El proyecto
de Ley de Presupuestos Generales del Estado del 2019 llega este lunes,
con cuatro meses de retraso sobre lo previsto en la Constitución, al
Congreso de los Diputados como la pieza clave para poder prolongar la
actual legislatura. Los partidos que apoyaron al presidente del
Gobierno, Pedro Sánchez, en su moción de censura al anterior líder
del Ejecutivo, Mariano Rajoy, parecen hoy más dispuestos que hace unas
semanas a dar el visto bueno a los mismos.
Los
más reticentes hasta ahora habían sido los nacionalistas del PEdCat y
los republicanos de ERC, pero además de las concesiones que el Ejecutivo
les ha prometido en el ámbito económico, la máxima inversión para
Cataluña, hay otra razón política de gran calado para dar el apoyo a los
socialistas. Sin duda el temor a las duras medidas que han anunciado
que introducirían para controlar la cuestión catalana Partido Popular,
Ciudadanos y VOX en caso de que se anticiparan las elecciones y las
ganaran.
Ante la posibilidad de que estos partidos aplicaran el articulo 155
tan pronto como ganaran las elecciones, si este fuera el caso, el PEdCat
ha pasado de la inicial negativa frontal por parte del expresidente de
la Generalitat, Carles Puigdemont a dejar el apoyo de las mismas a las
negociaciones que mantengan en Madrid los representantes de los
nacionalistas.
Por su parte el portavoz de ERC en el Congreso de los diputados, Joan
Tardá, ha dejado la puerta abierta a dar también su apoyo a las cuentas
aprobadas en el Consejo de Ministros del pasado viernes.
Por su parte a ministra de Hacienda está dispuesta a satisfacer la
reivindicación de Podemos de que se cumplan las 11 condiciones que
todavía no se han cumplido del pacto firmado con el PSOE para apoyar la
moción de censura. María Jesús Montero dejó bien clara su disposición en
este sentido en el momento de la presentación del proyecto de
Presupuestos.
El aspecto fundamental de las reivindicaciones de Unidos Podemos es
el de permitir que los ayuntamientos puedan limitar la subida de los
precios de los alquileres en determinadas zonas o añadir una reforma del
mercado eléctrico.
Los Presupuestos tienen ahora ante sí cinco momentos clave durante su
tramitación. El primero de ellos será la comparecencia de los altos
cargos para que expliquen su percepción de los mismos. Las
comparecencias del Gobernador del Banco de España y del presidente de la
AIReF, que ya han mostrado sus dudas respecto a la viabilidad de
algunos aspectos las cuentas enviadas a Bruselas, sobre las que se
sustenta el proyecto deberán servir para comprender la posibilidad de
que se cumplan los objetivos previstos en los mismos.
Un segundo momento, todavía más importante, será el conocer si hay
enmiendas o no a la totalidad del Proyecto por parte de los
nacionalistas catalanes. Según los cálculos de Hacienda, este debate
podría producirse los días 12 y 13 de febrero. En caso de que los
nacionalistas se opusieran a los mismos, el proyecto difícilmente podrá
salir adelante.
De no ser rechazados, el debate de las enmiendas parciales en la
Comisión de Presupuestos se produciría a principios del mes de marzo,
tras unas semanas en ponencia.
La votación final del dictamen, tercer momento clave, debería
producirse en un Pleno del Congreso que previsiblemente se llevará a
cabo en la última semana del mes de marzo.
El cuarto momento clave será la votación en el Senado, donde está
previsto que no supere el debate de vetos dada la mayoría del PP en la
Cámara Alta. Una vez rechazadas las cuentas, serán devueltas al
Congreso.
En este quinto momento deberá conseguir una mayoría cualificada de un
mínimo de 176 votos a favor para poder superar el trámite
parlamentario. Esto debería poder producirse a finales del mes de abril o
en la primera semana de mayo. La convocatoria de las elecciones
autonómicas, locales y europeas para el 26 de mayo no permite que se
mantengan debates en el Congreso durante las semanas previas de la
campaña.
(*) Periodista
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