Pese a las
fiestas de Navidad, los partidos políticos han mantenido las
maquinarias demoscópicas trabajando a destajo estos días, tras
constatar en los últimos sondeos que se consolida la
fragmentación del espacio político español como ya habían puesto
en evidencia las elecciones andaluzas.
La publicación este
viernes por el CIS de sus previsiones electorales ha azuzado las
especulaciones sobre la crisis interna del Partido Popular de Pablo
Casado.
El
Partido Popular liderado por Pablo Casado es el que sale peor parado en
sus expectativas de voto de cara a unas elecciones generales, tanto
ateniéndonos al promedio de los sondeos elaborados hasta mediados del
mes de diciembre, como en la última encuesta elaborada por Sigma2 y
publicada por El Mundo el miércoles 2 de enero.
El promedio de los sondeos del mes de diciembre da como vencedor al
Partido Socialista con un 24 % de intención de voto, seguido del PP con
un 21 %, C´s obtendría un 20 %, Unidos Podemos lograría el 16 %,
mientras VOX se quedaría con un 9 %.
En cambio, en la reciente encuesta publicada el miércoles por Sigma
2, se perciben ya varios cambios significativos. Sin duda el mayor en
porcentaje es el aumento en la intención de voto que otorgan a VOX.
Hasta casi el 13 %, un 12,9 %, lo que supondría un incremento de 4
puntos sobre la media de los sondeos del mes de diciembre. Se haría con
entre 43 y 45 escaños.
El segundo aspecto relevante es la pérdida de dos puntos porcentuales
en la estimación de voto que Sigma2 otorga al Partido Popular, que
junto con una menor pérdida de solo un punto en el caso del Ciudadanos
sobre el consenso de los sondeos, les igualaría en un segundo puesto con
una estimación de voto del 19 %.
Dadas las ventajas que la Ley electoral todavía concede para el
electorado de los Populares estos obtendrían una ligera ventaja en
número de escaños: entre 70 y 74 para el PP frente a los entre 66 y 70
para Ciudadanos. Por ser exactos, 19,2 % para el PP y 18,8 % para
Ciudadanos.
El PSOE se mantiene en el caso del sondeo para El Mundo como el
partido más votado con un 22,6 % de intención de voto y entre 92 y 96
escaños.
En el caso de Unidos Podemos coincide la estimación de voto tanto el
del conjunto de sondeos de diciembre como el publicado este martes. Con
una estimación de voto del 15,8 % obtendría entre 45 y 47 escaños.
La derecha, con el apoyo de VOX tendría mayoría absoluta, pero el
coste de admitir los votos de una derecha extrema no pasa inadvertido.
La comparativa imposible con los datos del CIS
A estos datos ha venido a sumarse en las últimas horas el sondeo del
CIS correspondiente a diciembre cuya muestra se tomó tras la celebración
de las elecciones andaluzas del pasado 2 de diciembre.
Pero de nuevo los resultados presentados por el organismo que dirige
el sociólogo socialista José Félix Tezanos, no parecen reflejar el
cambio que está experimentando la sociedad española.
Al sondeo del CIS hay que hacerle varios reproches. El primer
inconveniente que presentan es la forma de presentación de sus
resultados pues lo hace de forma distinta a como elaboró su propio
sondeo de un mes antes, lo que imposibilita la comparación.
Con todas estas advertencias parecen poco relevantes sus estimaciones
que vuelven a dar al PSOE el 28,9 % de la estimación de voto, lo que
supone una ventaja de casi 10 puntos sobre el Partido Popular, que
obtendría el 19,1 % de apoyo del electorado.
Quedaría en tercera posición Ciudadanos, con un 17,9 %. Unidos
Podemos y sus confluencias quedarían en cuarto lugar con el 14,9 % de
estimación de voto. Sería esta última la formación que sufriría la mayor
caída.
Finalmente, Vox solo lograría según el CIS un 3,7% de respaldo, muy
lejos de la estimación que prevé el consenso de sondeos del mes de
diciembre que le sitúan en el 9 % de intención de voto o del último
estudio publicado por Sigma2 que lo eleva al 11 %, el mismo porcentaje
que obtuvo en las elecciones andaluzas y que le ha situado en el
parlamento andaluz con 12 diputados.
El apoyo de Aznar
Entre los analistas conservadores se da por hecho que la larga sombra
del apoyo de Aznar sobre Casado estaría logrando justo el efecto
contrario del que se esperaba. Añaden a ello que el Congreso
Extraordinario del Partido Popular para recuperar el centro ideológico
ha sido fallido de cara al objetivo fijado de controlar la hemorragia de
votantes.
No han logrado la reunificación de todas las tendencias de su
electorado histórico, con lo que el Congreso habría venido a certificar
que, a día de hoy, el PP ha dejado de ser el referente único del centro
derecha.
Junto a la pérdida que supone que el PP deje de ser el referente del
centro derecha, la equiparación de escaños de Ciudadanos le abre la
puerta a ser el partido que decida quien gobierne en España.
Cuestión principal en la situación política actual tanto española
como europea, casi podríamos decir mundial, en la que se afronta el
riesgo de que políticos autoritarios tomen el poder.
Como advierten Steven Levitsky y Daniel Ziblatt en su libro ‘Como
mueren las democracias’, “mantener a los políticos autoritarios al
margen del poder es más fácil de decir que de hacer.
Al fin y al cabo,
se supone que en las democracias no se ilegalizan partidos ni se prohíbe
a candidatos postularse a las elecciones (y nosotros no abogamos por
tales medidas). La responsabilidad de cribar a las personas autoritarias
y dejarlas fuera recae más bien en los partidos políticos y en sus
líderes: los guardianes de la democracia”.
Ante las previsibles circunstancias excepcionales que vamos a vivir
en las próximas elecciones generales en la que los extremistas se
postulan como serios contrincantes electorales, conviene recordar la
idea que defendía Juan José Linz de que los partidos constitucionalistas
deben mostrar su “voluntad de unirse a grupos ideológicamente distantes
pero comprometidos a salvar el orden político democrático”.
En definitiva en circunstancias excepcionales, un liderazgo valiente
conlleva a poner la democracia y al país por delante del partido y
explicar al electorado lo que está en juego.
(*) Periodista
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