ALICANTE.- Nuevos recortes en la red de sucursales bancarias de la provincia.
Bankia cerró este pasado fin de semana 25 oficinas en Alicante para
cumplir con el plan de ajuste que aprobó tras su fusión con BMN, que
también contempla un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para el
que, de momento, sigue sin haber acuerdo, según el periódico local Información.
Como ya se había anunciado, del total de delegaciones clausuradas
este fin de semana en la provincia -la demarcación donde más se
solapaban las redes de ambas entidades- 17 correspondían a oficinas
procedentes de la antigua Caja Murcia, mientras que otras ocho se
corresponden con sucursales de Bankia.
La población más afectada en la
capital, Alicante, donde el viernes cerraron sus puertas definitivamente
hasta cinco oficinas; seguida por Elche, donde fueron cuatro. Además,
se cerrón una sucursal del grupo en Almoradí, Altea, Aspe, Benidorm,
Callosa de Segura, Calpe, Campello, Crevillente, Denia, Guardamar, Ibi,
Orihuela, San Juan, Santa Pola, Vilajoyosa y Villena, según fuentes
sindicales.
Los cierres provocaron que durante el día de ayer
se formaran colas de cierta consideración en las oficinas a las que se
derivaron a los clientes, a los que se había avisado con anterioridad,
aunque no hubo ningún incidente más allá de esta mayor afluencia, según
fuentes de CC OO.
Por su parte, los trabajadores de las sucursales
clausuradas han sido reubicados en otras oficinas a la espera que se
cierre el ERE y que podría suponer la salida de entre 80 y 90 personas
en la provincia, algunas de ellas ya en situación de excedencia.
La
dirección de Bankia ofreció ayer a los sindicatos rebajar hasta 55 años
la edad de prejubilación de los afectados por el ERE, así como mejorar
las condiciones económicas de las bajas incentivadas para los menores de
55 años.
Sin embargo, se ha negado a reducir la cifra de bajas totales -
2.291-, por lo que los sindicatos han decidido mantener la convocatorio
de huelga para el jueves, 8 de febrero.
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