PARÍS.- Tras varios años de investigación
muy meticulosa, la Dirección general de la Competencia y la represión
del fraude (DGCRF) ha descubierto un sistema de fraude global,
organizado por varios importadores de vino español, según Abc.
Alexandre
Chevalier, portavoz oficial de la DGCRF, ha resumido el escándalo de
este modo: «Nuestros inspectores han descubierto tráficos fraudulentos
que ascienden a más de 70.000 hectolitros de vino, unos 10 millones de botellas. Un importador de Narbonne “maquilló” él solo más de 30.000 hectolitros de vino».
El negocio del fraude del vino español es muy simple: el vino español, comprado / venido a granel o en botella es mucho más barato; etiquetado y presentado como vino francés se vende mucho más caro.
Durante los últimos años, los avispados importadores franceses han «maquillado»
el vino español de muchas maneras:Se ha venido a granel vino español
presentado como vino francés, mintiendo pura y simplemente. También se ha vendido en botella,
las etiquetas han sido presentadas con una bandera francesa, un paisaje
francés, un campanario francés… y apenas se anuncia en letras diminutas
el «producido en España» (o en el «extranjero»), insistiendo en letras
grandes en que el vino ha sido «embotellado» en Francia.
Restauradores, comerciantes en detalle, hiper y supermercados han participado en distinta medida en el comercio fraudulento de vino español.
En un gran hiper de la periferia parisina, los inspectores de la lucha
contra el fraude han descubierto 16.700 botellas etiquetadas de manera
«ambigua» o engañosa.
Varios millares de restaurantes han sido
controlados con «éxito»: servían vino español presentado como vino
francés. Varios fiscales están instruyendo 25 casos concretos de fraude a gran escala.
El fraude, la práctica comercial engañosa, el fraude en banda
organizada, pueden castigarse en Francia con dos años de cárcel y un
mínimo de 300.000 euros de multa.
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