BRUSELAS.- Las negociaciones a nivel europeo para aprobar una
herramienta legal que permita a las autoridades supervisoras y de
resolución aplicar corralitos temporales a los depósitos (y otros
pasivos) de las entidades en problemas siguen adelante a pesar de las
discrepancias entre los distintos grupos parlamentarios y el rechazo
frontal mostrado por las principales organizaciones que agrupan el
sector financiero internacional, según publica hoy Expansión.
Las autoridades europeas
dan por hecho que, pese a las dificultades, se aprobará algún tipo de
moratoria que en el futuro pueda evitar los riesgos en los que sí se
incurrieron durante la pasada crisis de Banco Popular, que tuvo que ser
resuelto y vendido a Santander en la noche del 7 de junio, sin disponer
apenas de alternativas ante el hecho de que la entidad no podía abrir
sus puertas al día siguiente.
Pero además de vencer, las
autoridades aspiran a convencer de la conveniencia de los corralitos a
un sector bancario que desde un primer momento se ha mostrado
frontalmente contrario a una medida como esta, argumentando para ello
que entre otros perjuicios provocaría huidas masivas de depositantes en
cualquier entidad de la que se tuvieran sospechas de estar en problemas,
así como efectos negativos para la economía en su conjunto.
En
los últimos meses, los sectores bancario y financiero han celebrado
distintos encuentros a nivel europeo y español en los que se ha
abordado, entre otros aspectos, la cuestión de las moratorias a los
depósitos. En los mismos, según explican a Expansión Directo Banca
fuentes presentes en las mismas, las autoridades (Comisión Europea,
Banco Central Europeo, Junta Única de Resolución...) están tratando de
mandar un mensaje de tranquilidad al sector y están aprovechando
distintos encuentros y jornadas del sector para lanzar sus argumentos.
«En
el caso de Popular, aunque todo funcionó, hubiera estado bien tener
unos días más para trabajar con más tiempo. La moratoria, en este
sentido, dará a los inversores más confianza que el marco actual. ¿Por
qué? Porque es una medida que ha de pasar por los legisladores y esto
dará certidumbre a los mercados», explica una fuente próxima a una de
las autoridades de resolución europeas. Esta herramienta, añade, sería
más predecible de lo que es ahora y ayudaría a unificar criterios en la
zona euro, ya que actualmente hay países como Alemania que sí disponen
de ella, mientras otros como España no.
«Es menos
probable que haya salidas masivas de depósitos [como ocurrió en Popular]
si todos los actores del mercado saben que la moratoria es por un
tiempo limitado máximo», advierte esta misma fuente. En el caso de
España, es el Tesoro quien está actuando como interlocutor con el sector
para convencerles de lo apropiado de una medida como esta para evitar
posibles salidas masivas de depósitos en entidades que puedan entrar en
fase de resolución (o en prerresolución).
Madrid, el
pasado 9 de febrero, fue sede de una de las últimas jornadas del sector,
centrada en la resolución bancaria, y uno de los encuentros
aprovechados por las autoridades para defender la idoneidad de una
medida como los corralitos temporales a los depósitos. Con la presencia
de representantes del Mecanismo Único de Supervisión (MUS), de la JUR y
del Frob (la autoridad española de resolución), entre otros organismos,
fuentes presentes en este encuentro señalan que el asunto de las
moratorias fue uno de los que más atención y desencuentros concitó.
La
falta de acuerdo respecto a los pormenores (duración, pasivos
afectados...) de estos hipotéticos corralitos no solo se sitúa en el
sector privado. Fuentes conocedoras del reciente encuentro celebrado en
Madrid indican que, mientras que desde el Frob se abogaba por
desarrollar una herramienta de moratoria que le otorgara unos poderes
específicos lo más amplios posibles (es decir, afectando también a los
depósitos garantizados), desde el Banco de España, en cambio, la
posición no sería tan favorable, aunque el BCE, sin embargo, es un
entusiasta defensor.
El desencuentro entre autoridades
deja entrever, según distintas fuentes financieras, que la tramitación
de esta moratoria para los depósitos no será precisamente rápida. La
falta de acuerdo entre los grupos del propio Parlamento Europeo tampoco
es una señal positiva. Este martes se debate en la Eurocámara una
propuesta por parte del ponente (Gunnar Horkmark), aunque la división
existente incluso de forma interna entre las propias formaciones
(socialistas y populares, por ejemplo) hace prácticamente imposible que
haya un acuerdo.
La propuesta que se debate este martes
contempla, entre otras características, que la herramienta de moratoria
se pueda aplicar a todo tipo de pasivos, incluidos los depósitos
garantizados, con excepción de las obligaciones de pago de los distintos
operadores interbancarios. Estos corralitos, de aprobarse, tendrían una
duración máxima de dos días laborales y solo se podrían aplicar por
parte de las autoridades de resolución tras consultarlo con la autoridad
supervisora competente (BCE o Banco de España, por ejemplo).
Además,
los distintos países de la zona euro deberán comprometerse a aprobar
una normativa nacional para poder aplicar este mismo tipo de moratoria
(o superiores) en aquellas entidades que en vez de resolución se vean
sometidas a procedimientos de insolvencia ordinarios.
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