MADRID.- El presidente de AENA, el murciano Jaime García-Legaz, dejará su cargo en las próximas fechas como consecuencia del relevo en el Gobierno tras el triunfo de la moción de censura contra el Ejecutivo de Mariano Rajoy, según publica hoy Voz Pópuli. El político murciano ha suspendido una reunión que tenía con el hasta hoy ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, para presentarle el nuevo plan estratégico aprobado hace una semana, prueba inequívoca de que pone en cuarentena su cargo, a juicio de El Confidencial.
Por este motivo, AENA ha
suspendido la presentación al mercado del plan estratégico recientemente
aprobado por el consejo de administración y que estaba programado para
el próximo jueves, 7 de junio. La medida ha sido adoptada horas después
de que se conociera el resultado de la moción de censura presentada
contra el Gobierno de Mariano Rajoy, cuyo triunfo desencadenará un cambio de Ejecutivo.
Fuentes próximas a la compañía indican que estas dos decisiones, tomadas este mismo viernes, ponen de manifiesto la voluntad del político del PP de abandonar voluntariamente el cargo.
Fuentes próximas a la compañía indican que estas dos decisiones, tomadas este mismo viernes, ponen de manifiesto la voluntad del político del PP de abandonar voluntariamente el cargo.
El Estado es el principal accionista de AENA, con una participación del 51% a través de la sociedad Enaire, que depende del Ministerio de Fomento, cuyo titular, Íñigo de la Serna, será relevado en los próximos días como consecuencia del cambio político.
En
principio, estaba previsto que el propio García-Legaz se encargara de
exponer a los analistas los aspectos relevantes del plan estratégico en
el que ha trabajado desde su llegada a la presidencia de AENA, el pasado
verano, y que el consejo aprobó esta misma semana en su última reunión.
Desde su llegada a la presidencia del gestor aeroportuario,
García-Legaz, que ocupó varios cargos en la Administración bajo el
Gobierno del PP (entre ellos el de secretario de Estado de Comercio) y también la presidencia de la pública Cesce, era el encargado de llevar las riendas en las sucesivas presentaciones al mercado de los resultados de la empresa.
El
cese del presidente de AENA deberá articularse a través del consejo de
administración de la compañía, una vez se haya cumplido con los
preceptos de gobierno corporativo. Cabría la posibilidad de que aún
siguiera en el cargo el jueves. Sin embargo, no sería de recibo que se
encargara de la presentación del plan un primer ejecutivo cuyas horas al
frente de la empresa estuvieran contadas.
Precisamente,
estaba previsto que De la Serna presentara en sociedad las líneas
fundamentales del plan estratégico 2018-2021 de AENA en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Un acto que también ha sido suspendido.
García-Legaz llegó a la presidencia de AENA el pasado octubre en sustitución de José Manuel Vargas,
que había anunciado su renuncia al cargo unos meses antes. Vargas
permaneció durante seis años en el gestor aeroportuario, al que preparó
para el proceso de privatización, que se fraguó en febrero de 2015 con
la salida a Bolsa del 49% del capital.
La marcha de García-Legaz forma parte de la oleada de salidas que tendrán lugar en todas las empresas públicas o de la órbita estatal, aunque no se producirá de manera inmediata, dada su condición de compañía cotizada, como explican desde la propia AENA. "La voluntad del presidente es no continuar en el cargo, aunque deben cumplirse unos plazos".
En ese calendario aún por definir, AENA debe convocar un consejo de administración extraordinario para abordar la dimisión de García-Legaz, aunque es probable que esa decisión no se contemple hasta que el primer accionista de la compañía, la pública Enaire, también afronte los relevos pertinentes en su cúpula derivados del cambio de signo político en el Gobierno.
La marcha de García-Legaz forma parte de la oleada de salidas que tendrán lugar en todas las empresas públicas o de la órbita estatal, aunque no se producirá de manera inmediata, dada su condición de compañía cotizada, como explican desde la propia AENA. "La voluntad del presidente es no continuar en el cargo, aunque deben cumplirse unos plazos".
En ese calendario aún por definir, AENA debe convocar un consejo de administración extraordinario para abordar la dimisión de García-Legaz, aunque es probable que esa decisión no se contemple hasta que el primer accionista de la compañía, la pública Enaire, también afronte los relevos pertinentes en su cúpula derivados del cambio de signo político en el Gobierno.
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