MADRID.- El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha asegurado que
no se esperaba que el rescate que pidió el Gobierno español a sus
socios comunitarios para recapitalizar el sistema financiero español,
encabezado por Bankia, motivase una reestructuración de la entidad de
tal magnitud como la que tuvo que acometer, que implicó un Expediente de
Regulación de Empleo (ERE) que afectó a unos 4.500 empleados de la
entidad.
Así lo ha afirmado Goirigolzarri durante su comparecencia
como testigo en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia en julio de
2011, que se celebra en la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares
(Madrid).
Sobre el conocimiento que tenía de la entidad en el
momento de su nombramiento el 9 de mayo de 2012, Goirigolzarri ha
explicado que contaba con el que podía obtener de los medios de
comunicación.
"Sabía y conocía los problemas del sistema bancario
español, conocía los problemas de Bankia desde fuera, el famoso informe
del FMI, conocía que se habían presentado unas cuentas a la CNMV que no
estaban auditadas y conocía los rumores que había en el mercado, pero
información directa no tenía", ha indicado.
Aun contando con esta
información, ha reconocido que no se esperaba que a raíz del rescate
financiero de 100.000 millones de euros que el Gobierno de Mariano Rajoy
solicitó a Bruselas, de los que finalmente usó unos 42.000 millones
--la mitad se destinaron a Bankia--, tuviese lugar ERE que afectó a unos
4.500 empleados de la entidad y el cierre de mil oficinas bancarias.
"Si
a mí me llegan a decir el 7 de mayo de 2012 que íbamos a tener un plan
de reestructuración aprobado por Europa en noviembre que nos obligaba a
un ERE de 4.500 personas, a cerrar 1.000 de las 3.000 oficinas y que los
preferentistas se verían obligados a un gran descuento para participar
en la capitalización de Bankia, me hubiera sorprendido, la verdad, no
hubiera esperado nada de eso, pero a eso nos tuvimos que enfrentar", ha
manifestado.
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