MURCIA.- La Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca
tramita la ampliación de las instalaciones acuícolas del grupo Andrómeda
en Cabo Cope (Águilas). El objetivo es diversificar la actividad,
centrada en la producción de dorada y lubina, con la producción de
alevines de corvina, para su siembra posterior en jaulas flotantes
situadas en diversas ubicaciones de la costa. El objetivo es alcanzar
los 15 millones de alevines.
El director general de Agricultura, Ganadería, Pesca y Acuicultura,
Francisco González Zapater, destacó que "se trata de un proyecto pionero
a escala mundial que cuenta con el apoyo del Gobierno regional".
La corvina tiene un importante mercado potencial, según un estudio
financiado por el Ministerio de Agricultura, en el que participó el
Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario
(IMIDA).
En este estudio se determinó la vida útil de los filetes de corvina
almacenados en refrigeración y cubiertos con hielo. Asimismo, se
desarrolló un perfil sensorial para establecer los atributos que la
caracterizan, tras ser sometida a distintos procesos culinarios, y se
realizaron pruebas de aceptación en ocho localidades costeras de
diferentes comunidades autónomas, entre ellas la Región de Murcia, para
conocer la opinión de los consumidores.
La corvina tiene una carne bastante firme, que requiere poco esfuerzo
para ser masticada, una fibrosidad intermedia y una jugosidad notable.
El panel de cata consideró que es un pescado poco graso, lo cual es una
característica positiva, ya que aumenta su capacidad de conservación y
se adecua a los gustos de los consumidores actuales, que demandan
alimentos poco grasos.
La corvina es una especie que puede tener una importante acogida en
el mercado especialmente por su sabor y textura. Las características de
su carne la hacen idónea para ser comercializada en forma de filetes
refrigerados, congelados e incluso podría explorarse su envasado en
atmósferas modificadas.
En el estudio se realizaron pruebas de preferencia de corvina
cocinada con distintos métodos (horno convencional, parrilla y cocción
al vacío) entre un panel formado por 40 consumidores.
Cuando la corvina
fue cocinada envuelta en papel de aluminio, más de la mitad de los
encuestados prefirieron la elaboración al horno, un 27 por ciento la
prefirieron a la parrilla y un 20 por ciento al vacío.
Cuando el pescado
fue cocinado en contacto directo con los ambientes de cocción, la
preferencia se inclinó de forma mayoritaria por la corvina cocinada a la
parrilla, el 36 por ciento prefirió la preparación al horno y el 13 por
ciento la cocinada al vacío.
Los resultados obtenidos demuestran que la carne de corvina resulta
adecuada para cualquiera de los procesos culinarios empleados en el
estudio, así como la versatilidad de esta especie y sus amplias
posibilidades gastronómicas.
Las pruebas de aceptación realizadas en ocho localidades costeras de
las comunidades de Andalucía, Asturias, Baleares, Canarias, Cataluña,
Galicia, Murcia y Valencia, con un total de 562 encuestas, apuntan una
valoración positiva de todos los atributos: la más alta para 'sabor' y
'jugosidad', que se encuentran entre 4 (me gusta) y 5 (me gusta mucho);
'textura' y 'persistencia' obtuvieron en torno a 4 y la puntuación más
baja fue para 'grasa'.
Los resultados apuntan que el 83 por ciento de los encuestados serían
consumidores potenciales de corvina, siempre que esta tuviera un precio
razonable.
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