MADRID.- La Audiencia Nacional ha dejado este martes visto para
sentencia el juicio por la salida a Bolsa de Bankia, que desde el pasado
26 de noviembre ha sentado en el banquillo a 34 acusados, entre ellos,
el expresidente de la entidad, Rodrigo Rato, por presunta estafa a
inversores y falsedad en las cuentas del grupo de 2010 y 2011.
El
momento más esperado ha sido la última palabra de Rato, el único en
hacer uso de este derecho. "Creo que todos somos conscientes de que la
razón por la que se ha producido el juicio son las decisiones del
Consejo de Administración que nos sustituyó", ha indicado el exministro
en alusión a la reformulación de las cuentas de 2011 por el equipo de
José Ignacio Goirigolzarri, actual presidente de la entidad, que supuso
pasar de 300 millones de beneficio a 3.000 millones de pérdidas.
Ha insistido al respecto en que este hecho se debió a
circunstancias sobrevenidas reconocidas por los actuales
administradores, y que se intensificaron en "2012, 2013 y 2014", años en
los que la crisis económica fue "mucho peor" hasta el punto de que "hoy
Bankia vale mucho menos de lo que valía cuando salió a Bolsa".
Después
de 74 sesiones, la sección cuarta de la sala de lo Penal ha dado por
concluida la vista oral tras completar el turno de última palabra, en el
que Rato ha explicado que todas sus decisiones "fueron contrastadas con
las opiniones del regulador y del supervisor" y en pos del "interés de
los inversores y accionistas".
El tribunal deberá
dilucidar ahora si atiende a la Fiscalía Anticorrupción, a la que se han
adherido la mayor parte de acusaciones, que pide ocho años y medio de
prisión para el exministro; seis años de prisión para el ex consejero
ejecutivo de Bankia, José Manuel Fernández Norniella; cinco años de
prisión para el exvicepresidente de la entidad José Luis Olivas, y hasta
nueve meses para su sucesor, Francisco Verdú.
También
solicita penas de entre dos años y un año de cárcel conmutable por
multa para los exconsejeros del grupo con presencia en los comités de
auditoría, entre ellos sus antiguos presidentes, el exministro del
Interior Ángel Acebes, y Alberto Ibáñez, así como para el interventor de
Bankia, Sergio Durá, y el socio auditor de Deloitte, Francisco Celma.
El
letrado de la matriz de Bankia, BFA, ha sido el encargado de inaugurar
esta sesión, en la que ha solicitado la absolución como posible
responsable de las supuestas irregularidades al entender que ninguno de
los acusados "ha cometido un delito" por la que el grupo deba responder
como persona jurídica.
Su profuso informe ha demorado
el desenlace de la vista, para angustia y nerviosismo de defensas y
acusados, que en el receso de mediodía se arremolinaban a las puertas de
la Audiencia Nacional para intercambiar su parecer en esta recta final.
Tal
expectación contrastaba, sin embargo, con la soledad de la única cámara
de televisión presente en el exterior desde primera hora de la mañana,
reflejo de hasta qué punto se ha diluido el impacto mediático de un
proceso que, a pesar de haber sobrevivido al "procés", se ha visto
opacado por éste.
La Fiscalía "debería haber llegado más lejos"
En
declaraciones a Efe, el presidente de la Confederación Intersindical de
Crédito (CIC) y acusación popular, Gonzalo Postigo, ha mostrado su
confianza en que se dicte una sentencia condenatoria. "La verdad del
caso Bankia ha pivotado siempre en los informes de los peritos
judiciales, que han sido intachables", ha añadido Postigo, que "como
único pero" entiende que la Fiscalía "debería haber llegado más lejos".
Por
su parte, 15MpaRato, la acusación ciudadana más veterana del proceso,
lamenta los ataques de las defensas e insiste en que fue el Consejo de
Administración al completo y no sólo los entonces gestores, auxiliados
por los respectivos comités de auditoría, quienes prefirieron "por
unanimidad, mantenerse en el cargo antes de dejar entrar a un
accionistas para que sanease el banco".
El visto para
sentencia sólo es un capítulo más en el caso Bankia, iniciado en 2012 a
raíz de varias querellas, entre ellas la interpuesta por el partido
UPyD, heredada después por la CIC.
Una vez que se
conozca el fallo próximamente, las partes, ya sea la Fiscalía, las
acusaciones o los propios acusados, podrán elevar sus recursos al
Tribunal Supremo e incluso apelar después al amparo del Tribunal
Constitucional.
Rato aguardará la opinión de la sala
sobre el salto al parqué de Bankia desde la prisión madrileña de Soto
del Real, donde ingresó hace casi un año, el pasado 25 de octubre, para
cumplir su condena de cuatro años y medio de cárcel por apropiación
indebida en la pieza separada por las tarjetas "black" de Caja Madrid.
Allí
también espera novedades respecto a su último frente, el que instruye
la justicia madrileña por el origen del patrimonio del que fuera
director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), investigado
desde 2015 por supuesta corrupción entre particulares, fraude fiscal y
blanqueo.
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