MADRID.- Pocas afirmaciones son más compartidas en el mundillo sanitario como que
la atención primaria es la clave, la puerta del sistema que debe asumir
los cuidados a una población cada vez más envejecida y pluripatológica.
Y también que es un sector abandonado, con protestas de los profesionales,
falta de ellos y sobrecarga de trabajo como denuncian los médicos
gallegos en sus protestas actuales.
En medio de esta situación, el
Ministerio de Sanidad ha presentado a las comunidades esta mañana un
plan para potenciarla. Entre sus medidas, un objetivo catalogado como "a
largo plazo": que en 2025 todos los profesionales (médicos y
enfermeros) de primaria "tengan cupos que cumplan criterios ajustados a
las características demográficas, epidemiológicas y socioeconómicas de
la población.
Una cifra de partida aceptable, sujeta a este análisis
pormenorizado de los criterios, es que los cupos no superen las 1.000
personas, y en el caso de pediatría, las 1.500 personas", dice el
documento que la ministra, María Luisa Carcedo, ha presentado este
jueves a los representantes de las comunidades y recoge El País.
Para conseguirlo habrá que hacer un importante esfuerzo. En 2017, último año con datos, la media de tarjetas sanitarias por médico era de 1.347
(un 34,7% más que el objetivo del plan), y solo Castilla y León, con
916 estaría por debajo, aunque dadas las circunstancias (envejecimiento,
dispersión de la población rural) ya se afirma que no basta con esa
tasa.
En el extremo opuesto está Baleares, con 1.762 tarjetas por
médico. En total, si la población se mantuviera, para llegar a una media
de 1.000 pacientes por facultativo haría falta pasar de los 28.980
médicos de 2017 a 39.326.
En enfermería, la tasa actual es de 1.547 pacientes de media para cada uno de los 29.662 profesionales. Harían falta 16.000 más. Y en pediatría, la proporción de 2017 es de 1.018 tarjetas para
cada uno de los 6.506 pediatras, por lo que estarían por debajo de la
media que se pretende, pero hay que tener en cuenta que en muchos casos
actuales los niños son seguidos por médicos de atención primaria y no
por pediatras.
Las cifras propuestas son difíciles de conseguir. El reciente estudio sobre oferta y demanda de especialistas
que presentó el Ministerio de Sanidad calcula que el 63,4% de los
médicos de familia y el 55% de los pediatras tiene más de 60 años, lo
que quiere decir que se van a jubilar en cinco años como mucho.
Esas
plazas habrá que reponerlas y aumentarlas. Y en ese sentido los
consejeros han apuntado a la necesidad de ampliar la oferta de
especialistas, con la reclamación incluso de un MIR extraordinario para
primaria.
Este ya fue rechazado por Carcedo al término del último
consejo interterritorial (la reunión de coordinación entre el ministerio
y las comunidades), cuando explicó que era preferible aumentar las plazas de las próximas convocatorias MIR ya que si no se produciría un solapamiento de los ciclos formativos.
Para casos como el de Castilla y León y
otras comunidades con características similares (Castilla-La Mancha,
Galicia) u otros rasgos especiales (la insularidad, por ejemplo) se
propone "identificar Zonas Especiales de Salud que, por sus especiales
características demográficas y geográficas, precisarán una estrategia
diferenciada para la contratación de profesionales y para la prestación
de servicios".
El plan presentado establece que las ofertas públicas de empleo deben
ser "al menos" bienales. Estas convocatorias son autonómicas y se
reactivaron en 2017 después de que se redujeran al mínimo durante la
crisis (desde 2012), cuando se estableció que la tasa de reposición del
personal no podía ser de más del 10%.
Precisamente, Sanidad propone, "a
medio plazo", mantener una tasa de temporalidad inferior al 10%. De
nuevo, los datos del ministerio reflejan lo difícil que va a ser. Estos
demuestran que en 2014 el 70% de los contratos de médicos de familia
eran por menos de un mes por el 64% de los demás especialistas.
En 2017
la situación no era mucho mejor: ese año se firmaron casi veinte mil
(19.978) contratos temporales con médicos de familia (equivalentes al
51% del total de médicos de familia del sistema nacional de salud en
enero de 2018). En 2017 solo el 6,9% de los contratos de los médicos de
familia fueron indefinidos (el 9,4% para otros especialistas).
En esa línea y con la idea de fidelizar a los médicos jóvenes, se
propone "nivelar los salarios" entre los profesionales de atención
primaria y especializada. Y también "ofertar a los residentes que
finalizan el periodo de formación sanitaria especializada, contratos de
área con vinculación a equipos, de al menos dos años de duración", con
lo que se reducirá la precariedad.
El documento, que aún puede ser sujeto de cambios, va más allá de los
médicos y el personal de enfermería y propone que la cartera de
servicios plantee una "integración en la atención primaria de todos los
profesionales, sanitarios y no sanitarios, que vayan a trabajar en este
ámbito, definiendo sus funciones y los servicios que deben desarrollar.
Y
cita a especialistas en medicina familiar y comunitaria, especialistas
en enfermería familiar y comunitaria, especialistas en pediatría,
especialistas en enfermería pediátrica, matronas, psicólogos o
profesionales de la salud mental, fisioterapeutas, odontólogos,
higienistas dentales, técnicos en cuidados auxiliares de enfermería,
trabajadores sociales, profesionales de las unidades administrativas,
farmacéuticos de atención primaria y optometristas como posibles
componentes.
El proyecto muestra que todo esto, más aspectos como la promoción de
la investigación en atención primaria y la necesaria utilización de la
sanidad electrónica (la historia clínica) interconectada para todos los
profesionales implicados, tanto de primaria como en hospitales, necesita
dinero.
No hay una cifra en el texto, pero sí se menciona la necesidad
de "habilitar créditos en el presupuesto de gastos anual del Ministerio
de Sanidad, Consumo y Bienestar Social para financiar determinadas
actuaciones de las comunidades autónomas en atención primaria enmarcadas
en la implementación de la Estrategia de Cronicidad, la Estrategia de
Promoción de la Salud y Prevención y la Estrategia de Seguridad del
Paciente en el Sistema Nacional de Salud".
La reunión de ayer dejó con buen sabor de boca a los consejeros autonómicos, informa Efe.
“Todos tenemos el compromiso de trabajar por mejorar la atención
primaria, abordando las prioridades”, dijo Antonio Sáez (PP, Castilla y
León).
El de Madrid, Enrique Ruiz (PP), también destacó la “lealtad
institucional” de las comunidades, al margen de su signo político, para
dar a la primaria “la dimensión que merece”.
La idea de que hace falta
una coordinación del ministerio también la expresaron José María
Vergeles (Extremadura, PSOE) y Jesús Vázquez (Galicia, PP). Este
solicitó un MIR extraordinario, como su homóloga de La Rioja, María
Martín (PP). Jesús Fernández (Castilla-La Mancha, PSOE) resaltó la idea
de que todos los MIR pasen por Medicina de Familia.
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