ALICANTE.- El presidente del Gobierno entró de lleno este sábado en la guerra por el reparto del agua en España, centrada sobre todo en la polémica del trasvase Tajo-Segura,
con una solución basada en el desarrollo de las desaladoras en la zona
de Levante y el sur del Mediterráneo, conectadas entre sí y con toda la
red, de forma que se pueda garantizar el suministro de agua sin tener que dejar sin recursos a nadie.
Ese fue el mensaje principal que el líder socialista quiso lanzar en su mitin de Alicante, para dar un respaldo al candidato de su formación a presidir la Comunidad Valenciana, Ximo Puig,
y evitar enfrentamientos con otras autonomías, como la mayor receptora
de agua del trasvase (Murcia) o la cuenca de origen del Tajo en Castilla-La Mancha, según recoge https://amp.lainformacion.com.
La solución que plantea Sánchez en campaña electoral ya había sido apuntada por la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera,
este mismo mes, cuando desveló que dentro de sus planes está el
desarrollo y la interconexión de las desaladoras del Mediterráneo, para
frenar la detracción de agua del Tajo y cumplir con la sentencia del Supremo que pone en duda la validez del trasvase dado el deterioro que supone para las cuencas del río en Aranjuez, Toledo y Talavera de la Reina.
La ministra anunció en un evento en Madrid que dentro de los planes de su ministerio estaba que la Confederación Hidrográfica del Segura licitara lo antes posible un proyecto para interconectar el agua de las desaladoras y los canales en Almería, Murcia y Alicante,
de forma que funcionaran como una red que llevara agua "allí donde
falte" independientemente de donde proceda.
Ese proyecto, que pretende duplicar la cantidad de agua desalada que ahora se utiliza
en la zona hasta superar los 500 hectólitros cúbicos, le ha servido
este sábado al presidente del Gobierno para garantizar en la Comunidad
Valenciana que es posible tener agua para todos sin tener que enfrentarse con las zonas de las que viene el agua, principalmente, Castilla-La Mancha.
Al contrario, Sánchez aprovechó el mitin de
Alicante para evitar esa guerra y recordar los 200.000 millones de
inversión que supone su plan para la transición ecológica y el cambio
climático, donde estarán contenidas las inversiones en agua, tras lo que
llamó a la Comunidad de Valencia a "ponerse a la vanguardia de todo ese
cambio".
"El Gobierno va a garantizar siempre suministro a las
provincias que necesiten agua, pero tenemos que reivindicar la utilización de más desaladoras para tener autosuficiencia en recursos hídricos",
señaló, para rematar su mensaje electoral en la Comunidad, que también
vota sus elecciones municipales y autonómicas el próximo domingo junto
con las generales, con la promesa de llevarles más dinero con un nuevo
modelo de financiación autonómicas, tras los tres años de escasez de
recursos que han sufrido.
La polémica por el trasvase Tajo-Segura, que enfrenta a la cuenca del Tajo con las comunidades de Valencia y Murcia,
dio un giro radical el mes pasado tras conocerse una sentencia del
Tribunal Supremo que ponía en duda la validez de esa cesión de agua, si
de ella se deriva que las cuencas del río en origen se quedan deterioradas de forma irreversible por la falta de agua que supone una detracción demasiado intensiva.
Alicante
se ha convertido este sábado en el foco de la campaña electoral, con
actos convocados por los líderes de casi todos los grandes partidos en
liza. El responsable del PSOE ha sido el primero en lanzar su mensaje y
ha arremetido contra la corrupción que sufrió la Comunidad Valenciana
con el anterior gobierno del PP.
"Algunos quieren tanto a España que
decidieron quedarse con el dinero de los españoles en su bolsillo",
ironizó Sánchez, para insistir en que "la buena gente no roba ni insulta ni espía" y recordar que "las cloacas del Estado se fueron por el desagüe el día de la moción de censura contra la corrupción del PP".
Desde
un punto de vista puramente económico, el líder socialista repasó todos
los supuestos logros sociales que se han hecho en los apenas ocho meses
de su gobierno y con 84 diputados, entre el que destaca la subida del SMI.
A su entender, ninguno de los malos augurios que se le achacaban a esta
medida han ocurrido, algo que le justifica para asegurar que "se puede hacer política económica vinculada a las mejoras sociales y cuadrar las cuentas con un déficit del 2% a finales de este año".
Sánchez aprovechó el marcado carácter feminista de su programa para atacar a la candidata del PP por Barcelona, Cayetana Álvarez de Toledo, y su "frivolidad al hablar de la violencia de género".
El todavía presidente recordó que hay 11.ooo agresiones sexuales en España cada año y para paliar esa lacra no hay más remedio que reformar el Código Penal y
dejar claro que en ese ámbito "no es no siempre", tanto cuando se dice
expresamente como cuando no se otorga ningún tipo de consentimiento.
"Nosotros queremos una España donde las mujeres puedan desarrollarse y
estén libres, seguras y vivas, en pie de igualdad -remarcó-; todo lo que
no sea sí, es un no, y eso tiene que estar reconocido en el Código
Penal".
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