MADRID.- El esfuerzo realizado por El Corte Inglés para
reducir deuda y conseguir la categoría de empresa con grado de
inversión (‘investment grade’) se está viendo lastrado por la entrada en
vigor de las nuevas normas internacionales de contabilidad. Sobre todo
la denominada NIIF 16, que obliga a las compañías que tienen muchos
inmuebles en alquiler a incluir estos contratos como pasivo. Según las
primeras estimaciones realizadas por el departamento financiero, la
aplicación de esta regulación va a incrementar su deuda en 530 millones de euros, según adelanta hoy El Confidencial.
Sin
tener en cuenta esta cifra, El Corte Inglés tenía al cierre del
ejercicio 2018/2019, concluido el 28 de febrero, un pasivo de 3.367 millones de euros.
Una cantidad inferior en 467 millones -un12,2%- en comparación con el
año precedente, gracias a las continuas desinversiones llevadas a cabo
por el grupo. Especialmente las relativas a activos inmobiliarios, que
ascendieron a 342 millones, y a la venta de Optica 2000 por 89,1
millones.
Además, el 'holding' puso en marcha un plan para desprenderse de
hasta 95 activos adicionales por los que pretendía ingresar unos 1.500
millones, operación que se ha encontrado con el rechazo del mercado por
la heterogeneidad de la cartera (suelos, oficinas, centros comerciales,
etc.) y que ahora se está redefiniendo. Por si esto no fuera suficiente,
El Corte Inglés también ha encargado la venta de su división de Informática, por la que pretende obtener unos 350 millones y que espera cerrar durante el verano.
Sin
embargo, todo este sacrifico se va a ver truncado este año por la
entrada en vigor de la NIIF 16 sobre arrendamientos. El grupo asegura
que ha optado por no aplicar anticipadamente esta normativa y que se
plantea hacerlo con un método de transición “mixto”,
por el cual dependiendo de las características de los contratos en vigor
e información histórica pueda concretar una cifra correcta.
Tras una primera estimación, a fecha de cierre de 2019 supondría el
reconocimiento de un activo por derechos de uso, impacto negativo en
reservas y pasivo por arrendamientos de aproximadamente 550 millones de euros, 15 millones de euros y 530 millones de euros, respectivamente. Por tanto, la deuda del 'holding' subiría de nuevo en 530 millones, hasta casi los 3.900 millones, 3,62 veces el beneficio de explotación obtenido -1.075 millones- el pasado año.
Gastos por indemnizaciones
La limpieza del consejo de administración de El Corte Inglés le ha salido cara al grupo de grandes almacenes. Las salidas de Dimas Gimeno, Leopoldo del Nogal y Juan Hermoso han disparado hasta un 73,8% el gasto en remuneraciones de la compañía, que en el ejercicio 2018-2019 pagó 25,89 millones por todo tipo de conceptos a los miembros de su órgano de gobierno.
De esta cantidad, 11,7 millones se corresponden a las indemnizaciones abonadas
al que fue presidente hasta junio de 2018 y a dos consejeros que fueron
invitados a salir para facilitar el control por parte de Marta y Cristina Alvarez Guil, hijas del fundador, Isidoro Álvarez.
La memoria anual de El Corte Inglés 2018-2019 detalla tres tipos de
pagos a los 10 miembros de su consejo de administración. Por una parte,
lo que denomina sueldos, que ascendieron a 5,26 millones, un 33,5% por
encima de los 3,94 millones abonados en el año 2017-2018, y ‘otros
conceptos’.
Una partida, esta última, que corresponde a las cantidades
recibidas por los consejeros que no tienen funciones ejecutivas y que en
el pasado ejercicio ascendió a 8,93 millones, frente a los 9,35
millones del año precedente.
Las cifras, curiosamente, no coinciden
exactamente con las incluidas en la memoria de 2017-2018, en la que se
indicaba que el gasto en sueldos fue de 6,24 millones; 2,3 millones más
de los reconocidos en el último informe corporativo.
Pero
el epígrafe que altera la remuneración del consejo de administración es
el relativo a las indemnizaciones. Este apunte se disparó hasta los
11,7 millones, debido en gran medida a los 8,7 millones que percibió Dimas Gimeno por
dejar de forma abrupta el cargo de presidente.
Los otros tres millones
hasta completar los 11,7 citados anteriormente se corresponden al dinero
pagado a Florencio Lasaga y Carlos Martínez Echevarría, los dos consejeros mayores de 80 años, coetáneos de Isidoro Álvarez y que dejaron sus funciones ejecutivas a finales de 2018.
En el año anterior, El Corte Inglés tuvo que hacer frente a la indemnización de Leopoldo del Nogal, un hombre de la casa
de toda la vida, que en 2017 aceptó dejar su asiento en el consejo de
administración a cambio de una importante cantidad de dinero.
Según
distintas fuentes, Del Nogal, que fue responsable de compras y, por
tanto, un directivo de gran relevancia para el 'holding', aceptó cobrar
sus 4,8 millones en diferido, por lo que con cargo a este último año se
le han pagado 1,6 millones.
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