MADRID.- La temperatura del agua del mar ha alcanzado valores cercanos a 30 grados centígrados en el Mediterráneo (arriba en la Dehesa de Campoamor) y los 25 grados centígrados en el Cantábrico (abajo en Biarritz), durante los últimos días, coincidiendo con la ola de calor, una cifra que supera en tres o cuatro grados los valores normales, según ha informado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que constata que estos incrementos cada vez son mayores y más frecuentes.
El
portavoz de la Aemet, Rubén del Campo, ha explicado que no obstante
estos datos son mediciones del agua superficial realizadas por satélites
y añade que cuando llegan vientos que remueven el agua o que forman
tormentas sobre el mar, estas aguas cálidas se enfrían rápidamente y
recuperan sus temperaturas habituales.
En
este caso, ha confirmado de que el calentamiento de la temperatura del
agua del mar superficial en el Cantábrico oriental y en el Mediterráneo,
se ha debido a la ola de calor en la Península asociada a una fuerte
insolación y a la estabilidad atmosférica, lo que ha provocado el
"rápido calentamiento".
Sin
embargo, parece que en este 2018 los días de temperaturas máximas en el
agua del mar, sobre todo en el Mediterráneo, se han adelantado, ya que
estos valores suelen alcanzarse a mediados del mes y también ha
destacado que "cada vez es más frecuente" que la capa superficial del
mar esté "más cálida de lo normal" de acuerdo con las mismas anomalías
de la temperatura del aire.
"Varios estudios han constatado el aumento de la temperatura del Mediterráneo en los últimos años", ha incidido Del Campo.
De
hecho, se ha referido al Quinto Informe del Panel de Expertos de Cambio
Climático de la ONU, que advierte de que los océanos están absorbiendo
la mayor parte de la energía suplementaria que está incorporando al
sistema climático.
En concreto,
ha destacado que en la superficie, la temperatura del agua del mar está
subiendo una media de una décima de grado (0,1ºC) cada década y estima
que el nivel medio del mar a nivel global ha crecido 0,19 metros en
entre 1901 y 2010.
Asimismo, ha
agregado que varios estudios para el Mediterráneo, como el publicado en
'Pure and Applied Geophysics' ha constatado que entre 1982 y 2016, es
decir en casi los últimos 35 años, ha subido más de un grado centígrado
la temperatura del agua superficial y en áreas más concretas en el
Mediterráneo y Baleares se ha calentado "incluso algo más, entre 1,2 y
1,5ºC".
Si bien, en contra de
la creencia popular, un mar "demasiado cálido" no tiene por qué
desembocar "necesariamente" en episodios de lluvias torrenciales.
Los
episodios que se generan en las en las comunidades mediterráneas en
otoño obedecen fundamentalmente a factores atmosféricos (como por
ejemplo la llegada de una DANA o "gota fría" al sur peninsular) y sin su
ocurrencia difícilmente se producen las lluvias.
Finalmente,
el jefe de climatología de la delegación de la Aemet en la Comunidad
Valenciana, José Ángel Núñez Mora, el Mediterráneo ha alcanzado a
temperaturas cercanas a 30 grados centígrados a comienzos de agosto de
2017 y el otoño de ese mismo año fue extremadamente seco en la Comunidad
Valenciana.
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