jueves, 11 de abril de 2019

La queja de la clase media / Primo González *

La clase media está perdiendo peso en las economías desarrolladas. Lo acaba de diagnosticar la OCDE, el organismo internacional que reúne a más de una treintena de países desarrollados con economías de mercado. 

Dicen los autores del informe que acaba de lanzar esta organización que el declive de este importante colectivo se ha agudizado durante la reciente crisis económica, es decir, el convulso periodo que arrancó a finales del año 2008 y del que estamos saliendo con dificultades tras haber llegado a niveles más bajo en este ciclo hacia el año 2013.

El peso de lo que se denomina clase media, integrado por las familias que tienen rentas por encima del 75% de la media y hasta el 200%, ha descendido hasta el 61% del total de las familias. En España, el peso de este colectivo es algo menor, del 58%, frente al 61% del total de los países que forman parte de esta organización y que integran lo que se conoce como mundo desarrollado.

La preocupación por este fenómeno radica en el impacto que en las grandes cifras de la economía representa la capacidad de gasto y de inversión de este colectivo, que llegó a suponer cuatro veces más que el colectivo de rentas más altas, aunque en los últimos años esta proporción ha tendido a la baja. La clase media aporta sobre todo volumen, ya que los agentes más dinámicos de la economía se posicionan en cotas de renta bastante más altas, a las que acceden gracias al éxito económico.

La erosión inflacionaria ha sido uno de los motivos por los cuales la clase media ha visto mercado su peso en el conjunto de las economías desarrolladas, aunque otros tipos de costes, como el de la vivienda, han tenido una influencia nociva especial, ya que han registrado crecimientos superiores o muy superiores a los de las rentas familiares de la clase media.

Los ingresos en el colectivo de familias de la clase media se han visto frenados durante la crisis económica a causa del menor dinamismo del empleo y de la reducción de la movilidad social, que siempre ha sido uno de los motores estimulantes que ha impulsado al alza el peso de este segmento poblacional. La fiscalidad también ha tenido un peso de cierta consideración, tanto la directa como la indirecta.

El segmento de la clase media es el gran caladero en el que se apoyan los Gobiernos a la hora de promover e impulsar un mayor dinamismo en la recaudación con el que contrarrestar la deriva de los Presupuestos públicos, agobiados por las presiones de gasto de algunos sectores de la sociedad, justo los que están por debajo de la clase media. 

La situación es descrita por el informe de la OCDE cuando califica a la clase media como la gran “exprimida” de la crisis de estos últimos años, a la que se han unido otras circunstancias como los cambios tecnológicos que se están operando en la sociedad que demandan una creciente cualificación profesional y un esfuerzo familiar redoblado para no perder posiciones en la escala social. 

Los partidos políticos están reaccionando a este amplio fenómeno social, aunque las soluciones que se ofrecen han abierto un abanico de opciones que posiblemente contribuya a alargar y enquistar el problema más que a solucionarlo.



(*) Periodista y economista



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