MADRID.- El pedrisco, las heladas y la falta de cuajado son los
riesgos climáticos que más han afectado a las explotaciones de frutales
en 2018.
Los fruticultores de las zonas de producción más tempranas (comarca
de Hellín, en Albacete, Comunidad Valenciana, Andalucía y Murcia) tienen
hasta el 20 de enero para asegurar su cosecha 2019 frente a los riesgos
climáticos que más afectan a sus explotaciones como el pedrisco, las
heladas y la falta de cuajado.
En la campaña anterior se suscribieron a nivel nacional más de 14.000
pólizas que dieron cobertura a una superficie superior a 100.000
hectáreas y a una producción de 2,3 millones de toneladas. Destaca que
más del 76% de la producción asegurada se concentra en las comunidades
autónomas de Cataluña, Aragón y Murcia.
La siniestralidad de frutales correspondiente a los daños provocados
por la adversa meteorología en 2018 triplica la registrada en 2017 hasta
alcanzar los 190 millones de euros, con cerca de 70.000 hectáreas
afectadas, lo que supone declaraciones de siniestro en dos de cada tres
hectáreas aseguradas.
Las tormentas de pedrisco en verano, las heladas registras en febrero
en Valencia y Murcia, así como la falta de cuajado y otros riesgos han
afectado a la producción en las plantaciones tempranas de fruta.
Estas extremas condiciones climáticas y sus graves efectos en las
cosechas demuestran la necesidad de proteger las explotaciones con un
seguro agrario.
Para ello, el sistema español de Seguros Agrarios
Combinados, creado por Ley en 1978, auspiciado por la Administración
(áreas de Agricultura y de Economía) y coordinado por ENESA que además
subvenciona las primas-, ofrece coberturas para todas las producciones
agrícolas frente a la práctica totalidad de los riesgos naturales,
desarrolladas en coaseguro por AGROSEGURO, una agrupación que cuenta con
la experiencia y la solvencia de las 22 entidades que la forman.
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