VALENCIA.- El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, reconoce que la entidad puede cerrar oficinas para adaptarse al mercado, pero asegura que «no será algo abrupto». El banquero ha explicado que ya se aplicó un ajuste de oficinas y un ERE en plena crisis y otro tras la fusión con BMN que situó a la entidad en una situación mejor que otros competidores.
En su opinión, la red debe adecuarse a las nuevas tendencias y a la demanda de los clientes, lo que obliga a realizar cambios y adecuaciones de la estructura, aunque no ha precisado su alcance del ajuste, según el diario Las Provincias.
Por otra parte, Goirigolgarri defiende que Bankia no debe convertise en un banco público,
perpetuando la intervención de 2011.
El presidente de la entidad ha
pedido que el gobierno que surja de las próximas elecciones se comporte
de forma «tan exquisita como lo han hecho los gobiernos hasta ahora»
para hacer un proyecto «profesional e independiente» y que tenga claro
que el objetivo de su privatización, «que es muy buena decisión por
encima de tacticismos políticos«.
De este modo,
señala sin citar las repetidas ocasiones en las que Podemos ha puesto
sobre la mesa la conversión definitiva de la entidad en un banco
público. Esta opción que podría estar sobre la mesa en un pacto de gobierno de izquierdas, ha sido repetidamente rechazada por Goirigolzarri.
Sobre
los últimos aplazamientos de esta privatización, considera que no se
pierden oportunidades y asegura que éste no es el momento de privatizar,
teniendo en cuenta el contexto.
Por otra parte, aunque no descarta una
fusión con una entidad del resto de Europa, por el interés de las
autoridades comunitarias, le parece difícil «visualizarlas».
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