MURCIA.- La tuberculosis mantiene su tendencia de descenso en la Región desde 2009, con 120 casos contabilizados en 2017. La incidencia de tuberculosis en la Región fue de 18,1 casos por
100.000 habitantes en 2009, que bajó a 12,6 casos por 100.000 habitantes
en 2010, para iniciar un descenso oscilante en los siguientes años
hasta alcanzar niveles de 7,8 en 2016, con 115 casos, y de 8,2 en 2017.
En España se declararon 4.900 casos de tuberculosis en 2016, lo que
supone una incidencia de 10,4 casos por 100.000 habitantes para los
casos autóctonos, con oscilaciones que van desde los 20,8 casos por
100.000 habitantes en Galicia hasta 5,88 en Canarias y tasas de 27,13 y
17,7 en las ciudades de Ceuta y Melilla, respectivamente.
El director general de Salud Pública y Adicciones, José Carlos
Vicente, destacó la tendencia regresiva de la enfermedad, "por lo que
esperamos conseguir un descenso anual del diez por ciento, objetivo que
la Organización Mundial de la Salud estima necesario en países de baja
endemia para llegar a lo deseado, que es la eliminación de la
tuberculosis para el año 2050".
Hoy se celebra el Día Mundial de la lucha contra la Tuberculosis, ya
que fue un 24 de marzo, en 1882, cuando Robert Koch descubrió el bacilo
causante de esta enfermedad. El lema para 2018 es 'Líderes para un mundo
libre de tuberculosis', que tiene como objetivo involucrar a todos los
sectores sociales para acabar con la enfermedad.
La tuberculosis afecta más a los varones, con tendencia ascendente a
partir de los 20 años y se da principalmente en el grupo de 25 a 44 años
de edad, mientras que en las mujeres el grupo de mayor incidencia se
sitúa entre los 15 y 24 años.
Declaración obligatoria
La tuberculosis es una enfermedad de declaración obligatoria y los
casos son comunicados de forma individualizada al Sistema de Información
de las Enfermedades de Declaración Obligatoria (Sisedo). Las diferentes
formas de tuberculosis son la respiratoria (incluye pulmonar, pleural,
linfática intratorácica y laríngea) y la meningitis tuberculosa.
Se transmite por vía aérea al hablar, estornudar y toser y constituye
una causa común de enfermedad y muerte en todo el mundo. Aunque puede
afectar prácticamente a cualquier órgano, la forma más frecuente es la
pulmonar.
Los casos cuya baciloscopia de esputo resulta positiva
adquieren especial relevancia por el grado elevado de contagio que
alcanzan. Para contagiarse es necesario una convivencia cercana y
prolongada, por lo que el estudio de contactos debe ser lo más amplio
posible.
Desde el año 1999 se realiza una vigilancia activa a partir de la
información microbiológica de los casos de tuberculosis en la Región de
Murcia, que permite detectar casos no notificados al sistema de
información y estudiar la existencia de resistencias a los medicamentos
de primera línea y segunda línea.
El estudio de contactos con personas afectadas en los ámbitos
familiar, escolar y laboral se realiza en el Centro de Prevención de
Enfermedades del Tórax, que en 2016 estudió a cerca de 1.300 personas,
que en su mayoría convivían con enfermos.
La tuberculosis se puede curar, si bien el tratamiento es largo y
requiere controles frecuentes por parte del médico especialista. Es muy
importante realizar el tratamiento completo sin interrupciones para
evitar las recaídas y las resistencias a los fármacos antituberculosos
(antibióticos). Se calcula que el resultado de curación fue próximo al
95 por ciento en 2015.
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