MADRID.- El Gobierno está trabajando de manera intensiva para conseguir que la equiparación salarial en la Policía Nacional y la Guardia Civil comience a llegar a las nóminas de los funcionarios a partir del próximo mes de octubre. Pero existen algunos problemas con una subida salarial que no llegará a ser una equiparación real y total, tal como adelanta hoy www.lainformacion.com.
En primer lugar porque para completarse se necesita la aprobación de
los Presupuestos Generales del Estado de 2019 y de 2020, algo que se
encuentra en entredicho a día de hoy, y, en segundo lugar, porque la
mejora no alcanzará a todos los agentes. Los cuerpos policiales autonómicos, por tanto, seguirán teniendo unos privilegios que no llegarán a los estatales.
Fuentes de Interior explican a La Información
que el calendario que se está manejando en este momento contempla que
ya en la nómina de octubre los agentes de Policía y Guardia Civil
perciban su primer salario mejorado.
"En estos momentos estamos afinando la cuantía de la subida", añaden. No obstante, en el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska admiten "complicaciones" que podrían retrasar los planes iniciales.
Estas "complicaciones" tienen que ver con que la equiparación no será lineal en ambos cuerpos. Es decir, para empezar, la subida salarial irá incluida en los complementos específicos singulares
de los agentes y, dependiendo de la cuantía de dichos pluses, será
mayor en algunos casos que en otros.
Por ejemplo, no percibirá la misma
mejora en su nómina un policía nacional de base destinado en una oficina
del DNI que un agente también raso destinado en la Comisaría General de
Información. La equiparación salarial en la Policía y en la Guardia
Civil repercutirá, por tanto, en dichos complementos específicos singulares y no en el sueldo base.
¿Qué
consecuencias adicionales tendrá esta decisión en la situación laboral
de los funcionarios afectados? Esencialmente dos: por un lado, supondrá
que de la subida salarial quedarán excluidos los agentes que se
encuentren en segunda actividad, en el caso de los policías, o en la
reserva o retirados, en caso de los guardias civiles. Y es que, en efecto, el complemento específico de componente singular solo lo percibe el sindicato que se encuentre en activo.
El pase a la situación de segunda actividad en la Policía Nacional se encuentra regulado en la Ley 26/1994, de 29 de septiembre. Así, las edades en las que los funcionarios pasan a ella varían desde los 55 años en caso de los agentes de la escala básica y de subinspección, a los 60 años en el caso de los de la escala superior.
En la Guardia Civil, por su parte, las edades en las que los funcionarios pasar a la reserva oscilan desde los 58 años, en el caso de la escala de guardias y cabos, a los 61 años para los oficiales (65 en los empleos de mayor rango como tenientes generales y generales).
A estos funcionarios que
quedarán excluidos en la equiparación salarial se suma otra problemática
con una clara vertiente política. La subida salarial fue firmada para completarse en tres años, hasta 2020, de forma que para que sea efectiva deberán aprobarse los dos próximos Presupuestos Generales del Estado.
El Gobierno de Sánchez ya ha dejado caer que los actuales, los de 2018,
no son sus Presupuestos y no ha descartado apretar el botón de unas
elecciones anticipadas si no consigue los apoyos necesarios para sacar
adelante sus propias cuentas públicas.
Este miércoles 5 el
Ministerio del Interior ha convocado a las asociaciones de la Guardia
Civil y a los sindicatos de la Policía Nacional para concretar las
cifras concretas de la subida salarial.
Los números manejados hasta
ahora contemplan un incremento mensual aproximado de 202 euros, en el caso de la Policía, y de 260 euros para Guardia Civil. Todo ello con efectos retroactivos a 1 de enero, por lo que está previsto que en la nómina de octubre se incluyan esos atrasos correspondientes a las últimas nueve pagas.
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