MADRID.- Iñigo Errejón, uno de los fundadores Podemos, renunció el lunes a su
escaño como diputado, abriendo una crisis interna en la formación
antiausteridad, un aliado clave del Gobierno socialista, a escasos meses
de elecciones municipales y regionales.
Las divisiones internas en el grupo de izquierdas, cuyo apoyo es
fundamental para la supervivencia de los socialistas en el poder dada su
minoría en el Congreso, podrían suponer un serio problema para el
presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que llegó al poder en junio tras
una moción de censura al Ejecutivo del Partido Popular y se enfrenta a
elecciones generales en 2020.
Podemos, creado en 2014 en
respuesta a la profunda crisis económica que atravesó España tras la
debacle financiera de 2008, ganó el 21 por ciento de los votos en las
elecciones generales de 2016.
“Hoy dejo el acta como diputado del
Congreso. Ha sido un inmenso honor. Con el orgullo de haberlo hecho lo
mejor que sé, os doy las gracias. Ahora una sola tarea: levantar una
nueva mayoría en Madrid”, dijo Errejón en Twitter.
Errejón, quien
durante años fue el segundo de Pablo Iglesias, líder de Podemos, había
anunciado que en las elecciones del próximo mes de mayo se postulará
para la presidencia de la Comunidad de Madrid como parte de Más Madrid,
una plataforma política abierta compartida con la alcaldesa de Madrid,
Manuela Carmena.
Esta decisión supuso la ruptura definitiva con Iglesias, antiguo amigo de Errejón.
Errejón,
a quien se consisdera más moderado que Iglesias, no ha dejado
oficialmente Podemos, que ahora tiene que decidir si nombra su propio
candidato para los comicios de Madrid.
“En un ambiente tan
volátil en la política española, la división podría beneficiar a sus
rivales”, dijo Lluis Orriols, profesor de ciencias políticas en la
Universidad Carlos III de Madrid.
Orriols señaló que es probable
que los socialistas consoliden su posición como principal partido de
izquierdas, pero que la izquierda en conjunto podría dividirse más y
perder apoyos.
Encuestas recientes muestran que los socialistas
serían el partido más votado en las elecciones generales, pero
necesitarían el apoyo de Podemos para formar gobierno.
Los
miembros de Podemos reconocen que la ruptura podría dañar al partido,
pero esperan superar las divisiones antes de las elecciones generales
del próximo año.
“Todavía hay una oportunidad para que el partido
se reconstruya”, dijo Hugo Martínez Abarca, diputado en la Asamblea de
Madrid por Podemos, a la agencia Reuters.
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