martes, 12 de junio de 2018

Sospechas en el PP de que hubo 'traidores comprados' en la moción de censura / José Hervás *

Las per­sonas que pueden tener más po­si­bi­li­dades de ha­cerse con el li­de­razgo del Partido Popular em­piezan a dejar en­trever que quieren com­petir a la es­pera de la de­ci­sión que adopte este lunes la Junta Directiva Nacional de PP, que fi­jará el ca­len­dario del con­greso ex­tra­or­di­nario para de­signar al su­cesor del di­mi­tido pre­si­dente Mariano Rajoy. 

Su vicesecretaria de Estudios y Programas, Andrea Levy, estima que la celebración del mismo será este mes de junio y, ante los enfrentamientos solapados que mantienen los partidarios de Soraya Sáenz de Santamaría y de María Dolores de Cospedal, pide que se produzca sin división interna y que se plantee un proyecto político fortalecido.

Pero superar el enfrentamiento entre los partidarios de ambas va a exigir tiempo, mucho tiempo. Quienes rechazan la posibilidad de que la ex vicepresidenta lidere una candidatura, le atribuyen dos graves errores: la negociación con los independentistas catalanes, en especial la negociación para que no se celebrara el referendo del 1-0 y las negociaciones para que no hubiera moción de censura.

En ambos casos hablan de tan rotundo fracaso que les ha llevado a esta situación de situarles en la oposición y con el PSOE despegando en los sondeos, lo que no había ocurrido hasta ahora en los dos últimos años.

Añaden además un tercer error: el de no haber sabido detectar las negociaciones que se estaban produciendo a tres bandas entre nacionalistas catalanes, vascos y socialistas sin que se dieran cuenta de que, consecuencia de las mismas, conllevaría la pérdida del poder. ¿Ha habido algún desleal con el partido conservador? Entre diputados de base del PP no lo descartan. Señalan incluso al menos a cuatro. Y apuestan por que ha habido pago de por medio.

Los mismos piensan que, aunque la prioridad es elegir rápidamente al nuevo líder, ésta no puede hacer que caiga en el olvido pedirles responsabilidades y mucho menos dejar en sus manos las riendas del centro derecha.

Aunque todavía no ha aclarado si está dispuesto a coger las riendas de la derecha, las declaraciones este domingo del presidente de la Xunta y líder del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, han ido un poco más allá de lo que nos tiene acostumbrados.

Ante sus palabras evasivas decía desde Ribadavia que todos los que crean que pueden aportar algo al partido presenten su propuesta y su equipo. El sabe que cuenta con propuestas y equipo. Lo viene preparando desde hace tiempo. En estas páginas hemos descrito en varias ocasiones cómo se ha venido preparando internacionalmente.

Como el Comisario de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, le ha venido recibiendo periódicamente en Bruselas para introducirle en la escena de las instituciones europeas, ámbito en el que se desarrolla el grueso de la política de relaciones internacionales de los países de la Unión. Y ha habido también padrino en Madrid.

Algunas fuentes comparan estos encuentros con Arias Cañete de mediador con el papel similar que habría desarrollado durante años Enrique Barón con el actual presidente del gobierno, Pedro Sánchez, al que habría alojado en su domicilio particular en Bruselas y presentado a los más diversos líderes de la socialdemocracia comunitaria.

En el caso de Núñez Feijóo se ha producido un paso relevante respecto de sus declaraciones previas. Si hasta ahora señalaba que no era el momento de precisar nada, este domingo desde Ribadavia, donde se celebraba el 50º aniversario de las bodegas Viña Costeira, ya admitía que ha llegado el momento de dar un paso adelante para liderar el partido, pero sin asumir que tenga que ser él quien lo lidere. Se someterá a los plazos que fije el partido que va a abrir hoy el período de presentación de candidaturas previas a la celebración del congreso extraordinario para relevar a Mariano Rajoy de la presidencia del mismo.

Si todo discurre como está previsto, en un período de entre 7 y 15 días se conocerán los candidatos y los equipos con los que cuentan, y en menos de un mes el Partido Popular contará con nuevo líder que le ayude a recuperar el rumbo.

Mientras tanto, comienza un período clave de oposición al nuevo Gobierno del Partido Socialista para lo que consideran será clave proponer enmiendas que provoquen la ruptura del voto de quienes han llevado a Sánchez a la presidencia del Gobierno. También aquí insisten en que ese liderazgo no lo puede ejercer quien se ha dejado perder lo que queda de legislatura, pese a los importantes logros conseguidos en materia económica.

Aunque en las últimas horas también se ha ofrecido para liderar el partido el expresidente de Baleares y senador José Ramón Bauzá quien se mostraba dispuesto a impulsar una corriente liberal dentro de su partido.

Ya expuso algo similar en la reunión que el grupo mantuvo en el Senado la pasada semana, pero si entonces no logró mucho eco, tampoco parece que lo vaya a conseguir en esta ocasión. A relevantes europarlamentarios del partido les suena un intento de sacar cabeza de forma equivocada por parte del exdirigente balear.

Argumentan que la mayor equivocación del líder del partido es haber permitido una fragmentación tan clara en el Ejecutivo hasta el punto de que se haya dividido claramente en dos grupos, los reunidos junto a Soraya Sáenz de Santamaría y los contrarios, unas veces liderados de Jose Manuel García Margallo y otros por María Dolores de Cospedal.

Es justo lo primero que tendrían que evitar.


(*) Periodista

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