MADRID.- Si ha habido una reclamación que las autonomías han mantenido sin
importar su signo político en los últimos años ha sido la reforma de la
financiación regional. Sin embargo, este caballo de batalla enarbolado
por todas las comunidades ha quedado apaciguado en los últimos meses en
las que más peso tienen sin concierto económico propio -Cataluña,
Comunidad Valenciana y Andalucía - gracias a los casi 7.000 millones de
euros que el Gobierno de Pedro Sánchez ha repartido entre ellas en los
siete meses que lleva de mandato, según El Economista.
La que más millones se lleva al agua es Cataluña. En septiembre, en
la comisión mixta bilateral que el Estado tiene con la región, la
Generalitat le sacó más de 4.200 millones a Moncloa. La mayor parte de
este montante corresponde a los 2.773 millones de deuda de corto plazo
que pasó a ser de largo plazo.
El resto fueron preacuerdo para que
Cataluña reciba 759 millones para inversiones en infraestructuras y
otros 700 millones para financiar los Mossos d'Esquadra, aunque estas
cantidades se irán pagando entre 2019 y 2022.
En cualquier caso, no hay que olvidar que el Generalitat que preside
Quim Torra reclama 7.600 millones más como deudas y compromisos
pendientes del Gobierno central con Cataluña.
En el caso de la Comunidad Valenciana, las regalías se produjeron
este verano, durante el último Consejo de Política Fiscal y Financiera
del 2018, que se celebró en verano y de forma telemática. Sumaron un
total de 1.850 millones, cantidad compuesta por una refinanciación de la
deuda levantina de 1.000 millones, una quita de 350 millones - al
asumir el Gobierno la deuda completa por Consorcio Valencia, una entidad
creada para organizar la Copa América y gestionar el proyecto de la
llamada Marina Real Juan Carlos I en Valencia-, y medidas adicionales no
puntualizadas por valor de 500 millones.
Estas cesiones por parte del Gobierno tenían como objetivo enfriar
los ánimos en la Generalitat de Ximo Puig y lograr su apoyo en el seno
del Consejo a la senda de estabilidad del Gobierno, que incluía un
objetivo de déficit para este año del 1,8% y que finalmente fue vetada
por el Senado en diciembre. Su voto, hasta entonces, había sido la
abstención.
Finalmente, Andalucía, a pesar de ser también socialista, también ha
sido una de las autonomías más críticas en lo que se refiere a la
financiación autonómica.
Sin embargo, cualquiera de estas protestas pasó
a un segundo plano por el adelanto electoral andaluz, que todo parece
indicar que acabará con la salida del PSOE de la Junta.
Pero antes, en noviembre, el Gobierno aprobó un importante plan de
inversiones para los próximos años por valor casi 1.000 millones
destinados al Campo de Gibraltar.
Otros beneficios
Sin
embargo, la realidad indica que estas tres comunidades no solo han sido
beneficiadas en los últimos siete meses de mandato de Sánchez. Un
repaso a los mecanismos de liquidez estatales de 2015 y 2016 permite
comprobar cómo Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía han sido
compensadas mucho más que el resto de las autonomías a través de esta
vía, según los datos del Tribunal de Cuentas.
En total, estas tres regiones han recibido unos 106.815 millones por
dichos mecanismos desde 2012 hasta 2016, lo cual supone más de dos
tercios del total entregado a las autonomías, unos 148.597 millones.
Al mismo tiempo, son las regiones a las que más les ha compensado
recurrir a estos fórmulas para eludir el pago de intereses elevados,
gracias a los préstamos estatales. Solo en 2016, Cataluña logró unos
ahorros de 2.605 millones por esta vía, Comunidad Valenciana unos 1.674
millones y Andalucía unos 1.166 millones. Individualmente, la cifra de
ahorro de la región catalana es superior al obtenido por el resto de las
autonomías, que fue de 1.688 millones.
CATALUÑA
La región mediterránea ha sido la más beneficiada por el reparto de
fondos que ha hecho el Gobierno de Pedro Sánchez en los últimos siete
meses. En total, la región le ha sacado al Ejecutivo unos 4.200
millones, a los que habrá que sumar el incremento de financiación que se
espera a través del proyecto de Presupuestos Generales del Estado, que
se espera que esté en, al menos, 800 millones.
COMUNIDAD VALENCIANA
La autonomía levantina ha sido una de las más críticas con la
financiación autonómica, aduciendo que es la causa por la que la región
no dispone de fondos suficientes. Sin embargo, estas protestas quedaron
acalladas con una serie de medidas que incluyeron una quita de 350
millones de euros, al asumir el Estado la deuda completa del Consorcio
Valencia, entidad creada cuando la Generalitat era del PP.
ANDALUCÍA
A pesar de ser socialista, la reforma de financiación nunca dejó de
formar parte del discurso de la Junta. Con todo, la celebración de
elecciones autonómicas provocó que estas protestas pasaran a un segundo
plano. A esto hay que sumar los casi 1.000 millones que el Consejo de
Ministros aprobó para Campo de Gibraltar, de los que 810 millones eran
para nuevas infraestructuras.
EXTREMADURA
A pesar de no ser una de las autonomías con más influencia del
Estado, Extremadura ha sido de las más ruidosas en el último mes por los
continuos incidentes relacionados con la descuidada red ferroviaria
extremeña. Para abordar esta cuestión, José Luis Ábalos, ministro de
Fomento, ha prometido a la región unos 375 millones que se invertirán en
su estructura viaria durante el primer semestre de este año.
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