grupo de investigadores del INIA, Universidad Politécnica de Madrid; de AgroMillora Group, de Lleida; de la Universidad Miguel Hernández de Alicante, de la Estación Experimental de Cajamar en Almería; de la Universitat de Lleida, y del Instituto de Investigación de la Generalitat de Cataluña han dado a conocer sus trabajos y avances. Todos ellos han señalado que la biotecnología, con la que se consiguen mejoras genéticas y variedades nuevas, así como el uso de las TICs, la digitalización y la biodiversidad serán herramientas esenciales para lograr una agricultura sostenible.
En el primer bloque de intervenciones sobre Tendencias en investigación, un grupo de investigadores del INIA, Universidad Politécnica de Madrid; de AgroMillora Group, de Lleida; de la Universidad Miguel Hernández de Alicante, de la Estación Experimental de Cajamar en Almería; de la Universitat de Lleida, y del Instituto de Investigación de la Generalitat de Cataluña han dado a conocer sus trabajos y avances. Todos ellos han señalado que la biotecnología, con la que se consiguen mejoras genéticas y variedades nuevas, así como el uso de las TICs, la digitalización y la biodiversidad serán herramientas esenciales para lograr una agricultura sostenible.
En el segundo bloque, directivos de
empresas y cooperativas agroalimentarias, como Oro del Desierto, las
cooperativas Acor y Anecoop, Unica Group, Nestlé y Martín Codax han
explicado cómo están apostando por la innovación y las nuevas
tecnologías para en unos casos desarrollar nuevos productos y
presentaciones, para optimizar el uso de los recursos y en definitiva ir
logrando producciones sostenibles.
En el último bloque responsables de John
Deere Ibérica, Lab-Ferrer, Hispatec, VisualNAcert, Semillas Fitó,
Kimitec Group y Syngenta han mostrado como la tecnología, la
digitalización, las TICs y la innovación están posibilitando cultivos
más eficientes, preservando los recursos naturales y reduciendo el
impacto medio ambiental.
Ideas principales de cada uno de los ponentes:
Tendencias en investigación
Antonio Fernandez Molina Fernández,
del Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas de la Universidad
Politécnica de Madrid-Instituto Nacional de Investigación y Tecnología
Agraria y Alimentaria (CBGP-UPM-INIA) (Madrid): la biotecnología es una
herramienta esencial para poder superar los retos de la agricultura del
futuro, mostrando un resumen de las líneas de trabajo del CBGP. La
mejora genética y la obtención de variedades que sean capaces de
adaptarse a un nuevo entorno climático, ser más eficientes en el uso de
los recursos agua y fertilizantes, además de responder a la demanda del
consumidor de sabor, salud y sostenibilidad, así como a las exigencias
de la cadena de valor se acelerarán con las ciencias omicas y la bioinformática.
Ignasi Iglesias Castellarnau,
de Agromillora Group (Lleida): el sector frutícola se encuentra en un
proceso de profunda renovación buscando una mayor rentabilidad. Esta
mejora se está realizando mediante la introducción de nuevas variedades,
la adopción de sistemas de producción más intensivos y la aplicación de
estrategias y técnicas de cultivo más sostenibles.
Raúl Moral Herrero, de
la Universidad Miguel Hernández (Alicante): la utilización de materia
orgánica y en concreto la obtención de compost de buena calidad, van a
ser cruciales para conseguir una agricultura sostenible, adecuando la
mezcla al aprovechamiento de los restos, en función de las distintas
zonas, garantizando una economía circular.
Mónica González Fernández,
de la Estación Experimental de Cajamar (Almería): el futuro está en
aliarnos con la naturaleza y dejar de darle la espalda. Así
continuaremos trabajando para aprovechar en mayor medida las ventajas
que nos ofrece la incorporación de la biodiversidad en el entorno de los
cultivos. Esta mirada agroecológica nos abre una línea de trabajo
futura que nos permitirá desarrollar una agricultura económicamente
viable, más sostenible en el tiempo y respetuosa con el medioambiente.
Santiago Planas de Martí,
de la Universitat de Lleida (Barcelona): La agricultura de precisión
pretende realizar las operaciones agrícolas adecuadas, de la manera
adecuada, en el momento adecuado, en el lugar adecuado y de la manera
adecuada. El grupo de Investigación en agricultura de precisión de la
UdL trabaja para desarrollar y poner a punto tecnologías que lo
permitan, desde el ámbito de los sensores y la automatización, la
teledetección, la aplicación de fitosanitarios y las TICs en la toma de
las decisiones.
Jaume Casadesus,
Instituto de investigación de la Generalitat de Cataluña – IRTA
(Lleida): cuando hablamos de sostenibilidad en agricultura, hablamos de
mejorar la eficiencia en el uso de los recursos y de todos ellos el agua
es clave. Saber cuánto, cuándo y cómo regar y utilizar las nuevas
tecnologías para optimizar el manejo de riego en nuestros cultivos es
una prioridad.
