MADRID.- Los beneficios siguen creciendo en Europa. Lo hacen, eso sí, a un ritmo
más lento que los estadounidenses: la estimación de ganancias para el
Stoxx 600 en 2018 ha mejorado sólo un 2,9% desde que arrancó el año,
mientras que la de su homólogo norteamericano, el S&P 500, lo ha
hecho un 10%, según publica hoy elEconomista.
A un índice tan bancarizado como el Ibex le pesa el hecho de que el
Banco Central Europeo no tenga prisa por subir el precio del dinero: se
esperan tipos bajos al menos hasta octubre de 2019. Dicha alza será
fundamental para impulsar sus beneficios, en especial para Bankia y
Liberbank, las dos entidades en cuyas carteras de crédito más pesan las
hipotecas, lo que las hace más sensibles a la política monetaria.
Bankia es una de las compañías que en 2020 logrará, según las
estimaciones del consenso que recoge FactSet, superar los 1.000 millones
de euros de beneficio neto. Dicho año, la mitad del Ibex, 17 de sus 35
miembros, podrán presumir de ser milmillonarias (incluyendo a Mapfre,
que se quedará al filo).
Los 1.047 millones que se le prevén a Bankia en 2020 supondrían su
récord histórico de beneficio. La entidad ya rebasó la barrera
psicológica de los mil millones en 2015, cuando se anotó 1.040 millones.
A comienzos de año, el consenso esperaba que Bankia volviese a ser
milmillonaria ya en 2019, pero la prolongación de un escenario de tipos
bajos ha motivado que retrasen esa estimación. De hecho, la previsión de
beneficio para el banco ha caído de forma llamativa para este año y el
próximo (un 9 y un 13%, respectivamente).
Junto a la recuperación del euríbor, a Bankia le favorecerá "el
desapalancamiento en términos de activos inmobiliarios", explica Nuria
Álvarez, de Renta 4. El banco es particularmente sensible a los
movimientos del euríbor porque parte de sus hipotecas se revisa de forma
semestral y no anual, lo que hace que su cartera hipotecaria se
reprecie con rapidez.
Sabadell
también se unirá al club de las milmillonarias en un par de años. Lo
logrará gracias, en gran medida, a la incorporación del británico TSB.
Como a Bankia, la previsión le empeora de forma llamativa para este año y
el próximo (un 30 y un 10%, respectivamente, cae la estimación desde
enero), pero mejora para 2020.
Este ejercicio ha estado marcado por la
crisis informática en TSB, donde un fallo (por el que ha tenido que
provisionar 120 millones de euros) dejó a miles de clientes sin acceso a
sus cuentas.
La compañía cumplió su objetivo de alcanzar los 800 millones de
beneficio en 2017, con una gran aportación del negocio doméstico. Javier
Bernat, de GVC Gaesco Beka, apunta que este año "el negocio en España
se está comportando de forma relativamente positiva" y cifra por debajo
del 20% el aporte a futuro de TSB en el beneficio.
A su favor jugará la venta, este verano, a Cerberus de su cartera de
préstamos dudosos e inmuebles, que ha sacado de su balance 3.900
millones de euros en activos problemáticos. "Esta operación tendrá un
doble impacto positivo: en la rentabilidad de los activos productivos y
por no tener que provisionar la gestión de esa actividad inmobiliaria",
señala el analista.
Mapfre lleva años detrás de los mil millones, que aún no ha
conquistado. En 2020 prácticamente lo conseguirá, según las
estimaciones, que sitúan sus ganancias en 990 millones de euros, cifra
récord. La aseguradora cuenta a su favor con el cambio de ciclo
económico, que dispara la demanda.
El resultado de Mapfre se construye principalmente por la actividad
en Iberia y por Mapfre Re (su reaseguradora). Por regiones, Iberia
genera un 53% del beneficio, mientras que Latinoamérica aporta un 18% y
el peso de Norteamérica (EEUU y México) es residual.
La compañía ha
salido de parte del mercado estadounidense (que no dejaba de darle
pérdidas) para centrarse en seis estados que sí le generarán
rentabilidad.
"La decisión implica unos costes de reestructuración, pero
en el medio/ largo plazo permitirá que Mapfre EEUU pase a ser
rentable", explica Bernat.
ACS rebasará, según los analistas, los mil millones ya en 2019, algo
que ya logró en varias ocasiones entre 2000 y 2010. Los recuperará de la
mano de su principal división, la de construcción, que aportó en 2017
el 78% de los ingresos y que opera, entre otras, a través de Hochtief
(filial alemana de ACS) y de Dragados.
"El área de construcción crecerá a
un ritmo de un dígito alto", estima Rafael Fernández de Heredia, de GVC
Gaesco Beka, mientras que la de servicios industriales lo hará a una
velocidad de un dígito bajo.
Queda por ver qué sanción se aplicará a Atlantia, dueña de Autostrade
-la concesionaria del puente desplomado en Génova-, por dicho
accidente, para cerrar la compra de Abertis, pactada por ACS y Atlantia.
"No creemos que la operación corra riesgo", comenta el analista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario