MADRID.- El 32,7% de la población residente en
Murcia estaba en riesgo de pobreza o exclusión social en 2018, una
variación de -2 puntos porcentuales comparado con el año anterior, según
la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de
Estadística. Este cifra viene manteniéndose a lo largo de los últimos
años en diferentes estudios sobre la pobreza en la Región de Murcia.
Así
se recoge en el 9ª Informe 'El Estado de la Pobreza. Seguimiento del
indicador europeo (Arope) de pobreza y exclusión social en España 2008 -
2018' presentado este miércoles 16 de octubre en el Senado por la Red
Nacional de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN), que
señala, asimismo, que la renta media por hogar en el año anterior a la
estadísticas se situó en los 24.801 euros.
Añade
que en el momento de realizar la encuesta, el 16,2% de los hogares de
Murcia manifestó llegar a fin de mes con "mucha dificultad". Este
porcentaje representa una variación de 0,7 puntos comparado con el año
anterior.
Por su parte, el
47,3% de los hogares de la Murcia no tenía capacidad para afrontar
gastos imprevistos, lo que implica una variación de 4,2 puntos respecto
al año anterior. El 43,3% de los hogares no se podía permitir ir de
vacaciones fuera de casa al menos una semana al año. Este porcentaje era
5 puntos en relación al año anterior.
Privación de material severa
En
el conjunto del país, la privación material severa aumenta por primera
vez después de tres años de reducción ininterrumpida en España y afecta
al 5,4% de la población en 2018 frente al 5,1% del año anterior, según
el 9º Informe 2019 'El estado de la pobreza', presentado
Esto
se traduce en que hay 2,5 millones de personas en España que no pueden
permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días
ni mantener la vivienda con una temperatura adecuada ni tienen capacidad
para gastos imprevistos o para comprar una televisión o un teléfono
móvil.
"Este indicador es
especialmente grave porque hace referencia a las personas que no pueden
alimentarse adecuadamente. Es el ejemplo más gráfico de que las peores
situaciones de las personas no se afrontan", ha alertado el presidente
de EAPN, Carlos Usías, durante la presentación del documento, con motivo
de la celebración este jueves 17 de octubre del Día Internacional para
la Erradicación de la Pobreza.
El
trabajo se basa en la tasa AROPE, que es el indicador europeo que mide
el riesgo de pobreza, y en datos oficiales. A pesar de que el dato de
privación material severa es menor que el de hace cuatro años, pues en
2014 afectaba al 7,1% de la población, la cifra actual es, sin embargo,
un 50% superior a la registrada hace una década, en 2008 (3,6%).
Además,
esta situación afecta más a los jóvenes entre 16 y 29 años (7%); a una
de cada ocho personas que viven en familias monoparentales(12,4%), o a
una de cada seis personas extranjeras provenientes de países
extracomunitarios (16,1%).
Sobre
los hogares monoparentales, los responsables del estudio han señalado
que la economía está pensada para que haya dos adultos proveedores:
"Cuando solo hay uno, la situación se vuelve extrema".
Se estanca la reducción de pobreza
En
términos generales, este informe revela que la reducción de la pobreza
continúa en 2018 por cuarto año consecutivo, pero de forma más lenta. La
pobreza y exclusión social afecta a un total de 12.188.288 personas,
que suponen el 26,1% de la población, medio punto porcentual menos que
en 2017, que se traduce en 190.000 personas menos.
Así,
existen en España 12,1 millones de personas que se encuentran en al
menos una de estas tres circunstancias: Sus ganancias no superan el 60%
del ingreso nacional medio; no pueden irse de vacaciones, tener coche
propio o teléfono ni pagar la calefacción, o trabajan el 20% de sus
posibilidades en un año.
Sin
embargo, el presidente de la EAPN ha señalado que estos datos de
reducción aunque son positivos, revelan una "ralentización de la
reducción de la pobreza". Asimismo, ha manifestado su temor a que España
se quede "estabilizada" en un nivel mayor de pobreza que hace una
década (en 2008 era del 23,8%).
Usías
ha señalado también que el objetivo de España para 2020, de reducir el
número de personas pobres en 1,4 y 15, millones, lo ve inalcanzable,
pues la situación "es peor" que cuando se empezó a trabajar en él en el
año 2009. En este sentido, ha alertado de que en términos absolutos,
cumplir con ese objetivo supondría reducir el AROPE en algo más de 2,6
millones en un año, algo que no ha sucedido nunca. "La esperanza es lo
último que se pierde", ha ironizado.
Problemas para llegar a fin de mes
El
informe también muestra cómo más de la mitad de la población española
vive en el límite de sus posibilidades (55,3%), dos puntos porcentuales
más que el año anterior, un incremento que se ha registrado
principalmente entre los grupos que ya experimentaban mayores
dificultades para llegar a fin de mes.
Si
bien en términos comparativos, la tasa total es la segunda más baja de
la década, los autores del informe sostienen que no se puede olvidar que
esto significa que más de la mitad vive al límite y que algo más de la
cuarta parte del total (27,1%) llega a fin de mes con dificultad.
Se reduce la baja intensidad de empleo por hogar
El
informe revela la baja intensidad del empleo por hogar, que afecta al
10,7% de las personas menores de 60 años. Esta cifra supone una
reducción de 2,1 puntos porcentuales con respecto a la registrada en
2017 y mantiene la línea de descenso iniciada en 2017 (6,4 puntos
menos).
Sin embargo, si se
compara con el dato de 2008, el de 2018 es cuatro puntos superior. En
términos absolutos, actualmente hay 3,7 millones de personas menores de
60 años en España que viven en hogares con baja intensidad de empleo.
Existe
otro dato "preocupante" para la Red Nacional de Lucha contra la Pobreza
y la Exclusión Social: Algo más de la cuarta parte de la población
pobre vive en pobreza severa, es decir, que sus ingresos no superan el
30% del ingreso nacional medio. Son 2,6 millones de personas en esta
situación, 740.000 más que hace una década.
Grandes diferencias entre comunidades
El
trabajo analiza las diferencias territoriales entre las comunidades
autónomas, que son grandes y se producen en la práctica totalidad de los
indicadores. Existe una evidente división de España en dos mitades.
Por
un lado, la mitad norte (con Madrid) presenta bajas tasas de pobreza
(entre 13 y 14 puntos porcentuales por debajo de la media nacional del
26,1%), y por, otro, la mitad sur, cuyas tasas son "extraordinariamente"
más elevadas (entre 4 y 18 puntos porcentuales por encima de la media
nacional).
Si se tiene en
cuenta la tasa AROPE, las comunidades con datos más bajos son el País
Vasco y Navarra, con el 12,1 y el 12,6%, respectivamente, mientras que
Andalucía y Extremadura, con 38,2 y 44,6%, respectivamente, son las
autonomías con las cifras más elevadas.
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