BARCELONA.- El principal competidor mundial de Grifols (con laboratorio en Las Torres de Cotillas), la compañía australiana CSL
Behring, está litigando en España para intentar acabar con el monopolio
del que disfruta el laboratorio catalán en nuestro país: la venta a
hospitales de medicamentos derivados del plasma, publica hoy elEconomista.
La multinacional
australiana, -que ocupa el primer puesto en este sector en el que
Grifols es el segundo-, acusa a la firma española de estar incumpliendo
el principal requisito por el que el Ministerio de Sanidad le tiene
otorgada esta exclusividad a Grifols. El requisito es que la sangre con
la que el laboratorio catalán fabrique los medicamentos que vende a los
hospitales proceda en su integridad los propios hospitales españoles.
Sin embargo, la compañía australiana, en un recurso contractual al que ha tenido acceso elEconomista,
asegura que Grifols va a suministrar un medicamento "que no obtiene del
plasma humano donado en España, proveniente de donaciones no
remuneradas, sino de plasma procedente de donaciones realizadas y
pagadas en EEUU", por lo que estaría incumpliendo la normativa.
En concreto, CSL Behring presentó
este recurso ante el contrato de suministro de hemoderivados de uso
terapéutico a partir del fraccionamiento de plasma convocado en
noviembre de 2017 por la Junta de Andalucía y cuyo valor asciende a
47,61 millones de euros por un periodo de dos años. Este contrato fue
licitado por el Servicio Andaluz de Salud siguiendo el procedimiento
negociado sin publicidad.
Al tener la exclusividad de este suministro,
solamente Grifols podía presentarse a este contrato y fue su
adjudicatario. Posteriormente, CSL Behring recurrió tal adjudicación al
Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales de la Junta de
Andalucía.
En el recurso, la multinacional australiana solicita que se
declare la nulidad del procedimiento de adjudicación por ser el mismo
contrario a las normas rectoras en materia de contratación, así como que
se declare la procedencia de dar cabida, mediante el procedimiento
abierto, a la contratación del suministro del medicamento.
En el recurso contra Grifols, la
firma australiana afirma que uno de los hemoderivados que ha de
suministrar la empresa española, denominado Prolastina, "es un
medicamento obtenido a traves de plasma humano donado en Estados Unidos y
fabricado por dicho laboratorio en este territorio".
Behring esgrime
que el suministro de Prolastina comercializado por Grifols "implica que
esta empresa vendrá a proveer a los centros del Servicio Andaluz de
Salud de un medicamento que no obtiene del plasma humano donado en
España", lo que contraviene el objeto del contrato.
Para justificar tal alegato, la
empresa australiana se refiere a escritos de varios Servicios de Salud
"como el de Murcia y el de Navarra" donde se viene a señalar, según CSL
Behring, que "Grifols ha informado que se encuentra actualmente en
proceso de sustitución de su Alfa-1-antitripsina comercializado bajo el
nombre TrypsoneR, por su Alfa-1- antitripsina comercializada bajo el
nombre ProlastinaR y que mientras dure el citado proceso de sustitución,
cabe la posibilidad de que no pueda suministrar como producto acabado
el TrypsoneR, si bien se compromete en dichas circunstancias a sustituir
las unidades equivalentes de TrypsoneR con ProlastinaR, garantizando el
mismo nivel de rendimiento y fabricado con plasma de Grifols
proveniente de los Estados Unidos".
Falta de pruebas
Por
este motivo, la farmacéutica australiana concluye que la inclusión de
este medicamento en el procedimiento de contratación como uno de los
hemoderivados que Grifols tiene que devolver a los hospitales "implica
la ilegalidad del procedimiento negociado sin publicidad, al tratarse de
un medicamento que tiene alternativas en el mercado, tales como
Respreeza", comercializado precisamente por CSL Behring.
La firma australiana estima que
el procedimiento elegido "restringe la concurrencia en cuanto que el
tratamiento de la patología para el que se indica Alfa 1 antitripsina
debería ser adquirido por medio de un procedimiento abierto".
El Tribunal Administrativo de
Recursos Contractuales emitió su respuesta el pasado 22 de diciembre
desestimando el recurso de CSL Behring. En la sentencia, tras reconocer
que la Agencia Española de Medicamentos le ha manifestado que "el único
laboratorio autorizado para la fabricación de medicamentos hemoderivados
a partir de plasma nacional es el Instituto Grifols", asegura que en el
recurso interpuesto por CSL Behring faltan pruebas que justifiquen este
hecho.
"Si así fuere -asegura el Tribunal-, incurriría en un
incumplimiento del contrato, pero, se insiste, no hay datos ni pruebas
que permitan afirmar que esto vaya a ocurrir", según indica la
resolución.
"España ahorra dinero con nuestro sistema"
A las preguntas formuladas por elEconomista sobre
la acusación de CSL Behring a Grifols de fabricar su producto con
plasma procedente de fuera de España -lo que invalida su exclusividad-,
el laboratorio catalán no ha querido entrar al fondo del asunto. Grifols
se ha limitado a contestar a este diario que "el recurso presentado por
uno de los competidores de Grifols ha sido desestimado".
En cualquier
caso, señala la compañía en su respuesta, "aprovechamos para confirmarte
que en España Grifols presta un servicio de fraccionamiento de plasma.
Es decir, pone sus instalaciones, tecnología y equipo técnico al
servicio de los centros de donación para procesar sus excedentes de
plasma y producir medicamentos".
Según la farmacéutica, "gracias a esta
colaboración, las administraciones sanitarias se benefician de un ahorro
considerable en el gasto público", afirma el laboratorio en su
respuesta a este diario.
La compañía CSL Behring, por su parte, no tiene
departamento de Comunicación en España.
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