Innovación empresarial en productividad y sostenibilidad
Innovación empresarial en productividad y sostenibilidad
Rafael Alonso Barrau,
de Oro del Desierto (Almería): esta almazara, reconocida
internacionalmente por su aceite de oliva virgen extra ecológico
producido en el desierto, apuesta por la sostenibilidad, cuidando el
entorno, reutilizando los subproductos para alimentación de ganado, y
para producir compost y fertilizantes naturales, y para producir
energía, que se complementa con fuentes renovables.
Adrián Jimenez Navas,
de Acor (Valladolid): la cooperativa mantiene desde su nacimiento una
apuesta permanente por la conservación del medio ambiente, de tal forma
que el cumplimiento de la legislación ambiental es nuestro mayor
compromiso. Anualmente se establecen objetivos y metas con objeto de
reducir el consumo de energía y otros productos, la minimización de
residuos y la mejora de nuestros efluentes líquidos y emisiones
atmosféricas.
Angel del Pino Gracia,
de Anecoop (Valencia): esta cooperativa hortofrutícola, líder en la
comercialización de frutas y hortalizas, cítricos y frutales, tiene un
sistema de producción, denominado “naturane”, que vela por la seguridad
alimentaria y por los métodos de cultivo respetuosos con el medio
ambiente, promoviendo los productos sin residuos y los productos
ecológicos.
Enrique de los Ríos Porras,
de UNICA Group (Almería): primera exportadora hortícola de España, está
apostando por la innovación para desarrollar nuevos productos y
presentaciones y por las nuevas tecnologías y herramientas para mejorar
la rentabilidad de sus agricultores.
Pedro Ruiz Rodríguez,
de Nestlé (Barcelona): la multinacional tiene el programa “SOLIS
RESPONSABLE”, basado en trabajar en un reposicionamiento de la marca a
través de un programa de sostenibilidad, en colaboración con la
Fundación Global Nature y validado por la Junta de Extremadura,
realizado con los agricultores de la Vega del Guadiana sobre la
producción integrada de tomate. El programa se fundamenta en tres
pilares: minimización de uso de agua, control natural de plagas y
minimización de uso de fertilizantes.
Miguel Tubío Fernández,
de Martín Codax (Pontevedra): esta bodega, referente de la viticultura
gallega, apuesta por la I+D+i con proyectos para mejorar la producción
vitivinícola frente al cambio climático, reducir el uso de
fitosanitarios, mejorar la toma de decisiones utilizando la inteligencia
artificial, o controlar de manera integrada las enfermedades del
viñedo.
Construyendo el futuro de la agricultura
Enrique Guillén, de
John Deere (Madrid): esta compañía apostó ya hace años por la
digitalización y las nuevas tecnologías en todos sus productos, para
hacer posible la agricultura de precisión, incluyendo en sus equipos la
sensórica, la telemática y la robótica. Con todo su equipamiento el
productor puede ajustar al máximo la utilización de los insumos para
desarrollar un sistema productivo sostenible, eficiente y rentable.
Además, dispone de un sistema de asesoramiento permanente a clientes.
Francesc Ferrer Alegre,
de Lab-Ferrer (Lleida): la sensorización para el control de riego,
fertilización y condiciones climáticas en agricultura se está
implantando como fórmula para gestionar adecuadamente estos recursos,
necesarios al tiempo que escasos. El correcto manejo e interpretación de
estas sondas permiten un ahorro e el uso del agua, fertilizantes y
reduce la contaminación de los suelos y acuíferos.
Gonzalo Martín Díaz, de
Hispatec-Analytics (Madrid): este proveedor de tecnología, líder en el
sector agroalimentario, ayuda con esta división a tomar y ejecutar
mejores decisiones a partir de la analítica de datos y la inteligencia
artificial.
Mercedes Iborra Broseta,
de VisalNAcer (Valencia): la digitalización está facilitando el
seguimiento, trazabilidad y gestión de las explotaciones. A través de la
agricultura de precisión y de las herramientas que están surgiendo se
van a poder mejorar en la gestión de las explotaciones, haciendo un uso
más racional de los recursos.
Eugenio González,
Semillas Fitó (Barcelona): la empresa desarrolla un programa para
adaptar sus semillas de especies de plantas agrícolas y hortícolas a las
exigencias del mercado, basadas en la adaptación de su producto a cada
mercado, a cada zona geográfica y a cada tipo de clima, conjugando
sostenibilidad y productividad. Desarrolla a la vez una línea de
productos dirigidos a su utilización en el ámbito de la agricultura
ecológica.
Félix García Moreno, de
KIMITEC-Group (Almería): trabaja en el desarrollo de productos
agrícolas naturales, probióticos, biopesticidas y bioestimulantes, como
alternativa sostenible al uso de químicos de síntesis.
Germán Canomanuel Monje,
de Syngenta (Madrid): la empresa apuesta por una agricultura productiva
sostenible, basada en la innovación y la tecnología agronómica más
avanzada, capaz de responder al reto de la seguridad alimentaria
mundial, y ofreciendo beneficios económicos, sociales y
medioambientales. para ello promueve cultivos más eficientes,
preservando la calidad de los recursos naturales que emplea (agua,
suelo…) reduciendo al máximo su impacto en la naturaleza (erosión,
contaminación y extendiendo la biodiversidad. Consideran esencial la
formación de los agricultores en buenas prácticas y uso seguro de las
tecnologías.
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