MADRID.- El relato de la crisis ha dominado la crónica de la industria de la prensa desde 2007. Diez
años después del estallido de la burbuja, no hay grupo del sector que
no haya pasado por un ERE -si no varios- para redimensionar sus
plantillas al modelo digital de escasez actual, según dircomfidencial.com.
Ninguna magnitud ha resistido el azote de la crisis de la prensa. Especialmente los
ingresos de explotación, que han pasado de sumar 2.980 millones de
euros en 2007 (su pico histórico) a representar 1.351 millones el año
pasado. Dicho de otra forma, el negocio de los diarios de
información ha quedado reducido a menos de la mitad en apenas una
década. Hasta aquí nada nuevo que no se haya contado ya.
Frente a esta caída descomunal en la vía publicitaria y la venta de ejemplares, es
de destacar que en el camino de los medios escritos hacia estructuras
más ligeras y horizontales sus gastos operativos han tenido un
comportamiento similar.
Y es que de acuerdo con los datos aportados recientemente en el Observatorio de Prensa de la Asociación de Medios de Información (AMI), los costes de la prensa se han reducido un 49% en este periodo.
De los 2.610 millones de euros que gastó todo el sector de forma
conjunta en 2007 (también el punto más alto) se ha pasado a 1.351
millones en 2017.
La patronal estima en su informe que el
2018 cerrará con un gasto de 1.291 millones de euros, lo que
representaría un descenso del 4%. De cumplirse esta
expectativa, la partida de consumos y aprovisionamientos quedaría en 279
millones de euros, un 8% menos; mientras que la de personal caería un
punto porcentual, hasta los 379,4 millones.
Este ahorro en los costes se ha logrado a
base de severas medidas de ajustes, que van desde el despido de
millares de periodistas -centenares en el caso de los principales grupos
de prensa- a reducciones de las tiradas en los periódicos de papel.
Consecuencia directa esto último del desplome del 73% en la venta de los grandes diarios nacionales.
El ahorro en los costes también se ha buscado por medio de operaciones
como la sellada por Prisa y Vocento a finales del 2017, por la que El
País, Cinco Días y As pasaban a imprimirse en Rotomadrid, la imprenta de
ABC, desde principios este año. Esta decisión se acordó tras el cierre de Pressprint.
Además
de reduciendo el consumo de papel para ajustarse a la menor difusión,
empresas como Unidad Editorial han ajustado su partida de gastos
revisando la calidad del papel en el que se imprimen sus publicaciones o
extremando el ahorro.
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