FRÁNCFORT.- La junta de supervisión del grupo farmacéutico alemán
Bayer creará un comité extraordinario que tendrá por objetivo revisar la
estrategia judicial de defensa de cara a los 13.400 juicios que la
firma todavía tiene que afrontar en Estados Unidos por el efecto
cancerígeno de su herbicida del glifosato.
La compañía
ha reconocido en un comunicado que las demandas a las que tiene que
hacer frente, heredadas de Monsanto tras su adquisición, han tenido un
"efecto negativo" y ha sumado "incertidumbre" a la cotización de sus
títulos. Por ello, el nuevo comité "vigilará intensamente" todas las
decisiones que se tomen y realizará recomendaciones sobre la estrategia a
seguir en los litigios.
El comité de la junta de supervisión estará compuesto por
ocho miembros, que se repartirán a partes iguales entre los
representantes de los trabajadores de los accionistas.
Asimismo,
la junta ha decidido contratar al abogado John Beisner para que la
asesore en todo lo relacionado con las demandas del glifosato. Beisner
forma parte del bufete Skkaden, radicado en Washington (Estados Unidos) y
cuenta con experiencia en casos relacionados con las responsabilidades
penales de las empresas en relación a los productos que comercializan.
Este
mismo mes, el grupo químico alemán anunció que invertiría 5.000
millones de euros en el desarrollo de herbicidas alternativos que no
estén basados en glifosato, un cambio radical de postura tras haber destacado la buena marcha de sus cuentas por el incremento en ventas de su herbicida Roundup,
que contiene glifosato, gracias "principalmente a un crecimiento
sustancial en la región de América Latina debido a precios y volúmenes
de venta más altos" y defender que el glisofato "no es cancerígeno".
Por
el momento, Bayer ha recibido tres condenas en Estados Unidos por los
potenciales efectos cancerígenos del herbicida Roundup, un producto
basado en glifosato desarrollado y fabricado originalmente por Monsanto.
En todas las ocasiones, la empresa ha defendido su producto tras cada
sentencia asegurando que no estaba demostrado que fuera cancerígeno.
Entre ellas, un tribunal del distrito norte de California condenó a Bayer a pagar 2.055 millones de dólares para indemnizar a un matrimonio que acusó a la compañía alemana de que el glisofato de su herbicida Roundup les provocó cáncer.
El
grupo alemán adquirió Monsanto en junio de 2018 por un total de 63.000
millones de dólares (55.360 millones de euros). Desde el cierre de la
adquisición de la firma estadounidense, la cotización de las acciones de
Bayer acumula un retroceso del 42,2% en la Bolsa.
La multinacional de
Leverkusen decidió suprimir la marca Monsanto tras culminar la mayor
compra de sus más de 150 años de historia, aunque mantuvo los nombres de
los productos incorporados al catálogo de Bayer.
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