La clase media está perdiendo peso en las economías desarrolladas. Lo
acaba de diagnosticar la OCDE, el organismo internacional que reúne a
más de una treintena de países desarrollados con economías de mercado.
Dicen los autores del informe que acaba de lanzar esta organización que
el declive de este importante colectivo se ha agudizado durante la
reciente crisis económica, es decir, el convulso periodo que arrancó a
finales del año 2008 y del que estamos saliendo con dificultades tras
haber llegado a niveles más bajo en este ciclo hacia el año 2013.
El peso de lo que se denomina clase media, integrado por las familias
que tienen rentas por encima del 75% de la media y hasta el 200%, ha
descendido hasta el 61% del total de las familias. En España, el peso de
este colectivo es algo menor, del 58%, frente al 61% del total de los
países que forman parte de esta organización y que integran lo que se
conoce como mundo desarrollado.
La preocupación por este fenómeno radica en el impacto que en las
grandes cifras de la economía representa la capacidad de gasto y de
inversión de este colectivo, que llegó a suponer cuatro veces más que el
colectivo de rentas más altas, aunque en los últimos años esta
proporción ha tendido a la baja. La clase media aporta sobre todo
volumen, ya que los agentes más dinámicos de la economía se posicionan
en cotas de renta bastante más altas, a las que acceden gracias al éxito
económico.
La erosión inflacionaria ha sido uno de los motivos por los cuales la
clase media ha visto mercado su peso en el conjunto de las economías
desarrolladas, aunque otros tipos de costes, como el de la vivienda, han
tenido una influencia nociva especial, ya que han registrado
crecimientos superiores o muy superiores a los de las rentas familiares
de la clase media.
Los ingresos en el colectivo de familias de la clase media se han
visto frenados durante la crisis económica a causa del menor dinamismo
del empleo y de la reducción de la movilidad social, que siempre ha sido
uno de los motores estimulantes que ha impulsado al alza el peso de
este segmento poblacional. La fiscalidad también ha tenido un peso de
cierta consideración, tanto la directa como la indirecta.
El segmento de la clase media es el gran caladero en el que se apoyan
los Gobiernos a la hora de promover e impulsar un mayor dinamismo en la
recaudación con el que contrarrestar la deriva de los Presupuestos
públicos, agobiados por las presiones de gasto de algunos sectores de la
sociedad, justo los que están por debajo de la clase media.
La
situación es descrita por el informe de la OCDE cuando califica a la
clase media como la gran “exprimida” de la crisis de estos últimos años,
a la que se han unido otras circunstancias como los cambios
tecnológicos que se están operando en la sociedad que demandan una
creciente cualificación profesional y un esfuerzo familiar redoblado
para no perder posiciones en la escala social.
Los partidos políticos
están reaccionando a este amplio fenómeno social, aunque las soluciones
que se ofrecen han abierto un abanico de opciones que posiblemente
contribuya a alargar y enquistar el problema más que a solucionarlo.
(*) Periodista y economista
No hay comentarios:
Publicar un comentario