MADRID.- El Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA), Teodoro López Calderón, ha cesado este lunes al comandante del cazaminas 'Turia', que encalló el pasado 27 de agosto en aguas de La Manga del Mar Menor durante las labores de búsqueda y recuperación del avión C-101 del Ejército del Aire que se estrelló el día anterior.
En un comunicado, la Armada ha señalado que López Calderón, con esta decisión, ha relegado al comandante del "Turia" del ejercicio de su mando.
El buque de la Armada quedó
varado frente a la playa del Banco del Tabal en las proximidades de La
Manga del Mar Menor el pasado 27 de agosto, mientras participaba en las
labores de búsqueda y recuperación de los restos del avión C-101 del
Ejército de Aire estrellado el día anterior y en el que falleció el piloto que realizaba un vuelo de instrucción.
En
un primer momento, la Armada achacó a las malas condiciones
climatológicas y del mar que el buque, que en ese momento estaba
intentando recuperar un robot submarino que rastreaba el fondo,
encallara en un fondo rocoso a escasos centenares de metros de la costa
de La Manga.
Fuentes de la Armada han confirmado que, como es habitual en casos de accidentes militares, se ha abierto un proceso para esclarecer las causas del encallamiento y depurar responsabilidades de los mandos a cargo de la operación.
Una vez se extraigan las conclusiones, será un Tribunal Jurídico Militar quien decida si abrir o no expediente disciplinario.
La
investigación incluye el análisis de elementos del cazaminas como la
carta náutica y el sistema de navegación, lo que ayudará a comprobar si
el buque tenía algún problema antes del inicio de la operación.
Un barco de 70 millones de euros
Según publica hoy el diario El País, la Armada y el juez militar han abierto una investigación para determinar si el embarrancamiento del cazaminas Turia fue fruto de una imprudencia. El buque encalló en un arrecife
artificial, que está cartografiado y figura en las cartas naúticas de la
zona, cuando participaba en el rescate del avión C-101 en el que murió el
comandante Francisco Marín.
Defensa aún no ha decidido si reparará el Turia, que costó 70 millones de euros, o lo da definitivamente de baja.
La investigación ordenada por el jefe del Estado Mayor de la Armada,
Teodoro López Calderón, tiene como objetivo, según fuentes militares,
aclarar las circunstancias por las que embarrancó el Turia y, en su caso, depurar responsabilidades disciplinarias, si las hubiera.
Por su parte, el titular del Juzgado Togado Militar Territorial
13, con sede en Valencia, que sustituye al de Cartagena, ha abierto un
procedimiento para aclarar lo sucedido.
El artículo 73 del Código Penal
Militar castiga con hasta dos años de cárcel al militar que “por
imprudencia grave” causare la varada de un buque de guerra y lo
inhabilita para volver a ejercer el mando si causare la pérdida total
del mismo.
“Cuando un buque encalla es porque algo se ha hecho mal, pero
puede haber circunstancias que atenúen o eximan de responsabilidad”,
explican las fuentes consultadas.
Según los primeros indicios, fue el temor a perder el robot por control
remoto ROV Pluto Plus, que en ese momento rastreaba el fondo marino a la
búsqueda de los restos del caza, lo que llevó el capitán de corbeta al
mando del Turia a adentrarse en una zona muy peligrosa. El
cazaminas tiene poco más de dos metros de calado y la sonda indicaba una
profundidad de hasta seis, pero la irregularidad del terreno y la
fuerte marejada le hicieron embarrancar.
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